martes, 31 de agosto de 2021

500 de Asís. Versión 2 (motorizado).

Breve crónica, básicamente a base de imágenes, de la versión 2 de los 500 de Asís. (Por si alguien no sabe o no recuerda de qué se trata puede verlo aquí ). 


En aquella ocasión, hace ya 7 años se trataba de hacerlo a pie lo más rápido posible (en la medida de lo posible corriendo y cuando no se podía pues andando), por lo que quedaron muchas visitas pendientes a pueblos y ciudades que merecen (y mucho la pena) y así quedó dicho en mis rollo-crónicas de entonces. Este año a raíz de que un amigo me preguntó por aquella aventurilla estuve releyendo partes de esas crónicas y recordé lo escrito y que he comentado más arriba: las visitas que quedaron pendientes y de las que nunca más me volví a ocupar, así que decidí hacer el mismo viaje, pero en coche, parando y viendo con calma todos esos sitios que quedaron pendientes y además rememorar momentos, lugares y gentes que fui encontrando (he entrado incluso en algunos de los bares de entonces), haciendo fotos (algunas en los mismos sitios que las pocas que hice antaño y que voy a poner junto con las actuales) e intentando hacer el trayecto más aproximado al de aquella ocasión. Incluso los días casi han coincidido, antaño empecé el 20 de agosto y este año el 17.


Santiago de Compostela.

Inicio




Y este detallito me encontré al final (o al inicio) de la Calle do Franco (que es una, si no la más importante de las que llevan hasta la catedral). Para los de Ciudad Rodrigo ¿no os recuerda algo?, jaja, supongo que no tendrá nada que ver con nuestras Tres Columnas, pero ahí están.



Padrón.



Aquí D. Camilo José Cela. No sé si esas "pelotas" al pie del monumento tienen algún significado especial.

Y en el mismo parque-paseo, enfrente, Rosalía de Castro.


Otro detalle para los de Ciudad Rodrigo ¿os recuerda algo?, jeje, me suena un cartel casi igual.


Pero lo más curioso de Padrón fue ver nutrias en el río, en pleno casco del pueblo.




Caldas de Reis.


Y una fuente termal


Pontevedra.







 

Ponte Sampaio.





Redondela.


Tuy.






Valença do Minho.

Seguramente una de las fortificaciones abaluartadas más completas y mejor conservadas de Europa.


Tuy al fondo.





Con hasta siete pasos que franquear para entrar por la zona más próxima a la frontera española.





Y conservando lo que supongo que es el sistema de recogida de aguas en aljibes en los fosos.



Ponte de Lima.










Braga.


El bareto en el que entré en Braga antaño antes de afrontar la subida final.












Se parecen, pero no son la misma.


El buen "frei" sigue a pie firme siete años después (esta es la de este año).



Caldas das Taipas.

Con su curioso puente prácticamente al nivel del agua.






Guimaraes.

















Amarante.










Mesao Frio.



La tasca donde pude cenar algo aquel día crítico.


Y la casa donde afortunadamente pude dormir.

Laderas llenas de viñedos en el valle del Duero.

Peso da Regua.

De esas laderas y esos muelle sale el que luego será vino de Oporto.






Lamego.






Barroquismo portugués.









Gouviaes.

Un pueblín que no tiene más interés que recordar la especie de "bareto" donde no fui capaz de tomar ni un café con leche (está cerrado, claro) y el lugar en el que dormí (unos servicios públicos en una esquina de la plaza).







Ucanha.

Con su magnífico puente fortificado en el que se cobraban los "peajes" y sendos molinos a ambos lados.








Sernancelhe.


Esta vez tocó la hora del desayuno en lugar de la de la comida.











Peroferreiro.

Es otro pueblín que no tiene nada de particular una pequeña torre de iglesia con reloj y un tractor que debe ser de la misma época.


Pero en el que me encontré con uno de los lugares más "extraños", el bar Cangalho de Vasco Bota Vinho, que merece un álbum de fotos sólo para él. Está poco más o menos que la otra vez, una auténtica colección de "cosas" que llenan el local, aunque yo creo que le ha dado un buen lavado de cara, tiene mucho menos polvo, humo y suciedad en general, jaja, hace poco ha hecho obras y mejoras en los comedores y debe haber aprovechado para limpiar un poco. Algún día tengo que ir a comer, me dijo que se como muy bien (claro, qué va a decir él), pero me lo creo.

Ya por fuera se ve que es un lugar peculiar.




Nada más entrar lo primero que te encuentras es a esta "pareja". Al soldado se le encienden los ojos y hace un ruido que "semejan" disparos (supongo). Antaño iba también equipado con una máscara de gas.














No eran horas más que de tomar un café, pero el hombre se empeñó en que tomara un oporto y luego también a un licor beirao, ambos caseros hechos por él.

Y aquí, en este lavadero es donde dormí hace siete años.


Trancoso.















Pinhel.


Volví a sentarme un rato con este hombre, aunque esta vez menos cansado.








O Pereiro.

O Pereiro es otro pueblín en el que tampoco hay nada de especial, bueno, sí, la señora Julieta y su café, a la que no podía dejar de visitar. Otra de las grandes experiencias hace 7 años.




Puente sobre el Coa. Almeida.








Y para completar este "relato" fotográfico faltarían algunas fotos de Almeida, pero eso ya lo conozco y no me hacía falta parar para hacer la visita y ya tenía ganas de llegar a casa, así que me lo salté.

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