sábado, 3 de mayo de 2014

La Media de casa y el number guan.



Un año más la Media del pueblo, ese "hijo" que parimos (parieron) los Jaramugos hace 11 años y en cuya atención me vi involucrado desde su nacimiento, hijo que tras unos años dubitativos finalmente salió para adelante en nuevas manos adoptivas, sin despegarse del todo de sus padres biológicos, superando todas las expectativas iniciales y que no para de crecer.

Este año tocaba de nuevo correr, además quería correr fuerte y bien. Sin embargo, como casi siempre, la preparación no había sido lo suficientemente buena: unos kilos de más que no he sido capaz de quitar en todo el invierno y la Semana Santa el fin de semana anterior con sus muchas comidas y bebidas y su única salida a correr que más que correr fue procesión penitencial. Ay, a veces echo de menos esos inviernos de hace unos años en que preparando la maratón de Badajoz que se celebraba a finales de enero salía a correr así cayeran chuzos de punta o hicieran todos los grados bajo cero del mundo. Este invierno en cambio cuando no era por una cosa era por otra, se me hacía tarde, hacía frío o simplemente no me apetecía salir a correr y además como nos cerraron la piscina ni siquiera podía hacer un mediano mantenimiento de forma física como los últimos años en que esos días desapacibles los aprovechaba para nadar.

Sin embargo de piernas no me veía mal del todo, algunos días estaba corriendo razonablemente rapidillo, eso sí se me acababa pronto la gasolina.

Puestos en antecedentes a modo de "excusatio non petita...", jajaja. No estaba muy seguro de cuánto podía dar realmente, pero bueno veremos, como dice Atalanta "lúdico en la preparación, agónico en la ejecución". Yo a darlo todo, sea mucho o poco lo que pueda dar, pero no dejarse nada dentro. Puestos a cuantificar 1:35 estaría bien, no es lo que habría esperado unos meses atrás, en que la tenía como "objetivo" pero para las condiciones actuales estaba bien.

Unos días antes me viene encima una nueva "responsabilidad", por obra y gracia de Atalanta soy el dorsal nº 1. Uysss, hay que cumplir dignamente con ese papel.

Tomando el relevo de los "galones" de manos de Fito, el nº 1 la edición pasada.
Pero además hay que echar una mano en lo que se pueda, como ya sabréis casi todos la Media Maratón de Ciudad Rodrigo en esta su segunda y brillante etapa está coorganizada por el Club Cazahítos, el Club Rincón Oeste y los Jaramugos y Jumentos. Por nuestra parte realmente sólo está involucrado Abel y los demás acudimos a ayudar cuando se nos requiere, nada de desvelos ni preocupaciones, como hormiguitas obreras solamente hacemos lo que se nos "ordena". Así el sábado por la tarde estuve colaborando en el montaje de la infraestructura en el pabellón, tampoco penséis que un trabajo para deslomarse, con muchas manos (como es el caso) se monta todo en un periquete y después reencuentros, saludos, charlas y cañas con amigos locales y visitantes.

El domingo también hay que echar una mano para montar la línea de meta, pero aparte del madrugón, el trabajo también es llevadero, otra vez muchas manos colaborando me permiten coger pronto el autobús para la salida en Sancti Spiritus.

Preliminares al uso con algunas fotos que quedarán para el recuerdo.



Y a correr.

Salgo bien, me cuesta un poco coger el ritmo en el callejeo por Sanctis, pero enseguida estamos en carretera. El día es ideal, de momento algo fresco a la sombra, pero mejor, ya llegaría el momento de pasar algún sofoco. El viento como se preveía es lateral incluso más bien favorable.


Cómodos y razonablemente rápidos los kilómetros en subida hasta el cruce de la carretera de Bocacara y estamos casi en mitad de carrera, en la bajada un par de kilómetros desbocado, sin miedo a cargar las piernas demasiado. La recta (km 13-15) bien, corriendo con ganas y, de momento, sin atisbo de flojear. Otra vez a tope y forzando en la bajada de San Giraldo y conociendo la subida que se avecina decido tomármela con calma, a modo de recuperación  acortando mucho el paso, de modo que me alcanzan algunos a los que había adelantado en la bajada previa, pero tan pronto acaba lo más duro vuelvo a apretar, son kilómetros difíciles, 17-18, donde suele estar el "muro" en la media, pero me veo con fuerzas, eso sí, se acabó la comodidad, en este momento viene a verme Paula Radclife (o como se escriba), es ahora cuando empieza mi particular repertorio de cabezazos, cabeza gacha y apretar los dientes como en las grandes ocasiones, y parece que da resultado, el ritmo sigue siendo bueno, no tanto el estilo, jajaja.

Kilómetro 19, entramos en el patio de casa, la calle Santa Clara, mucho ánimo, mucho público y entro en una nueva fase de mi correr "agonístico", los cabezazos dejan paso a la boca abierta queriéndome comer todo el aire, veo gente, recibo ánimos que agradezco, pero no presto mucha atención, sólo sé que necesito oxígeno. Eso sí, como a mitad de la calle hay una señora mayor que me anima de forma "ortodoxa" y cuando paso a su altura anima con un "venga gordito" o "ánimo el gordito" o algo parecido, no recuerdo qué dijo exactamente, desde luego lo de gordito lo dijo, jeje. Como decía  al principio soy consciente de que no llego en mi mejor forma, me sobran 3 ó 4 kilos, pero hombre tampoco es que esté tan gordo, jajaja, muy atrás quedan los tiempos en que sí habría sido lógico oír esos comentarios. Así que un poco sorprendido me vuelvo por ver si detrás venía algún otro "gordito". Compruebo que no. Vengo solo, el comentario efectivamente era por mí, así que me salió "pero bueno, que no estoy tan gordo..." o algo así con el descojono de otro grupito de espectadores que había cerca.

En fin, sigo a lo mío, centrado, apretando lo que puedo, paso por delante de la puerta de casa, la Glorieta, ánimos conocidos, entrada a la muralla, último esfuerzo, línea de meta, Atalanta casi bajo la pancarta y fin.


Al final contento con el resultado, sin estar en plena forma hice 1:34:05, que si no me equivoco es mi segunda mejor marca en media y no estuve tan lejos de la mejor (aunque sigo teniendo mejor marca en la mitad de un maratón).


Recuperado el resuello, charlo un rato con algunos compañeros y con Atalanta bajo la insistente impertinencia de un "ordenanza" y a por las cervecitas recuperadoras.

Después desmontaje de línea de meta: unas vallas por aquí, unas cintas por allá, esas pancartas por el otro lado, sube lo otro al camión... y a la fiesta del pabellón. Comida y charlas, recogemos todo lo del pabellón con mucha gente colaborando y alguna otra estorbando y a seguir la fiesta largamente, pero esa es otra historia.

Aunque parece que alguien no ha querido verlo ahí están algunos Jaramugos currando en el desmontaje de la meta.


Parte de la organización y voluntarios después de recoger todo lo del pabellón. Buen trabajo.