martes, 5 de agosto de 2014

El pregón.

Entrada escrita en tres actos:

El primero, el pregón original "compuesto" para una peña en los Carnavales del 2006 (Peña El Farinato se vino a llamar después, o quizás ya se llamaba antes, pero yo no me había enterado).

El segundo, un intento de reproducirlo por aquí en fechas cercanas a los Carnavales de este 2014, al que corresponde la introducción de más abajo, que sin embargo se vio truncado por algún problema técnico que finalmente no me dejó publicarlo en el blog.

Y el tercero el, al parecer, definitivo para reproducirlo finalmente, a cuenta del pregón de Abel Atalanta el viernes pasado para las fiestas veraniegas del Barrio del Puente y la conversación posterior en la que se recordó "lo mío". Sin duda mucho más serio, documentado, cargado de sentimientos y de calidad el de Abel (recomiendo su lectura) que estos ripios míos, que no dejaban de ser una chanza, pero que a él le siguen pareciendo buenos (¿?). Sin duda sus recuerdos están ofuscados y distorsionados por el tiempo pasado, la amistad o algún chato de más. A ver si ahora sigues manteniendo la misma opinión, jajaja.

En fin, allá va con la introducción de la que hablaba antes:



Estos días carnavaleros en el curso de absurdas conversaciones salió a relucir mi viejo pregón. Rebuscando lo encontré y a punto he estado de ir soltándoselo por ahí a todo bicho viviente, pero me contuve a tiempo, eso sí, una vez desempolvado y en estas épocas de amigos literatos con sesudas composiciones yo traigo un estilo, digamos ripioso, "literatura costumbrista de andar por casa". Para los forasteros la mayoría de las cosas serán incomprensibles e incluso para los locales que no tengan buena memoria muchas cosas tampoco tendrán sentido. No en vano corresponde a los Carnavales del 2006. En principio para darlo en una peña, pero que ese año por circunstancias que no vienen al caso no fue tal peña, ni tuvo sede ni ya se contaba con pregón alguno, pero a última hora lo "enfilé" y a falta de sede y de convocatoria oficial para soltarlo, lo fui repitiendo a salto de mata en varias ocasiones por bares o calles según iba encontrando público potencialmente interesado, jajaja, hasta por teléfono, por lo que dependiendo de las circunstancias leía unas partes o me saltaba otras (creo que nunca lo leí entero) . Posteriormente la Peña ya se ha consolidado como "Peña El Farinato" así pues este fue mi pregón.

  
                Un soneto me manda hacer Violante,
                   En mi vida me he visto en tal aprieto,
                   Catorce versos dicen que es soneto...

 Esto es lo primero que se me vino a la cabeza cuando hace dos años me vi obligado bajo graves amenazas del amigo David a aceptar el oficio de pregonero para este especial año de Las Edades del Hombre , toma, nada más y nada menos que  el “histórico año para el despegue de nuestro pueblo”, eso es lo primero que pensé, en mi vida me he visto en tal aprieto.

         Así que empecé a darle vueltas: qué hago, qué digo, pues nada, empiezo con cita poética, de Lope de Vega el “Fénix de los Ingenios”, y ya doy un toque cultural al pregón en este año tan señalado.

         Pero, ¿y después?.

         Bien, lo lógico parece empezar por el principio, así pues, empecemos por el principio:

         Buenas noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de todas las salsas, al bombero torero..., señoras y señores, amigos todos.

         Supone para mí un honor y un reto ser pregonero en esta histórica y bella localidad de Ciudad Rodrigo en esta su fiesta grande, el Carnaval del Toro. Como digo, supone un honor por mi especial vinculación con vuestra ciudad, ya que una vez pasé por aquí camino de Portugal y paré a echar gasolina, lo que me permitió ver de lejos la Catedral y sentirme como un “mirobriguense” más; y así en el momento en que  recibí el encargo de pregonar el Carnaval “mirobriguense” sentí que no podía defraudar las ilusiones de todos los “mirobriguenses” por escuchar mis hazañas empresariales y las hazañas deportivas de mis muchachos, todos ellos vestidos de blanco y revolcándose por el suelo haciendo la cucaracha.
  
         Pero rápidamente me di cuenta de que no podía empezar así, que eso ya lo había dicho alguien anteriormente (o algo parecido).
  
         Así que seguí dándole vueltas a la cabeza y “voilá”, me vino otra idea:

(Léase con acento andalú)

         Buenas noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de todas las salsas, al bombero torero..., señoreas y señores, amigos todos.

         Sin duda en esta fiesta del Carnaval del Toro se produce la más bella simbiosis que se puede dar en la naturaleza, la del caballo y el toro bravo, los animales más bellos que el creador puso sobre la faz de la tierra; estampa que tiene  su expresión más destacada en la figura de un jinete entre las recias encinas del cortijo, vestido de corto, con la garrocha en la mano y dispuesto a conducir la manada de bueyes y toros bravos ...,

         Pero nuevamente me di cuenta de que eso también  estaba inventado, de que seguramente lo hubiera dicho algún Domecq para la Peña del Caballo, así que intenté otra opción:

         Buenas noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de todas las salsas, al bombero torero..., señoreas y señores, amigos todos.

         Sin duda en esta fiesta del Carnaval del Toro se produce la más bella simbiosis que se puede dar en la naturaleza, la del caballo y el toro bravo, los animales más bellos que el creador puso sobre la faz de la tierra; estampa que tiene  su expresión más destacada en la figura de un jinete entre las recias encinas de la dehesa, vestido de charro, con la garrocha en la mano y dispuesto a conducir la manada de bueyes y toros bravos ...,

         Y otra vez sentía que eso ya lo debía haber dicho algún Tabernero para la Asociación Charra del Caballo.
  
         Así que, nada, sigo sin una idea original, vamos a por otro intento:

         Excelentísimas autoridades, etc... (bueno, esto como veis se repite siempre, así que me lo salto, que ya lo habéis escuchado bastante), sigo: cuando hace 50 años unos cuantos amigos se juntaron en el Café Moderno para ayudar a torear a los maletillas que hasta aquí se acercaban había nacido la familia bolsinista.

         Esto tampoco me vale, también está inventado.
  
         Vamos a por un último intento, a ver qué sale:

         Excelentísimas autoridades, etc..., estos peñistas  que desde hace muchos años decidieron homenajear a personas especialmente vinculadas con el carnaval, por su farinatismo y que toman el nombre de la farinatísima Puerta del .... tampoco me sirve.

          Tengo que buscar algo relacionado con esta peña que me acoge, algo especial para brindarle a estos amigos que me han invitado a ser su pregonero, pero si no sé ni cómo se llama la peña, vamos que  ni siquiera sé si tiene nombre (vaya desastre de pregón), así que como por ese camino no había manera de continuar me salgo por la tangente y para decir algo original, uno que es de natural tímido y asustadizo, me tengo que disfrazar, de alguna manera he de ocultarme, sí, ya sé un sombrero y unas gafas oscuras (“Gafas oscuras pa que no sepan que está mirando y un diente de oro toa la avenida va iluminando”), coño, ya lo tengo:  un ciego, el Ciego Sabino.

  
         Quizás no sea un personaje muy conocido, pero ha pasado a la historia como un destacado miembro de la resistencia popular contra el gabacho, y así se lo ha reconocido el pueblo bautizando una de sus calles con su nombre, allá por las Tenerías, para escuchar siempre el rumor, cuando no el bramido, de las aguas del río Águeda.

         Cuenta la historia oficial que el bueno del Ciego Sabino, perdón, discapacitado visual, aprovechando su ceguera, digo discapacidad visual, se colaba entre las líneas enemigas en los sucesivos sitios y sin despertar sospecha alguna entre el ejército invasor llevaba y traía informaciones, órdenes, armas, en definitiva, que allá en los principios del siglo XIX inventó, sin ser consciente de ello los servicios de espionaje.

         Pero la sabiduría popular, cuenta además que el discapacitado visual Sabino (aunque ahora ya no estamos en la oficialidad y podemos prescindir del lenguaje políticamente correcto, y llamar a las cosas por su nombre) decía, que el Ciego Sabino además de héroe en la francesada era pendenciero, socarrón, borrachín y coplero, así que permitidme que me apropie de su personalidad para intentar decir algo ocurrente en este vuestro y mío pregón de los Carnavales, que, por cierto,  siempre fueron, son y serán los Carnavales, no esa mamarrachada que se estila ahora de etiquetar las cosas y envolverlas para el turismo y llamar a estas  nuestras fiestas con el pomposo nombre de Carnaval del Toro, qué leches, para los farinatos son Carnavales, en plural y con mayúsculas; claro que para alguno de nosotros también cabe el riesgo de que se reduzca al Carnaval del Toro, pero no el de los mozos que corren calle arriba, calle abajo delante o detrás del toro, sino el de los mozos que corren calle arriba, calle abajo, pero dentro del toro, de la calle del Toro me refiero, claro.

Así que vamos con el ripio compuesto por el Ciego Sabino para la ocasión:

Vengan aquí los señores

Acérquense a este estrado
Que les voy a relatar
Unos sucesos señalados.

En este importante año
Celebra la población
Grandes acontecimientos
Que puestos en orden son:

Carnavales el primero,
Para bailar y disfrutar,
Que luego la Cuaresma
Es muy larga de pasar.

Ya lo escribiera el poeta
Allá por el siglo quinceno,
Juan del Encina su nombre,
Poned atención que este es bueno.

Músico y poeta que fue,
Gran trovador resultó,
Así que escuchad sus palabras
Que yo sólo pongo la voz:



“Hoy comamos y bebamos,
Y cantemos y holguemos,
Que mañana ayunaremos

Por honra de Sant Antruejo
Parémonos hoy bien anchos.
Embutamos estos panchos,
recalquemos el pellejo:
que costumbre es de concejo
que todos hoy nos hartemos,
que mañana ayunaremos.

Honremos a tan buen santo
Porque en hambre nos acorra;
Comamos a calca porra,
que mañana hay gran quebranto.
Comamos, bebamos tanto
Hasta que reventemos,
Que mañana ayunaremos.

Bebe, Bras, más tu Beneito.
Beba Pedruelo y Lloriente.
Bebe tú primeramente;
Quitarnos has desse preito.
En beber bien me deleito;
Daca, daca, beberemos,
Que mañana ayunaremos.

Tomemos hoy gasajado,
Que mañana vien la muerte;
Bebamos, comamos, huerte,
Vámonos carra el ganado.
No perderemos bocado,
Que comiendo nos iremos,
y mañana ayunaremos”.




Cultural y religioso
el segundo, las Edades,
qué mejor muestrario
que exponerlo en Catedrales.

Edades del Hombre llaman
A tan magna exposición,
Donde nuestro pueblo exhibe,
 de su arte, lo mejor.
  
El tercero, permitidme,
Que inserte yo una cuñita
Para hacer publicidad
De manera gratuita.

Una carrera hay en Junio
Por calles de la ciudad,
También los campos recorre
Sufrida, alegre y jovial.

Media maratón disputan,
De distancia bien medida
21 kilometrillos,
anímate y participa.

La organizan Jaramugos,
Buena gente y entusiasta,
de segundo son Jumentos,
no te creas que es de guasa.

 Pues bien, con tales motivos
Nuestro amado Consistorio
Quiere dejar todo el pueblo
En estado satisfactorio.

Así lo primero que hizo
Fue quitar los "arboles"
Para dejarlo todito,
Todito lleno de coches.

Quitaron los pinos del foso
Para no estorbar la visión
De nuestra querida muralla
Hacia la Puerta del Sol.

Pero en lugar de cuidar
Del glacis como un jardín
Lo llenan todo de coches
Dando vueltas por allí.

Y la Puerta de Santiago
La han llenado de bolones
Que a este ciego le parecen
Las que tiran los fanfarrones
(se hacen las gaditanas, tirabuzones...).

Pero lo más destacado
Son las obras por doquier,
Nos han levantao el pueblo
Toas las calles a la vez.

Parece el Ayuntamiento
La antigua mina de Enusa
Venga a hacer agujeros,
No se sabe bien qué buscan.

Y resulta que cavando
Algo se encuentra al final
Hallaron muros y tumbas
De la época medieval.
  
Pero qué piedras son estas,
Repetía el capataz,
Que leches de arqueología,
Esto nos va a retrasar.

Allá fueron con las palas,
No anduvieron con inventos,
Que ahora mismo ya está todo
Bien tapado con cemento.

La cosa es que con tanta obra
Es difícil circular
Y enseguida lo entendió
Un insigne concejal.

Una mañana pensó
Que pa ir al Ayuntamiento
No había nada mejor
Que ser libre como el viento.

Ni corto ni perezoso
“he de llegar volando”
y el vuelo libre probó
por encima del vallado.

En fin, amigos, me lío
Y me estoy yendo del tema,
Que empiezan los Carnavales
Y ya va a empezar la fiesta.

Además con qué razón
Ya lo dijo otro poeta:
“venga que ya es la hora,
la hora de las casetas”.
  
Como en los flines americanos,
únicamente un inciso,
todo lo aquí relatado
es puramente ficticio.

Si algún parecido encuentras
Con la triste realidad
Que sepas, amigo mío,
Que es mera casualidad.

Para acabar permitidme
Un brindis que viene al caso,
Viene desde la raya
De nuestro país hermano.

“Venha vinho, beberemos
molharemos na garganta
eu sou como o rusinhol
cuanto mais bebe, mais canta”.


Pero queridos amigos no olviden a este pobre ciego  que trató de entretenerles, ahora les toca corresponder a ustedes. Unas perrinas le pido, si me hacen el favor, que con esto del Euro ando jodío yo, ni pa un vino me llega con la no contributiva, si pueden echar una mano se lo agradecerá el de arriba, también yo lo agradezco, si a bien lo tienen, así que pongo el cazo y me despido con un abrazo.