viernes, 13 de diciembre de 2019

Ultra Costa de Almería. Arrancada de caballo y parada de burro.


Pues eso, una vez más, en esta ocasión en el Ultra Costa de Almería, 75 (casi 76 km) entre Aguamarga y El Toyo-Retamar, recorriendo buena parte de la costa del Cabo de Gata, visitando calas y subiendo algunos montes, con el mar al lado buena parte de la prueba en un recorrido que me ha parecido un auténtico espectáculo sobre todo en su primer tercio en una zona que no conocía.


El recorrido no es nada técnico (salvo algunos tramos cortos) y tampoco es especialmente duro, quitando alguna subidita se puede correr o medio correr casi todo, incluso en la bajada más “técnica”, y todo intercalado con zonas llanas o con ligeros toboganes (en los 75 km no llega a 1.800 metros de positivo).

La imagen engaña bastante en esta escala en cuanto a los desniveles.

Y eso es precisamente parte de mi “problema”, que, seguramente, salí demasiado rápido. Confiado en que la distancia y la dureza no eran excesivas y encontrándome muy bien y cómodo con una temperatura estupenda, fresquete a primera hora y luego el resto del día medio nublado, con aire flojo de espalda, aunque un poco más de brisilla lateral o de cara habría venido bien para refrescar un poco más, por lo menos a mí.


Así que hasta algo más de la mitad del recorrido voy con bastante buenos tiempos y haciendo buenos puestos en los controles (vamos a ver, buenos puestos para mí, jeje, más o menos en mitad de la clasificación). A partir de ahí empieza el terreno ”engañosamente” más fácil, la mayoría del desnivel ya lo hemos pasado y quedan un par de subidas más fáciles, pero el recorrido también se hace bastante más feo, con largas rectas por terreno prácticamente llano con ligeros toboganes por pistas y una subida y bajada larga y “fea” para llegar al faro de Cabo de Gata y una última subida y bajada dura y corta por carretera.

Y a partir de ahí, “la muerte”, casi 17 km. absolutamente llanos hasta meta, donde en teoría se “debería” correr, pero a los que llego completamente fundido, muy cansado y en los que voy trotando a ratos más por “vergüenza torera” que otra cosa, eso sí el susodicho trote a una “velocidad” de risa. Por aquí (bueno ya desde bastante antes, en realidad casi toda la carrera porque en el primer control es en el que he hecho mejor puesto y luego poco a poco he ido perdiendo posiciones) me pasa bastante gente, pero aquí más y la cosa es que casi todos van bastante tocados, pero yo más, no soy capaz de seguir el ritmo y me quedo continuamente de los que van adelantando. Los que mejor iban por aquí han sido el amigo Gerardo que con otro compañero iban guiando a un ciego, que deben haber hecho esos últimos kilómetros como motos (enhorabuena a Gerardo y sus compañeros, tiene un mérito increíble).


Con más pena que gloria llego a meta en 11 horas y 50 minutos en el puesto 119 de 150 que acabaron, tiempo que tampoco está tan mal, pero me queda el regusto amargo de la forma; de ir arrastrándome de mala manera tantos kilómetros “fáciles” al final.



Ah, y la banda sonora monótona monótona, desde aquí pido perdón a los que hayan coincidido en alguna parte del recorrido conmigo (algunos mucho rato), debieron quedar más que hartos. Resulta que llevaba toda la semana anterior con la garganta algo tocada y aunque había mejorado algo, me he pasado toda la carrera, desde el primer kilómetro al último, las 12 horas y alguna más antes y después tosiendo y carraspeando, no sé, si se multiplica tienen que salir miles y miles de tosidos y carraspeos, jajaja.

Pues eso, en definitiva una más y una provincia más en la que he corrido, que en Almería no lo había hecho, ni siquiera había estado nunca, así que me quedan ya poquitas para completar el mapa, nueve para ser exactos, habrá que seguir tachando.

Aquí mi carrera: