viernes, 21 de septiembre de 2012

Triatlón Malvasía 2012. Con sorpresa.


Esta iba a ser una crónica corta, muy corta, pero un acontecimiento inesperado una vez acabada la prueba me "obliga"  a meter un poco más de rollo para adornar dicho acontecimiento.

Segunda edición del Triatlón Malvasía, distancia 1/2 IM (este año también se corría en distancia olímpica) en  el entorno de Abejar, Soria. Primera vez que participo en una carrera en la provincia de Soria.

La prueba tiene como base de operaciones el embalse de la Cuerda del Pozo, con dos áreas de transición, según la información previa por culpa de la "pertinaz sequía" (ved el vídeo al final)  puesto que parece que la intención inicial era hacer sólo una zona de boxes.

Pero en fin, al lío:

Natación, dos vueltas, agua bastante fría, aunque cada vez que se doblaba una boya cambiaba bastante la temperatura, había mucha "diferencia térmica" según zonas. Somos muy poquitos 42 de "grupos de edad", han salido antes los élite y las chicas. Y después de nosotros saldrán los del olímpico. Natación muy cómoda si no fuera por un tío que se empeñó en cerrarme contra otro al principio. Total que los tuve que dejar pasar a los dos y seguir a lo mío. Pero el tío se continuaba desviando "achuchando" también al otro, que también lo tuvo que dejar pasar y el "desviao" no sé si acabó el triatlón o acabó saliendo del pantano por la otra punta, porque la última vez que lo vi iba muy lejos de la trayectoria, se conoce que no sabe sacar la cabeza para mirar. Sin más incidencias que ver de repente un montón de gorros azules (del olímpico, el nuestro era amarillo) pasándome como "delfines". Tiempo oficial  38:48, puesto 36 de 42. 

En la bici de todo un poco. Circuito en forma de "T" con un tramo inicial de carretera muy mala que haríamos también como parte final, de vuelta a boxes. Había leído que la carretera era mala malísima. A mí no me lo parecía tanto, sí muy rugosa y de asfalto muy irregular, pero sin baches, de momento, porque después el asfalto cada vez peor y además ya con bastantes baches. Una vez que se entraba en lo que sería la parte superior de la "T" se daban dos vueltas ya con asfalto perfecto. Y aquí viene lo divertido, jaja, hacia el norte se subía un puertecillo, el de Cabeza Alta de unos 4 kilómetros, con algunos tramos cómodos, pero con  algunos otros en que las señales de tráfico marcaban el 7% y el 10%. En mi cuenta llegué a ver varias veces el 12, el 13 y hasta el 14%. Las primeras rampas fuertes las hago con el plato mediano, pero al tercer cuestoncio meto el platillo y ale p´arriba. Se bajaba el puerto por el otro lado de pendientes más suaves, pero también más continuas, giro al poco de acabar el puerto y otra vez para arriba, subiendo, para mí, incluso cómodo. El otro lado de la "T", con ligeros toboganes, notándose el aire en contra a la ida y más rápido a la vuelta pese a tender a subir.

Segunda vuelta y otra vez a subir el puerto. Esta vez no doy tregua, tan pronto empiezan las rampas fuertes meto el platillo. Y aún así me tocó dar algún que otro chepazo. Siendo tan pocos y en lugar solitario en esta segunda vuelta en que ya te cruzabas con pocos participantes parecía que estabas tú solo en un domingo cualquiera. Ah, que se me olvida y es importante: circuito completamente cerrado al tráfico, que por otra parte favorecía la mencionada soledad. 

Poco más que reseñar, eso sí, otra vez me dolió la planta del pie derecho, si bien más tarde y con menos intensidad que durante este verano. Tiempo oficial 3:30:43 (incluyendo transiciones), por mi crono (sin contarlas) 3:26:54, puesto parcial 25 de 34.

Y carrera  mixta de asfalto y un tramo de tierra entre pinares, en ocasiones con terreno algo blando para correr. Aunque buena parte de la carrera era por sombra hizo mucho calor, que ya se había dejado notar desde antes de salir con el neopreno puesto, lo que hizo que se acabara el agua (también se había acabado en al avituallamiento de la bici), sí había isotónica y coca cola. Yo con sensaciones extrañas todo el rato, tan pronto iba medio arrastrándome con ganas incluso de parar como que me sentía más ligero y fresco. No sé si dependía de la sombra, del efecto de la bebida o del terreno con unos casi imperceptibles toboganes. Tiempo 1:51:19 para una distancia indeterminada, porque aunque seguramente no fueran los 21 km. desde luego creo que tampoco serían los 18 km que pone en las tablas de las  clasificaciones. Puesto parcial 30 de 34.

Tiempo total 6:00:50 y puesto 28 de 34.

Mientras recupero, bebo y como es la entrega de premios.Hay un montón de trofeos para todas las categorías, aparte de los élites, para los tres primeros de cada grupo de edad. En el mío somos 6, a ver a cuántos he sido capaz de ganarle. Allí no sacaron la clasificación, viéndola ahora fui 4º del mío: le gané a uno y otro no salió, jeje.

Y ahora viene lo mejor de todo,  cuando ya tenía la bici y la mochila en la mano para ir al coche empiezan a dar medallas del Campeonato de Castilla y León de Triatlón de larga distancia, que no tenía ni idea de que se celebraba. Veteranos 1, tercera posición:  y oigo mi nombre, jajajaja. Ayyyy, esto de ser un viejales y apuntarse a carreras de pocos participantes. 

No he sido capaz de encontrar por ahí ninguna foto del pódium, y eso que que había unos cuantos fotógrafos, pero os aseguro que subí, que lo de la medalla es cierto, jajaja. Os pongo estas que me hice ya al llegar al coche donde tenía la cámara, 


de verdad que la medalla no la compré en las baratijas, que me la dieron.


Tercera vez que subo al pódium en mi vida (las otras dos en carreras de montaña también de "cuatro gatos").

Un vídeo de la prueba que he visto en el blog de Toni Cendón


Os dejo con Amancio Prada, que ya ha aparecido antes por aquí. Al montar en el coche en el viaje de vuelta tenía puesto el disco de "Trovadores, místicos y románticos"

Travadores, místicos y románticos

una magnífica recopilación de poemas y romances de todas las épocas: galaico-portugueses y españoles de la Edad Media y  Renacimiento, romances tradicionales, Siglo de Oro, los místicos San Juan de la Cruz y Santa Teresa, unos cuantos de Rosalía de Castro y contemporáneos, musicados por Amancio e interpretados solamente con violonchelo y guitarra acompañando a la voz. Una instrumentación sencilla y  enormemente cálida. Pues bien, ese disco produce un extraño efecto en mí. Aunque aparentemente sea el tipo de música menos propia para ello, cuando lo llevo en el coche una fuerza superior me impulsa a ponerlo a todo volumen y cantar a "grito pelao" que me río yo de rockeros, punkis, bacaladeros y demás.

Una de las canciones que más "grito" es esta : "A dona que eu amo", una Cantiga de amor de Bernal de Bonaval, del Siglo XIII.


No me resisto a poner algunas otra joyas como el Romance del Prisionero que muchos recordaréis de los tiempos del instituto: "Que por mayo era por mayo, cuando hace la calor..."


O el terrible "Romance del enamorado y la muerte", con su tremendo desenlace cantado con el acompañamiento de la zanfona

jueves, 13 de septiembre de 2012

Engarañao.

Hace tiempo que tengo olvidado lo de los "palabros". Hoy traigo a cuento una palabra que hace tiempo que no usaba y que me salió instintivamente hace unos días y desde entonces tenía pendiente colarla por aquí.

Es "engarañao" (engarañado dicho más "finamente", pero vamos que nunca la oí así). No sé siquiera si es común y conocida en otras zonas.

Su significado es "pasmao" de frío. Es esa situación en que te entra ese tembleque, esa tiritona, ese encogimiento de cuerpo y casi de alma que nos entra con frío y sobre todo con lluvia y frío o incluso a veces al salir del agua al bañarnos si refresca un poco o corre un poco el aire, sobre todo los críos, que son más propensos a estar engarañaos o dicho más cariñosamente "engarañaínos".

Pues bien, como decía me salió espontáneamente la palabra al ver el vídeo del Norsemán que puso  hace unos días David en el facebó, triatlón distancia ironmán verdaderamente duro y extremo en el que participó. 

Aquí os dejo el vídeo, los engarañaos salen hacia el minuto tres y medio en la transición al salir del agua, pero si tenéis ocasión ved el vídeo completo, merece la pena, es realmente espectacular.



Y este fin de semana a Soria, 1/2 IM de Abejar, supongo que el agua no estará muy fría y espero no quedarme engarañao al salir de nadar, jeje.

martes, 4 de septiembre de 2012

Desafío Elola 2.0. Como si no hubiera un mañana.

Y por poco me lo pierdo.

Atalanta ideó el desafío, una "jaramugada" en toda regla: salir desde Hoyos del Espino subir corriendo hasta la Plataforma de Gredos (unos 12 km. de carretera) y seguir corriendo (en la medida de lo posible) hasta la Laguna Grande. Y vuelta, naturalmente.

Y Atalanta lanzó la convocatoria.

Particularmente me parecía excesivo, sobre todo por la paliza de la ida y vuelta por la carretera hasta la plataforma, en una carretera que, dicho sea de paso, no ofrece ningún atractivo ni nada que pueda resultar medianamente interesante. Además yo tenía otro "reto jaramugo" a la vista que ocupaba mi mente, la "Travesía Mi-río-brigense".

A última hora me decidí. Afortunadamente.


Como seguramente ya sabréis por las crónicas de los que escriben más rápido, allí nos plantamos el sábado decididos a hacer "el cabra": Iron Manu, Atalanta, DavidDiego, Manu Oeste, el menda y "Los Altos".

Enseguida se hacen dos grupos, me voy con los de adelante, con los "flaquines", pero sé que no pertenezco a su especie y que en cualquier momento me quedaré descolgado formando un nuevo grupo, un grupo intermedio compuesto por una sola unidad.

Y así es, tan pronto la carretera se empieza a empinar me voy quedando retrasado, pero me mantengo "a tiro" y en el descenso de aproximadamente 1 km  a mitad de camino, haciendo valer que la fuerza de la gravedad tira más de mí que de ellos los alcanzo. Pero no sólo eso,  aprovechando una parada técnica de David les hago una jugarreta, jeje, yo continúo mientras ellos paran, no hace falta que los espere, ya me pillarán. Pero pasan los minutos y los kilómetros y para mi sorpresa no me alcanzan, lo hacen ya en la plataforma poco antes de iniciar el camino hacia la laguna. Bueno, pues muy bien, aún no soy consciente del todo, pero la subida me ha resultado mucho mejor de lo esperado.

En el momento de iniciar el camino paro un momento y, en este caso, son ellos los que continúan por el empedrado arriba como si los persiguiera una manada de lobos. Mejor así. Así subo a mi aire y no me fuerzo tratando de aguantarles, aunque en todo caso sería muy poco lo que podría ir con ellos. Subo fuerte, caminando y bufando; trotando algunos ratillos, pero conociendo el camino y sus desniveles, otra vez mucho mejor de lo que pudiera pensar, eso sí sin ninguna gana de seguir a Atalanta en la tercera parte del desafío que nos había planteado, casi como una improvisación, antes del inicio, ni más ni menos que subir del tirón al Almanzor.

Arriba, en los Barrerones me esperan. Fotillo


y para abajo.

Ahora soy yo el que se pone en cabeza. Me gusta y, no se me da del todo mal bajar siempre que las piernas no estén excesivametne castigadas. Me tiro, como dice el título de la crónica, como si no hubiera mañana, sin pensar en lo que queda de jornada, mejor dicho, en ocasiones lo pienso, pero no me importa. Estoy disfrutando como un niño, saltando, brincando por las piedras, esquivando chavales en el sendero. Hasta donde me aguanten las patas dispuesto a disfrutar, luego, cuando los cuádriceps digan basta será el momento de penar, pero ahora eso queda lejos.

Un descansito en la laguna, en lo que llega el resto de la expedición y llega el momento en el que el "Desafío Elola, versión 2", se convierte en la "Versión 3". La propuesta de Atalanta de subir al Almanzor, que yo pensaba que era una especie de "brindis al sol", no lo es y si se tira para arriba, pues yo voy para arriba, estas cosas no se pueden dejar a medias. Finalmente decidimos continuar los de la foto: los tres élite y el percherón. Iron Manu y Arturo comerán y continuarán con el plan inicial volviendo a Hoyos.

Hacemos muy buena subida para la paliza que ya llevamos encima, sin prisa, pero sin pausa; con buen ritmo, aunque de vez en cuando necesito tomarme un respiro. Tres bocanadas de aire, mirada arriba (ufff), mirada abajo y ale a seguir subiendo. En la cumbre atasco para la foto, que viene bien para hacer otro descansito.


No sé cuántas llevo, ¿podrían ser unas 15 más o menos?, me da por pensarlo porque hace unos días vi una reseña en algún periódico de un hombre, creo recordar que de setenta y bastantes años, que había subido más de 300 (las cifras me bailan, pero vaya, es lo de menos, el caso es que eran muchas muchísimas). En cualquier caso es de las que más satisfecho estoy junto con la del 1 de enero de este año, porque creo que es la primera vez que subo del tirón desde la plataforma (y más en plan "corredor" y además desde Hoyos).

En la bajada me empiezan a flojear las piernas y a cargarse los cuádriceps. Empiezo a pensar en la vuelta, en una más que probable pájara subiendo hacia los Barrerones y en un casi seguro dolor de piernas "cuasi incapacitante" bajando a la plataforma. De los 12 kilómetros de carretera hasta Hoyos prefiero ni acordarme.

Pero antes de todo eso hay que pegarse un bañito en la poza, comer y echarse un siestilla (dormirla ya habría sido el no va más, jeje).

Sin embargo todos los temores se van quedando en eso, en simples temores. Subo asombrosamente bien, caminando rápido y trotando en ocasiones, pero lo que definitivamente me va a dejar un mejor sabor de boca es la bajada hasta la plataforma. Otra vez vuelvo a correr con ganas, otra vez como si no hubiera mañana. Sin dudas, sin dolores, con seguridad y confianza. Me queda el recuerdo (o al menos la impresión) de ser uno de los mejores descensos en mi vida de corremontañero, desde luego uno de los que más he disfrutado, eso seguro.

Y queda la última parte, la aburrida carretera. Aunque sea cuesta abajo pienso que con la paliza que llevo encima en cualquier momento voy a tener que ponerme a caminar y que se me va a hacer eterna. Sin embargo me sigo encontrando razonablemente bien. Trotando a un ritmo suave, pero continuo. Es entonces cuando me asalta la duda: ¿"me echaran droja en el Cola-Cao"?. ¿Qué ha pasado para que ande así de bien y de contento?, ¿dónde estaba oculta la "droja" en lo que he tomado?. ¿Sería en los dos o tres orejones que me dio Atalanta?, ¿en el chupito de no sé qué bebida (algo de Gatorade, no penséis mal) que me dio Manu Oeste?, ¿o en el bocata de calamares de la cena?.

En fin, que continúo correteando carretera abajo hasta el kilómetro que por la mañana era cuesta abajo  que, claro, ahora es cuesta arriba, jeje. Ale, a caminar un poco. Cuando acaba la cuesta retomo la carrerita a ritmo "ultrero"  hasta llegar al último kilómetro y pico, desde el río hasta la cabra que nos dio la salida por la mañana otra vez a caminar, que es un buen cuestoncio. Llego molido pero muy muy contento. En lo deportivo ha sido un grandísimo día... y por poco me lo pierdo.

Y tan fabuloso rendimiento deportivo quizás no sea cosa de la droja, a falta de un buen análisis nunca lo sabremos, pero es posible, es más estoy casi seguro, de que ha sido un milagro más de San Jumento Mártir,


que desde que se nos reveló este verano lleva ya unos cuantos, el más impactante hacer arder el cielo ante los pecados de la noche.


En fin, eso en lo deportivo, por lo demás, la compañía perfecta, un placer en la pequeña parte que me toca ayudaros a descubrir tan grandioso lugar. Además doctorados directamente, sin pasar por el curso puente.

Como despedida otra de Mayalde, en la bajada de los Barrerones a la plataforma se me metió esta canción en la cabeza y  bajaba de piedra en piedra a ritmo de jota, canturreando el estribillo de "Las Panaderas".



(El vídeo se ve fatal, pero es la versión que quería buscar, algo antigua. Actualmente cantan otra versión y ya hay mejores grabaciones).

P. S.- Resulta que sí hubo un mañana, y un pasado mañana y claro, a día de hoy y seguramente durante un par de días más tengo unas buenas agujetas. Eso también entraba dentro de lo previsible, pero nada excesivo. Las he pasado mucho peores, jeje.