martes, 4 de septiembre de 2012

Desafío Elola 2.0. Como si no hubiera un mañana.

Y por poco me lo pierdo.

Atalanta ideó el desafío, una "jaramugada" en toda regla: salir desde Hoyos del Espino subir corriendo hasta la Plataforma de Gredos (unos 12 km. de carretera) y seguir corriendo (en la medida de lo posible) hasta la Laguna Grande. Y vuelta, naturalmente.

Y Atalanta lanzó la convocatoria.

Particularmente me parecía excesivo, sobre todo por la paliza de la ida y vuelta por la carretera hasta la plataforma, en una carretera que, dicho sea de paso, no ofrece ningún atractivo ni nada que pueda resultar medianamente interesante. Además yo tenía otro "reto jaramugo" a la vista que ocupaba mi mente, la "Travesía Mi-río-brigense".

A última hora me decidí. Afortunadamente.


Como seguramente ya sabréis por las crónicas de los que escriben más rápido, allí nos plantamos el sábado decididos a hacer "el cabra": Iron Manu, Atalanta, DavidDiego, Manu Oeste, el menda y "Los Altos".

Enseguida se hacen dos grupos, me voy con los de adelante, con los "flaquines", pero sé que no pertenezco a su especie y que en cualquier momento me quedaré descolgado formando un nuevo grupo, un grupo intermedio compuesto por una sola unidad.

Y así es, tan pronto la carretera se empieza a empinar me voy quedando retrasado, pero me mantengo "a tiro" y en el descenso de aproximadamente 1 km  a mitad de camino, haciendo valer que la fuerza de la gravedad tira más de mí que de ellos los alcanzo. Pero no sólo eso,  aprovechando una parada técnica de David les hago una jugarreta, jeje, yo continúo mientras ellos paran, no hace falta que los espere, ya me pillarán. Pero pasan los minutos y los kilómetros y para mi sorpresa no me alcanzan, lo hacen ya en la plataforma poco antes de iniciar el camino hacia la laguna. Bueno, pues muy bien, aún no soy consciente del todo, pero la subida me ha resultado mucho mejor de lo esperado.

En el momento de iniciar el camino paro un momento y, en este caso, son ellos los que continúan por el empedrado arriba como si los persiguiera una manada de lobos. Mejor así. Así subo a mi aire y no me fuerzo tratando de aguantarles, aunque en todo caso sería muy poco lo que podría ir con ellos. Subo fuerte, caminando y bufando; trotando algunos ratillos, pero conociendo el camino y sus desniveles, otra vez mucho mejor de lo que pudiera pensar, eso sí sin ninguna gana de seguir a Atalanta en la tercera parte del desafío que nos había planteado, casi como una improvisación, antes del inicio, ni más ni menos que subir del tirón al Almanzor.

Arriba, en los Barrerones me esperan. Fotillo


y para abajo.

Ahora soy yo el que se pone en cabeza. Me gusta y, no se me da del todo mal bajar siempre que las piernas no estén excesivametne castigadas. Me tiro, como dice el título de la crónica, como si no hubiera mañana, sin pensar en lo que queda de jornada, mejor dicho, en ocasiones lo pienso, pero no me importa. Estoy disfrutando como un niño, saltando, brincando por las piedras, esquivando chavales en el sendero. Hasta donde me aguanten las patas dispuesto a disfrutar, luego, cuando los cuádriceps digan basta será el momento de penar, pero ahora eso queda lejos.

Un descansito en la laguna, en lo que llega el resto de la expedición y llega el momento en el que el "Desafío Elola, versión 2", se convierte en la "Versión 3". La propuesta de Atalanta de subir al Almanzor, que yo pensaba que era una especie de "brindis al sol", no lo es y si se tira para arriba, pues yo voy para arriba, estas cosas no se pueden dejar a medias. Finalmente decidimos continuar los de la foto: los tres élite y el percherón. Iron Manu y Arturo comerán y continuarán con el plan inicial volviendo a Hoyos.

Hacemos muy buena subida para la paliza que ya llevamos encima, sin prisa, pero sin pausa; con buen ritmo, aunque de vez en cuando necesito tomarme un respiro. Tres bocanadas de aire, mirada arriba (ufff), mirada abajo y ale a seguir subiendo. En la cumbre atasco para la foto, que viene bien para hacer otro descansito.


No sé cuántas llevo, ¿podrían ser unas 15 más o menos?, me da por pensarlo porque hace unos días vi una reseña en algún periódico de un hombre, creo recordar que de setenta y bastantes años, que había subido más de 300 (las cifras me bailan, pero vaya, es lo de menos, el caso es que eran muchas muchísimas). En cualquier caso es de las que más satisfecho estoy junto con la del 1 de enero de este año, porque creo que es la primera vez que subo del tirón desde la plataforma (y más en plan "corredor" y además desde Hoyos).

En la bajada me empiezan a flojear las piernas y a cargarse los cuádriceps. Empiezo a pensar en la vuelta, en una más que probable pájara subiendo hacia los Barrerones y en un casi seguro dolor de piernas "cuasi incapacitante" bajando a la plataforma. De los 12 kilómetros de carretera hasta Hoyos prefiero ni acordarme.

Pero antes de todo eso hay que pegarse un bañito en la poza, comer y echarse un siestilla (dormirla ya habría sido el no va más, jeje).

Sin embargo todos los temores se van quedando en eso, en simples temores. Subo asombrosamente bien, caminando rápido y trotando en ocasiones, pero lo que definitivamente me va a dejar un mejor sabor de boca es la bajada hasta la plataforma. Otra vez vuelvo a correr con ganas, otra vez como si no hubiera mañana. Sin dudas, sin dolores, con seguridad y confianza. Me queda el recuerdo (o al menos la impresión) de ser uno de los mejores descensos en mi vida de corremontañero, desde luego uno de los que más he disfrutado, eso seguro.

Y queda la última parte, la aburrida carretera. Aunque sea cuesta abajo pienso que con la paliza que llevo encima en cualquier momento voy a tener que ponerme a caminar y que se me va a hacer eterna. Sin embargo me sigo encontrando razonablemente bien. Trotando a un ritmo suave, pero continuo. Es entonces cuando me asalta la duda: ¿"me echaran droja en el Cola-Cao"?. ¿Qué ha pasado para que ande así de bien y de contento?, ¿dónde estaba oculta la "droja" en lo que he tomado?. ¿Sería en los dos o tres orejones que me dio Atalanta?, ¿en el chupito de no sé qué bebida (algo de Gatorade, no penséis mal) que me dio Manu Oeste?, ¿o en el bocata de calamares de la cena?.

En fin, que continúo correteando carretera abajo hasta el kilómetro que por la mañana era cuesta abajo  que, claro, ahora es cuesta arriba, jeje. Ale, a caminar un poco. Cuando acaba la cuesta retomo la carrerita a ritmo "ultrero"  hasta llegar al último kilómetro y pico, desde el río hasta la cabra que nos dio la salida por la mañana otra vez a caminar, que es un buen cuestoncio. Llego molido pero muy muy contento. En lo deportivo ha sido un grandísimo día... y por poco me lo pierdo.

Y tan fabuloso rendimiento deportivo quizás no sea cosa de la droja, a falta de un buen análisis nunca lo sabremos, pero es posible, es más estoy casi seguro, de que ha sido un milagro más de San Jumento Mártir,


que desde que se nos reveló este verano lleva ya unos cuantos, el más impactante hacer arder el cielo ante los pecados de la noche.


En fin, eso en lo deportivo, por lo demás, la compañía perfecta, un placer en la pequeña parte que me toca ayudaros a descubrir tan grandioso lugar. Además doctorados directamente, sin pasar por el curso puente.

Como despedida otra de Mayalde, en la bajada de los Barrerones a la plataforma se me metió esta canción en la cabeza y  bajaba de piedra en piedra a ritmo de jota, canturreando el estribillo de "Las Panaderas".



(El vídeo se ve fatal, pero es la versión que quería buscar, algo antigua. Actualmente cantan otra versión y ya hay mejores grabaciones).

P. S.- Resulta que sí hubo un mañana, y un pasado mañana y claro, a día de hoy y seguramente durante un par de días más tengo unas buenas agujetas. Eso también entraba dentro de lo previsible, pero nada excesivo. Las he pasado mucho peores, jeje.

6 comentarios:

davidiego dijo...

Grande! Un auténtico Carpe Diem.

Col dijo...

Cuenta,¿donde se venera a ese Santo?
Es nuestro salvador.

Qué gozada de día. Se os ve a todos con verdadera cara de felicidad.
Abrazos de un semitxikarron del Norte.

Atalanta dijo...

He quedado con los bandoleros madrileños en que diseño una ruta por Gredos -no lo conocen- y después nos devuelven presente por su sierra. Tengo que pensarla bien. Cuidao con estos tipos que son tan duros como cachondos.

Anónimo dijo...

Anda que si te llegas a perder el Desafío...

Que sepas que para los del pelotón de cola (Iron y yo) te considerábamos entre los élites de esta prueba, no hay más que ver cómo te escapaste y mantuviste las distancias hasta la plataforma.

Cada día más altos... ya subiré alguna foto al facebú

CiegoSabino dijo...

D.D.,cierto.

Asís, menudo morro, o sea que os apuntáis a la CCC como disculpa para iros de vacances a los Alpes Italianos, que le den a los franchutes, jajaja. Bueno ya contarás. Ese santo se venera en el río Águeda a su paso por C. R. En la "ermita" se sirven cervezas. Por cierto ¿te has fijado en la aureola?.

Atalanta, a la espera de noticias.

Los Altos, ¿cola de león o cabeza de ratón?.

yonhey dijo...

Eso de las jaramugadas.... debe ser el farinato que os gastáis en Ciudad Rodrigo.
Salu2 y buena sesión