¿Qué hay de nuevo, Portugal?.

Fin de semana de nuevo a correr al monte a Portugal. Misma zona donde fui a finales de Octubre con ocasión de la 3ª serie del AX Trail, en el centro del país vecino-hermano. En Miranda do Corvo, cerca de Coimbra. El trail y las carreras de montaña están teniendo una extarordinaria explosión en Portugal en estos 2 últimos años, nacen un montón de pruebas, como pasó en España hace unos 5 ó 6 años también.

Una de esas pruebas nuevas es el I Trilhos dos Abutres el sábado 22 de Enero

organziados por los Abutres Runnig Team, sección de carrerista de montaña de la Associaçao Abutrica, de Miranda do Corvo, y cuya cabeza visible es el gran Vitorino Coragem, del que ya hablé algo en la crónica del AX Trail, un relaciones públicas nato, que pone ganas, pasión y cariño a partes iguales para agradar a todo el mundo.

Además me reencuentro con Miguel "el gallego", a quien conocí en el AX Trail por mediación de Vitorino, otro relaciones públicas, que junto con otro animal social que también andaba por allí, Moutinho, se han embarcado ahora, con la participación del C.A. Marisqueiro de Vigo y colaboradores locales en la organización de un circuito de carreras por montaña en Galicia, (no hace falta promocionales mucho, porque al menos para la primera prueba han superado con creces las plazas disponibles, pero por si os cuadra bien alguna de las carreras, ahí está la información). Miguel en esta ocasión ha venido con un socio, Jose, uno de los integrantes del C.A. Marisqueiro. Así que en esta ocasión seremos 3 españoles.

Henos aquí en la salida

Uff, estoy gordo como un tejo, esto de estar medio lesionado es lo que tiene.

En fin, hecha la crónica social, vamos a la carrera.

Carrera de montaña, circular, anunciada inicialmente como de 35 Km y 1300 de desnivel positivo, que según he visto por ahí de gente con GPS ha debido estar por los 32 Km.

Inicio y meta en lo que podríamos llamar la plaza de Miranda do Corvo. De momento el mayor fallo para mi gusto está nada más dar la salida, es un recorrido de un kilómetro o poco más que han dado en llamar "Trail urbano" la ciudad tiene una iglesia y un Cirsto Rey en lo alto de una colina y nos encaminan hacia allá, por unas calles estrechas y subiendo escaleras por las que malamente se cabe de uno en uno, con lo que se forman unos tapones que supongo que a la gente que vaya de paseo le dará lo mismo, pero a los que nos gusta salir decididamente a correr no nos gustaron (al menos a mí), también es cierto que salí bastante atrás, pero eso no me lo esperaba.

Una vez en el campo, de momento el recorrido no me gustó mucho, de hecho tengo grandes lagunas en cuanto a recordarlo, aunque también es verdad que conforme pasan los días tiendo a tenerle "más cariño". Al principio bastante pista, zonas de barro, bosques un tanto destartalados de pinos, eucaliptos, una zona muy grande de mimosas (supongo), mucha rama en el suelo y también sobre las cabezas, que hace que tengas que ir permanentemente pendiente tanto de no tropezarte como de no darte en la cabeza. Y cada vez se va acentuando más la presencia del agua, que será una constante durante toda la prueba, caminos junto a riachuelos, acequias que abastecían a viejos molinos hoy en ruinas y nosotros en ocasiones "trepando" de molino en molino y de acequia en acequia.

Apenas hice fotos durante el recorrido, alguna de las pocas que tengo, desenfocadas naturalmente, hechas sobre la marcha entre el barro y la maraña de ramas.

Además durante esta primera parte de la carrera aún había bastantes atascos, en ocasiones los senderos era muy estrechos, sólo permitían el paso de una persona y conforme iba alcanzando gente se hacía difícil adelantar, unido a que algunos-bastantes participantes no ponían nada fácil el adelantamiento, parece que aún no tienen muy asumido que en carreras de montaña siempre, tanto subiendo como bajando, hay que ceder el paso a quien va más rápido.

Más o menos a la mitad del recorrido y tras pasar un pequeño pantano es cuando para mí se hizo mucho más atractivo, un bosque de verdad, autóctono, con un sendero entre árboles, junto a un regato y pisando hojas secas, al acabar este bosque el 2º avituallamiento y de ahí hacia arriba otra vez en busca del punto más alto de la prueba. Un observatorio y unos molinos a pleno rendimiento con un aire fortísimo (mirad los pinos) y según se dice 2 grados bajo cero.

Desde ahí ya todo bajada. Mi terreno preferido me está esperando: una bajada fuerte por un sendero estrecho, algunos pequeños saltos, zigzagueando entre piedras y arbustos primero y luego entre pinos. Es una "pista" para descensos en bici de montaña, por la que subimos en el AX Trail. Bajada muy rápida y divetida, llegamos a la aldea de Gondramaz y sigue el descenso, pero en este caso ya junto a otro río, otro tramo precioso, pero en el que ya no se puede correr tanto, zonas resbaladizas, curvas, zonas húmedas, piedras, otra vez ramas bajas y raíces en el suelo, que hace que vayas con cien ojos. Luego suaviza el terreno, se vuelva a andar por pistas hasta llegar al 3º avituallamiento y de allí a meta apenas 5 ó 6 kilómetros ya llanos en los que correr si quedan fuerzas.

Acabé en 3:58:55, apretando un poco al final viendo que podía bajar de las 4 horas, muy satisfecho porque no pensaba que pudiera andar así, viendo que no acabo de solucionar lo de mi medio lesión. De hecho llegaba a la carrera con 35 Km. en todo el mes de Enero, de los que 16 fueron el día uno. Eso sí para el asfalto no estoy, porque aunque he ido teniendo ligeras molestias toda la carrera, esas molestias se agudizaban en las bajadas más rápidas por pistas y terreno duro hasta el punto de no poder "correr" a gusto e ir medio cojeando.

Al entrar en meta a los dos tipos del micro que están detrás en la foto le debió hacer gracia que fuera español y me medio "entrevistaron", por megafonía, no sé si se enterarían de algo en mi chapuerrao de portugés-español mal hablao.

En definitiva una prueba que, para mí, sin ser especialmente dura ni especialmente bonita tiene de todo un poco, hecha con cariño y que según he leído ya se ha ganado en su primera edición un sitio en el calendario de los "traileros" portugueses; por lo que estoy leyendo a todos le ha encantado, la consideran la más dura de Portugal después de la Serra da Freita y de sobresaliente organización.

Algunas cosas que me han llamdo la atención:

-En cuanto hace algo de frío la gente se abriga como si estuvieran en el polo norte, aunque esto no es nuevo ni exclusivo de Portugal. Sí es cierto que en la salida hacía frío, pero eso se pasa en poco rato, en cuanto te pegues un sofocón subiendo. Donde sí hacía realmente frío era arriba en los molinos, donde pegaba el aire muy fuerte, pero había zonas en el fondo de los valles en los que la temperatura era agradable.

-En Portugal está de moda el color verde fosforito, había mucha gente con camisetas o cortavientos de ese color, igual que en España lo está el naranja fosforito para las camisetas.

Ah, que se me olvidaba, se ha comentado en foros portugueses que hay quien ha atajado. En fin, no sé de qué manera, pero yo he adelantado al menos a una persona dos veces y ni ella me adelantó a mi ni yo me perdí. Y no creo equivocarme, pero otra persona que he visto en las calsificaciones que entró justo delante de mí, diría que la había pasado antes de la mitad de la prueba, sin que ella me adelantara luego. En fin, misterios.

En Miranda do Corvo se celebraba esos días la festividad de San Sebastián (compartimos patrón) y con tal motivo andaban animando las calles, tanto en la salida como en la llegada unas bandas de gaiteros, los unos de toda la vida vestidos de "paisano" con el detalle del que supongo sea un sombrero tradicional y los otros "disfrazados" de no se sabe muy bien qué, con faldas escocesas. El caso es que uno de esos disfrazados tocaba la gaita con partitura, ¡nunca lo ví!.

En la salida, pasmaos de frío

En la llegada, con sus cervecitas
El de la partitura

Y algunas fotos que he encontrado por ahí:
Llegando al 2º avituallamiento

En meta La "estrella", jajaja