viernes, 6 de octubre de 2023

Maratón de Logroño. 1-Octubre-2023. ¿Qué puede salir mal?.

La maratón es una carrera muy cabr...ita. Llevándolo todo bien preparado y habiéndolo hecho todo bien es posible que salga bien, pero también es posible que salga mal.

 Así que si no llevas los deberes bien hechos es casi seguro que salga mal o muy mal.

-Si 15 días antes te pegas un culetazo en una carrera de montaña que provoca dolor de culo-coxis-rabadilla (cada uno que ponga el nombre que quiera) bastante fuerte durante más de una semana y más liviano durante la siguiente, aliviado a base de Réflex y Fastum para por lo menos poder "entrenar" algo (dolor, que dicho sea de paso, ya no tengo, pero sí ciertas molestias en ocasiones). 

-Si una semana antes hay un evento de comer y beber (bodorrio), aunque pude salir un poco con la bici tanto el viernes tarde como el sábado por la mañana (que no contaba con poder hacerlo).

-Si la tirada "larga" más larga de asfalto (al margen de alguna salida de monte) no llega a los 18 km y es el martes antes de la maratón.

-Si el día de la carrera hace 10 grados más de lo habitual en esta época del año (bueno y el día anterior y el posterior y... qué os voy a contar que no estéis viviendo). 

-Si..... (no me acuerdo ahora de más cosas, pero seguro que las hubo, jajaja). 

Con esos antecedentes ¿qué podía salir mal?, o ¿qué podía salir bien?. 

Pues eso, que salió como podía salir, quizás un poco peor de lo que esperaba, pero vamos, tampoco nada extraño.

Lo cierto es que salí razonablemente bien, con los kilómetros en menos de 5:30, que era mi objetivo, y así me mantuve hasta la media, que ya me iba costando, pero me propuse hacer al menos la primera vuelta (el recorrido son dos vueltas a un circuito) sin parar a caminar ni un metro y cumplí la media en 1:56, dentro de lo previsto, y luego, en la segunda vuelta, ya más solitario porque ya no están los que hacen sólo la media, más cansado, y sobre todo con más calor, el plan era "que sea lo que Dios quiera", encomendándome en buena medida a "la experiencia", pero claro, la experiencia ayuda, pero no corre, no mueve las piernas. Así que ya empecé a parar, al principio sólo en los avituallamientos (los había cada 2´5 -3 km, la vida dio, no tanto por beber, que también, como por echarme agua por encima). 

Y si los males empezaron poco después de pasar la media, las penurias no tardaron mucho en aparecer: unas cuestas que en condiciones normales no serían problema parecían el Angliru (no obstante acumula casi 200 metros de desnivel positivo), caminando en tramos de sombra sólo por aprovecharlos más rato, avenidas largas y solitarias y corredores adelantándome a los que no podía seguir el ritmo (entre otros el grupito, ya bastante reducido, que iba con la liebre de 4 horas, con el que había ido un tiempo al principio y con el que pensaba que podía haber acabado, luego he visto que sólo un corredor entró con la liebre de las 4 horas, que clavó el tiempo), eso sí, muy agradables los pasos por el centro de la ciudad.

Así que al final 4:30:42, que como decía es peor de lo que pensaba, me devuelve a los tiempos de mi tercer maratón que fue allá por 2004 en Madrid. 
Entrada en meta.

Si en la media había hecho 1:56 y el puesto 197, quiere decir que en la segunda media hice 2:34 (eso es más que un pinchazo, jajaja) y puesto final 221 (de 247). 



Objetivo conseguido.

Pero hecho quedó y sin tiempo para lamentaciones que dentro de una semana hay otro compromiso, otras dos después otro y a la siguiente otro, a ver si me desquito que tengo otra maratón de asfalto, espero hacerlo algo mejor.

miércoles, 5 de julio de 2023

Se resiste el 13. Northwest 2023.

Pues sí, se me resiste mi 13 triatlón de larga distancia. Venía haciendo de forma regular uno al año (en algún año dos) hasta 2018 (desde 2017 ininterrumpidamente en el Northwest, este año por séptima vez en nueve ediciones). En el 19 se quedó en duatlón por la niebla a primera hora que impidió la natación, en el 20 no hubo por motivos de sobra conocidos, en el 21 sí que acabé mi número 12 y en el 22 y 23 "pinchazo", me devolvieron a corrales el año pasado y me han vuelto a devolver a corrales éste, sin poder acabar.

Y el caso es que pensaba que llegaba en mejor forma que el año pasado, algo más delgado al menos, sin embargo los tiempos han sido ligeramente peores. 



En la natación unos 20 segundos más (1:35:04), aunque claro, en la natación no hay forma de "asegurar" que el circuito sea siempre exactamente el mismo (en cualquier caso por mi GPS me salen más de 4.000 metros, lo cual tampoco significa que fueran esos metros exactamente).




Y con la bici es donde empiezan los problemas con los cortes de tiempo (creo que ya dije el año pasado que antes no existían esos cortes, o al menos eran claramente más "generosos", y creo que también dije que su causa -imagino- es por lo tardía de la hora de comienzo, a las 9:00 horas de la mañana, cuando años anteriores se empezaba no recuerdo si a las 8 o como mucho las 8:30, y todo ello, al parecer, motivado por una nueva y, a mi juicio absurda, norma federativa, y es que ahora para dar la salida no sólo se tiene en cuenta la temperatura del agua como ha sido siempre, sino también la temperatura ambiente). En fin, que me voy del tema, pues eso, que el año pasado había un corte de natación + tres vueltas de bici en 6 horas 45 minutos, corte en el que no entré por unos tres minutos. Este año ese corte lo habían ampliado en 15 minutos, hasta las 7 horas (y realmente lo tuve muy en cuenta a la hora de inscribirme otra vez) y sí lo pasé (no lo habría hecho con el límite del año pasado, es más este año incluso he hecho algo peor media con la bici que el año pasado), y hay otro corte para la natación + ciclismo  de 8 horas 45 minutos, y ahí es donde me mandaron para casa; además con cierto mosqueo por mi parte, porque según mi crono sí lo había pasado en tiempo. 


Me explico: ya en la cuarta y última vuelta con la bici me veía que andaba muy justito y estaba pendiente de mi reloj y donde se fijaba el punto de corte era en la entrada a la segunda transición. Como digo iba pendiente del crono y creo que entré dentro de las 8 horas y 45 minutos y seguramente muchos segundos (andaría cerca de los 46 minutos), pero en los reglamentos y tiempos de corte no se dice nada de segundos, por lo que entiendo que aunque hubieran sido 8:45:59 estaba dentro del corte. Así que entro en la transición (nadie me dice nada), dejo mi bici (nadie me dice nada), me pongo mis zapatillas (nadie me dice nada) y salgo a correr (ya me extrañó que había una valla cortando parcialmente la salida de boxes) y nada más salir (no había corrido ni 10 metros) me aborda la juez principal y me dice que estoy fuera de tiempo, le digo, convencido, que no, que he entrado dentro de las 8 horas 45 minutos y ella, que no, que he entrado con más de 47 minutos, que ella estaba en la entrada de boxes y lo ha visto, le replico, mostrando mi reloj, que es imposible, que en ese momento incluida la transición marcaba 8 horas y 48 minutos, creo ver que apunta algo en un papel, se da media vuelta y se larga, fin del debate. Y allí me quedé con mis problemas de estómago, que se me estaba revolviendo, con cara de tonto, y convencido de que me habían echado injustamente (que al final casi te hacen un favor porque te quitas de andar por ahí penando unas cuantas horas y llegar ya de noche cerrada, pero bueno, eso es otro tema).


No obstante quería ver y comprobar con calma los tiempos tanto del cronometraje oficial como de mi reloj. Y en honor a la verdad, he de decir que la mujer tenía razón, por poco más de un minuto pero tenía razón. El "desajuste" es porque mi GPS paró cuando paré a mear y por tanto no me contabilizó ese minuto y 10-15 segundos aproximadamente que estuve parado.


En definitiva, tiempos oficiales: Natación, 1:35:04 (46:11 la primera vuelta y 48:53 la segunda), y puesto 117 de 122. T1, 4:36. Bici 7:07:32 (por mi reloj 7:06:21) y T2, 2:33. Y los tiempos de entrada en T 2 (el corte), el oficial 8:47:12 y el mío 8:46:04, (seguramente unos segundos menos, porque cuando uno le da al crono ya es una vez pasada la alfombra del chip, y por tanto ya dentro de la transición). Y como digo ahí me quedé.

En fin, al margen de mis miserables penurias, algo más serio: cuando salí a la playa al acabar la primera vuelta de la natación veo a un participante tirado en la arena al que le están haciendo maniobras de reanimación, uff, vaya mal rollo de coco durante la segunda vuelta. Al acabar pregunté y me dijeron que era un participante de la media distancia, que lo habían llevado al hospital y estaba en la UVI, poco he sabido después, apenas una breve reseña en la prensa local, por lo que supongo que al final no sería nada más grave (que, no sé exactamente qué pasaría, pero ya bastante grave es).

Y para acabar otra cosa que me da cierta pena: siendo una prueba de excelente organización y precio inmejorable cada año disminuyen las inscripciones para la larga distancia. Los primeros años se acababan las plazas rápidamente y este año creo que éramos 132 inscritos (el límite 350), y 103 finalistas (en mi primer año y si no recuerdo mal, segunda edición fuimos 265 finalistas, que, como digo, cada año han ido disminuyendo). Por contra en la media distancia que se celebra simultáneamente cada año aumenta la participación. No sé si es que se ha pasado la "fiebre" de la mítica distancia IronMan, o que esta  prueba no tiene el suficiente "glamour" porque no es de marca famosa o qué (desconozco cómo andan de inscripciones y si también disminuyen o aumentan otras pruebas con apellido más ilustre)  pero es una lástima.

Y, en definitiva, que no sé qué hacer para el año que viene, porque seré un año más viejo y en teoría más lento, pero por un cochino minuto por parar a mear... sería mejor quedarse fuera por 15 minutos y así no cabrían dudas. Tengo hasta octubre para pensarlo y si me apunto habrá que entrenar más y si voy y tengo ganas de mear en la bici y me veo apurado de tiempo pues me aguanto o me meo encima, jajaja.

jueves, 14 de julio de 2022

Northwest 2022. Devuelto a corrales.

Una nueva edición del Northwest y allí estoy un año más a finales de junio. Y, como casi siempre, claro, con una preparación manifiestamente mejorable, pero se hará lo que se pueda. 

Y en esta ocasión se pudo a medias. Me devolvieron a corrales al final de la tercera vuelta de la bici.

Pero vamos por orden.

Este año, se recupera el Northwest sin restricciones ni otras modificaciones que hubo que introducir el año pasado por causas sobradamente conocidas. Así el día previo se vivió el ambiente normal en el entorno del lago, con la charla técnica otra vez al aire libre en la hierbera, en la que, aparte de las explicaciones habituales de horarios, recorridos y demás, lo que suscita mas interés es el tema de cambios de ropa y posibilidad de dejar ropas, bolsas u otros materiales en los boxes porque para el domingo se prevé más que fresco (más bien frío). 

Eso sí, este año hay una novedad, que no sé a qué se debió (no sé si por motivos organizativos, que creo que no, o más bien, quizás por motivos reglamentistas y de jueces) y esa modificación, dar la salida a las 9 de la mañana, cuando habitualmente se hacía no recuerdo si a las 8 o a las 8 y media, creo que es la que repercutió en otra novedad en forma de cortes intermedios de tiempo que no recuerdo que hubiera otras veces y que es lo que a la postre marcó mi Northwest.

Así que el domingo, a las 9, con bastante más luz que otras veces y también con más frío nos dan la salida a todos juntos (el año pasado en sistema "rolling star" en pequeños grupos). En los momentos previos nos han insistido en que nos abriguemos durante la bici.

Natación sin especiales complicaciones, con el lago muy tranquilo en la primera vuelta y algo más revuelto, pero sin excesivas molestias en la segunda. 

Otra novedad este año es la empresa de cronometraje, de modo que aunque había "alfombras" de control de tiempos de paso esos tiempos intermedios no se recogen en la clasificación que es mucho más pobre que en ocasiones anteriores.

En definitiva, en la natación hago 1:34:44, que siendo un mal tiempo es un minuto y algo menos que el año pasado (y puesto 36 de 40 de la categoría veteranos 2, no ponen el puesto general y no me apetece ir mirando en la clasificación).


Saliendo del agua en la primera vuelta para iniciar la segunda. Las fotos (no sólo ésta, todas) sí que podían ser perfectamente de otros años, porque al final, pues siempre son iguales (o casi).

La transición se me atasca un poco al ponerme los calcetines, mientras nos siguen insistiendo en que nos abriguemos, pero yo salgo igual, sólo con el mono. 4:44 en la transición, que también es un minutito menos que el año pasado.




Y en la bici, pues ni bien ni mal, más o menos como podía esperar. A ratos frío, a ratos bien de temperatura, a ratos viento (cada vez más fuerte) y a ratos lluvia, en fin, de todo un poco.

Eso sí, esas condiciones me vinieron muy bien, porque al no hacer calor en ningún momento, no me molestaron los pies, que generalmente con calor, al cabo de un par de horas o incluso a veces menos, me dan unos dolores terribles en las plantas que se mitigan sólo en parte y por muy corto tiempo echando agua, flojando las zapatillas, sacando algún rato las zapatillas de las calas o incluso sacando los pies de las zapatillas pedaleando con los pies sobre ellas. 


Y en esas iba, pensando en iniciar mi cuarta y última vuelta en la bici, cuando veo una cinta cortando la carretera y dos jueces haciendo aspavientos con los brazos para que parara. Que había un corte al final de la tercera vuelta de la bici que había que pasar a las 6 horas 45 minutos de iniciarse la prueba. Y llevaba, si no recuerdo mal 3 minutos más (maldita parada a mear). Y ahí se acabó todo. Sí que sabía que existía ese corte, pero no le había prestado atención, sí tenía en cuenta el corte al final de la bici, para el que quedaban otras dos horas y que, por tanto, veía factible pasar, dado que quedaban los 44 km que tiene la vuelta y estaba haciendo hasta ese momento 26 km/h de media, que no es que sea un barbaridad, pero tampoco es tan flojo, de hecho ahí iba como 3 o 4 minutos mejor que el año pasado. También es verdad que el año pasado fue mi peor Northwest (particularmente con la bici), pero precisamente por eso estoy convencido de que estos cortes no los había otros años; ni estos ni otro que había también si no recuerdo mal al acabar la tercera vuelta de la carrera a pie. Y como decía al principio, me da la impresión de que esos cortes eran consecuencia de que la salida fuera tan tardía.

Así que me quedé con mis 132 km en 5 horas y 5 minutos y con cara de tonto y de decepción, aunque no tanto como algún que otro compañero al que cortaron también detrás de mí (creo que yo fui la primera "víctima"), en el rato que estuve allí al menos otros 3 ó 4, y creo, viendo las clasificaciones que fuimos 9 en total, salimos en la clasificación como NC, aunque no sé si todos en ese punto.

Lo único bueno es que pude comer a gusto y con calma en post meta, cuando otros años ni medio comer podía del machaque de cuerpo que llevaba.

Y lo peor de toda esta batallita es que me deja muchas dudas de cara al futuro, me gustaría seguir haciendo esta prueba, porque le tengo mucho cariño, es de mis fijas, pero antes quizás deba ver el reglamento y si vuelven a poner esos cortes dejarla pasar de largo, porque en teoría el rendimiento no va a ser mejor un año más viejo y participar (si no voy a poder acabarla) me "bloquea" otras pruebas que me gustaría hacer en esas fechas, pero por otra parte, también me debería servir de acicate para intentarlo otra vez, total, fue por tres miserables minutos, mejor preparado y ya sabiendo lo que hay.

En fin... "ya veremos, dijo un ciego".

martes, 31 de agosto de 2021

500 de Asís. Versión 2 (motorizado).

Breve crónica, básicamente a base de imágenes, de la versión 2 de los 500 de Asís. (Por si alguien no sabe o no recuerda de qué se trata puede verlo aquí ). 


En aquella ocasión, hace ya 7 años se trataba de hacerlo a pie lo más rápido posible (en la medida de lo posible corriendo y cuando no se podía pues andando), por lo que quedaron muchas visitas pendientes a pueblos y ciudades que merecen (y mucho la pena) y así quedó dicho en mis rollo-crónicas de entonces. Este año a raíz de que un amigo me preguntó por aquella aventurilla estuve releyendo partes de esas crónicas y recordé lo escrito y que he comentado más arriba: las visitas que quedaron pendientes y de las que nunca más me volví a ocupar, así que decidí hacer el mismo viaje, pero en coche, parando y viendo con calma todos esos sitios que quedaron pendientes y además rememorar momentos, lugares y gentes que fui encontrando (he entrado incluso en algunos de los bares de entonces), haciendo fotos (algunas en los mismos sitios que las pocas que hice antaño y que voy a poner junto con las actuales) e intentando hacer el trayecto más aproximado al de aquella ocasión. Incluso los días casi han coincidido, antaño empecé el 20 de agosto y este año el 17.


Santiago de Compostela.

Inicio




Y este detallito me encontré al final (o al inicio) de la Calle do Franco (que es una, si no la más importante de las que llevan hasta la catedral). Para los de Ciudad Rodrigo ¿no os recuerda algo?, jaja, supongo que no tendrá nada que ver con nuestras Tres Columnas, pero ahí están.



Padrón.



Aquí D. Camilo José Cela. No sé si esas "pelotas" al pie del monumento tienen algún significado especial.

Y en el mismo parque-paseo, enfrente, Rosalía de Castro.


Otro detalle para los de Ciudad Rodrigo ¿os recuerda algo?, jeje, me suena un cartel casi igual.


Pero lo más curioso de Padrón fue ver nutrias en el río, en pleno casco del pueblo.




Caldas de Reis.


Y una fuente termal


Pontevedra.







 

Ponte Sampaio.





Redondela.


Tuy.






Valença do Minho.

Seguramente una de las fortificaciones abaluartadas más completas y mejor conservadas de Europa.


Tuy al fondo.





Con hasta siete pasos que franquear para entrar por la zona más próxima a la frontera española.





Y conservando lo que supongo que es el sistema de recogida de aguas en aljibes en los fosos.



Ponte de Lima.










Braga.


El bareto en el que entré en Braga antaño antes de afrontar la subida final.












Se parecen, pero no son la misma.


El buen "frei" sigue a pie firme siete años después (esta es la de este año).



Caldas das Taipas.

Con su curioso puente prácticamente al nivel del agua.






Guimaraes.

















Amarante.










Mesao Frio.



La tasca donde pude cenar algo aquel día crítico.


Y la casa donde afortunadamente pude dormir.

Laderas llenas de viñedos en el valle del Duero.

Peso da Regua.

De esas laderas y esos muelle sale el que luego será vino de Oporto.






Lamego.






Barroquismo portugués.









Gouviaes.

Un pueblín que no tiene más interés que recordar la especie de "bareto" donde no fui capaz de tomar ni un café con leche (está cerrado, claro) y el lugar en el que dormí (unos servicios públicos en una esquina de la plaza).







Ucanha.

Con su magnífico puente fortificado en el que se cobraban los "peajes" y sendos molinos a ambos lados.








Sernancelhe.


Esta vez tocó la hora del desayuno en lugar de la de la comida.











Peroferreiro.

Es otro pueblín que no tiene nada de particular una pequeña torre de iglesia con reloj y un tractor que debe ser de la misma época.


Pero en el que me encontré con uno de los lugares más "extraños", el bar Cangalho de Vasco Bota Vinho, que merece un álbum de fotos sólo para él. Está poco más o menos que la otra vez, una auténtica colección de "cosas" que llenan el local, aunque yo creo que le ha dado un buen lavado de cara, tiene mucho menos polvo, humo y suciedad en general, jaja, hace poco ha hecho obras y mejoras en los comedores y debe haber aprovechado para limpiar un poco. Algún día tengo que ir a comer, me dijo que se como muy bien (claro, qué va a decir él), pero me lo creo.

Ya por fuera se ve que es un lugar peculiar.




Nada más entrar lo primero que te encuentras es a esta "pareja". Al soldado se le encienden los ojos y hace un ruido que "semejan" disparos (supongo). Antaño iba también equipado con una máscara de gas.














No eran horas más que de tomar un café, pero el hombre se empeñó en que tomara un oporto y luego también a un licor beirao, ambos caseros hechos por él.

Y aquí, en este lavadero es donde dormí hace siete años.


Trancoso.















Pinhel.


Volví a sentarme un rato con este hombre, aunque esta vez menos cansado.








O Pereiro.

O Pereiro es otro pueblín en el que tampoco hay nada de especial, bueno, sí, la señora Julieta y su café, a la que no podía dejar de visitar. Otra de las grandes experiencias hace 7 años.




Puente sobre el Coa. Almeida.








Y para completar este "relato" fotográfico faltarían algunas fotos de Almeida, pero eso ya lo conozco y no me hacía falta parar para hacer la visita y ya tenía ganas de llegar a casa, así que me lo salté.