miércoles, 3 de octubre de 2018

Ultra de Gredos. Crónica de una "muerte" previsible.

Cuarta edición del Ultra de Gredos, ya había participado en la primera, y tras algunos avatares organizativos y sin celebrase el año pasado, con nueva sede, en este caso en Arenas de San Pedro y alguna otra pequeña variación del recorrido, se hace ahora en sentido inverso al que hicimos el primer año.


La "carrera" es muy dura y lo sabía, más montañera que corredera (80 km y casi 4.800 m de desnivel positivo), y los tiempos de corte y el límite para entrar en meta (19 horas) muy, pero que muy ajustados. Y también lo sabía.


Además la preparación no había sido especialmente buena para esta prueba (aunque veo que sí había salido más al monte que por ejemplo el año pasado en que por estas mismas fechas hice el ultra de La Covatilla en la Sierra de Béjar) y también llegaba con dos o tres kilos más de lo que debía.

Con esos mimbres, ya tenía asumido que estaría muy ajustado en meta, que fácilmente podía llegar  fuera de control o en todo caso de los últimos, si no el último.

Salida a las 4 de la mañana. Noche casi con luna llena y muy buena temperatura, demasiado buena. Salimos corriendo por pistas y caminos anchos y relativamente cómodos donde aprovecho para correr todo lo que se pueda y en cada momento que se pueda, consciente de que es ahora donde puedo arañar algunos minutos, que luego en la parte más técnica y complicada de la sierra (que es la mayor parte del recorrido) ya no habrá posibilidad de correr. No sé si la "táctica" será la correcta, quizás habría sido mejor "guardar" algo, pero pienso que tengo que intentar avanzar lo más posible mientras el terreno más o menos lo permita.

Así que ya prácticamente desde la misma salida con una buena sudada, además no se mueve el aire para refrescar un poco, sólo en las partes más altas del recorrido hará algo de viento, más que viento una ligera brisa.

Subida casi continua, sólo hay una bajada de un par de kilómetros para llegar a El Hornillo, que es el único pueblo que atravesamos y está en el km 7, luego todo será alta montaña hasta la bajada del final (cuando también se pasa por Guisando). Salvo esa bajada y algún pequeño llano, subida cada vez más fuerte ya por senderos hasta el Puerto del Peón, por donde se me hace de día y luego hasta las proximidades de La Mira, total unos 23 km de subida en casi 4 horas y media, y yo entrenando en el pueblo por la cuesta de las Emes, que tardas en subirla dos minutos, jajaja.

Poco después del Puerto del Peón, con el espaldar de los Galayos de fondo.
A partir de ahí el recorrido será cumbreando toda la sierra hasta la cima del Morezón con paso por el Puerto de Candeleda.

Llegando al avituallamiento del Puerto de Candeleda.
El calor ya aprieta y eso que aún es relativamente temprano, el terreno aunque en ocasiones favorable, como ya sabía, tampoco permite correr lo que se dice correr, se puede trotar en algunos tramos pero siempre con el freno puesto, esquivando piedras y pasos entre rocas o piornos. Casi 10 km de cordal y dura subida al Morezón, 2.389 metros, que no conocía, y mira que he pasado veces a sus pies de camino a la Laguna Grande.

Tras una primer tramos de bajada también complicado se coge el sendero que luego enlaza con el de la Laguna Grande y ahí ya es donde se puede correr y en mi caso disfrutar casi casi de los kilómetros más rápidos de toda la prueba, además aunque no deja de ser un ritmo "medio trotón", vas adelantando a la multitud de senderistas, montañeros, caminantes o simplemente turistas que bajan a la laguna, lo que te da la sensación de ser una figura de nivel mundial, jajaja.

Llego al avituallamiento del Refugio Elola, con casi una hora de margen sobre el cierre de control, procuro comer y beber bien, realmente pese al calor hasta entonces no había bebido ni comido mucho, pero tampoco se puede uno parar mucho rato porque el límite de tiempo está ahí y ahora comienza lo más duro de la prueba. Salgo del refugio hacia arriba, por la Canal de los Geógrafos (creo que se llama así) camino del rellano del Ameal y enseguida veo que en esa subida de montaña pura y dura, sin camino, con rocas, grandes canchales, pasos complicados donde usar las manos, etc. me quedo atrancado y mucho.

En la subida de la Canal de los Geógrafos

Me adelantan otros participantes a los que, aunque también van muy lentos, no soy capaz de seguirles el ritmo. Tengo que parar a coger resuello cada pocos pasos y mi colchón de tiempo se deshincha rápidamente, tanto como que tardo en hacer un kilómetro 42 minutos. Son las horas de mediodía y ahora sí el calor ya pega de verdad, se agradecen los pocos minutos que vamos por la sombra junto a las paredes rocosas de la canal. La sensación es de pájara total, sin fuerza ninguna, sin embargo una vez que empieza la bajada del Gargantón, que también es un terreno complicado, me siento bastante bien, no se puede correr mucho (mejor dicho no se puede correr casi nada), pero bajo cómodo y vuelvo a adelantar a algunos que me habían pasado en la subida, lo que me desconcierta, porque si te da un pajarón de los de verdad no vas ni para arriba ni para abajo. 

Fin de la bajada del Gargantón y empieza la subida a Cabeza Nevada
Así que con "fuerzas" y ánimos renovados afronto la otra subida fuerte que tenemos sin solución de continuidad, hasta el Cervunal o Cabeza Nevada, 2.427 metros, el punto más alto de la carrera. La subida comienza por el camino que va a Cinco Lagunas, vuelvo a flojear otra vez, pero de momento es asumible. El problema de verdad empieza cuando se deja el camino y subimos monte arriba por pedreras y canchales. Otra vez me quedo clavado, sin fuerzas, parando cada dos pasos, con el estómago algo revuelto e incluso algo de dolor de cabeza. Imposible avanzar, ni bebiendo ni sin beber. Paro (y me siento en una roca) a comer unas almendras y me cuesta un mundo tragarlas. Un kilómetro en 49 minutos,y hasta la cima, unos 900 metros más en otros 50 minutos. Así que con esos ritmos me adelantan todos los corredores que venían por detrás y me quedo el último, ya tengo claro que al siguiente corte de tiempo que es en la plataforma unos 10 ú 11 kilómetros más adelante no voy a llegar así que decido abandonar en el siguiente avituallamiento en el Puente de Roncesvalles, tras unos 5 km de bajada y luego ya fuera de carrera, avituallado y descansado subir tranquilamente hasta la plataforma que es donde nos recogerá el autobús. Pero llegando casi arriba del Cabeza Nevada me alcanza el escoba que aunque viene haciendo toda la prueba viene fuerte y decido no retrasarlo más, así que me retiro allí mismo después de 12 horas y casi 46 km (según mi GPS, según el recorrido oficial debían ser unos 42-43) y me volveré a la plataforma bajando tranquilamente con los voluntarios que estaban allí arriba Jesús y Conchi, que me trataron de maravilla. Bajaré y eso es lo que más me duele, jajaja, por donde acabo de subir, me cagüen su sombra, si lo sé no subo.

Aviso a los voluntarios de que me van a tener que ir esperando, que voy sin fuerzas, en cualquier caso van a bajar con calma, porque van a ir desbalizando todo ese tramo hasta el Gargantón y como no tengo nada mejor que hacer les voy echando una mano con la tarea. Y otra vez en la bajada me encuentro bastante mejor de lo que pensaba. 


El caso es que la bajada hasta el Gargantón, desbalizando y todo, y por terreno difícil hemos ido a un ritmillo más o menos bueno, otra cosa ha sido en la subida para pasar a la Laguna Grande, ahí sí me tuvieron que esperar, jeje y luego la subida y la bajada hasta la plataforma aunque ya tocado de piernas, también hemos caminado rápido. La cosa es que me retiré en el peor sitio, el más alejado de los puntos de evacuación, en gana broma casi otros 11 kilómetros en 3 horas y tres cuartos.

En la plataforma esperando al bus estaban buena parte de los participantes con los que había ido coincidiendo en carrera casi desde primera hora, y por supuesto todos los que me habían adelantado en esas dos últimas subidas, algunos retirados en el Puente de Roncesvalles y otros en la misma plataforma, bien voluntariamente o bien, la mayoría, por no pasar el corte de tiempo. De una u otra forma, por la dureza del recorrido, lo ajustado de los tiempos de corte y sobre todo por el calor, la "escabechina" fue buena, llegaron a meta 70 y poco corredores, de unos 150 que salieron, más o menos la mitad.

Así que, por mi parte, puedo considerarlo como un "fracaso" relativo, jajaja, se ve que me estoy haciendo mayor para estas cosas tan largas, porque últimamente estoy rondando con demasiada frecuencia el fuera de control o los últimos puestos. También es verdad que en pruebas muy duras, con subidas demasiado fuertes, que no me van nada bien, y mira que me gustan para hacer montaña, pero no para "correr", y si a eso se une una deficiente preparación y una nula planificación... el resultado está ahí.

Lo que sí conseguí fueron todos los "males" propios de la ocasión: dolor de pies, de piernas en general, rozaduras de la riñonera, las escoceduras propias de tanto sudor en zonas confesables y menos confesables, jeje, cierto malestar general, en fin, lo normal, pero con el avituallamiento de meta, y descansar bastante bien, lo cierto es que al día siguiente estaba mucho mejor que otras veces y en un par de días sin más secuelas que un cierto cansancio, pero que me han dejado salir a correr sin grandes problemas la semana siguiente. Y es que este mes me tocan un par de maratones de asfalto. A ver si no pego también la "espantá".

La banda musical de la carrera han sido Los Tigres del Norte y sus corridos. Llevaba unos días escuchándolos y durante toda la carrera no he podido quitármelos de la cabeza. Aunque los más famosos son seguramente los que hablan de tráfico de drogas, voy a poner uno que siempre me ha resultado tremendo, escuchad la letra, la música en definitiva es casi siempre poco más o menos.

"El Espinazo del Diablo".


martes, 10 de julio de 2018

Northwest 2018. Uno más y una despedida.

Un año más, y es el tercero, estoy de madrugada en la playa del lago de As Pontes dispuesto a hacer el Northwest Triman. Vengo con buen entrenamiento (dentro de lo que cabe, claro, buen entrenamiento a mi manera), buena disposición y buenas expectativas, como siempre.

300 inscritos para el larga distancia, colocados por edad y mi dorsal es el 293, es decir, soy el octavo más viejuno, jajaja. Ufff, si es que me estoy haciendo mayor, y a este deporte están llegando cada vez más jóvenes.

Preparativos de rigor, con mucha calma, he dormido en la furgo en la zona de la salida junto al lago, bajar una cuesta y estoy en boxes, así que nada de prisas.


A mi lado está el compañero de Salamanca Pepe Valls, también ya habitual de As Pontes y por allí anda también Mon, joven triatleta de Sancti Spiritus que también repite.

¡A la playa!, y no a descansar precisamente.
Salida puntual y sin mucho lío me voy haciendo un hueco, pero a los pocos metros tengo que parar a colocarme las gafas porque me entra algo de agua. Estos momentos iniciales de la natación suelen ser en los que se va (al menos yo), más acelerado de toda la carrera. Aunque sepas que no eres un buen nadador te dejas llevar por los que estimas que son más o menos de tu nivel y no te quieres quedar descolgado. Pero lo mejor estaba por venir, no llevaríamos ni 100 metros cuando noto un golpe en la  muñeca y una rara sensación, miro mi muñeca y mi viejo Garmin 310 no está. Rápidamente me giro y ahí lo veo hundiéndose poco a poco, como a cámara lenta. Se ve cerca, estiro la mano, pero no lo alcanzo. Un segundo intento, cogiendo ya algo más de impulso, pero entre el neopreno que tira de ti para arriba, la sensación de que un tanto acelerado como vas de pulsaciones parece que luego no vas a ser capaz de tener pulmones para salir otra vez hacia arriba y sobre todo que con la claridad del agua quizás parece que el reloj está mucho más cerca de lo que realmente está, se me hacen eternos los pocos segundos que parecía tenerlo casi casi en la mano. Finalmente el rescate se tornó misión imposible, y lo vi hundirse como decía antes a cámara lenta, lo que aumenta más aún la sensación de impotencia, habiéndolo tenido tan a mano (o eso parecía). Así que vuelvo a la superficie un tanto desconsolado, como buscando con la mirada alguien cerca que vaya al rescate, pero evidentemente, no hay nadie. Y de propina me he quedado bastante retrasado, si no el último sí de los últimos. Lo cierto es que tampoco fue un golpe fuerte, pero sí debió ser bastante certero, justo en el canto del reloj, para (imagino) hacerle saltar algún pasador. En fin, mala suerte. Por lo menos estaba ya bastante amortizado, ya llevaba conmigo unos años, si no me equivoco desde enero de 2013.

Pasado el trance vuelvo a lo mío, y lo curioso es que luego ha sido una de las nataciones más limpias que he tenido sin apenas toques ni siquiera en las boyas. Cojo mi ritmo y poco a poco recuperando posiciones. Primera vuelta en 43:25 (dos segundos menos que le año pasado) y puesto 217. La segunda en 44:22, en la que también adelanto 10 posiciones. Tiempo total de la natación 1:27:47 (prácticamente 1 minuto menos que el año pasado, así que con tal de no empeorar va bien la cosa) puesto 207 de 242 y el 15 de 21 en la categoría de veteranos 2.

A por la segunda vuelta.
Transición sin problemas, en todos los tris que estoy haciendo este año no me pongo los calcetines en la T1, sino en la T2, así que es más rápida, soy el 39 de 242 y adelanto sólo en la transición 16 puestos, jeje.

Un trotecillo por el verde y a dar una vuelta en bici.
La bici también la hago bastante bien, voy confiado y cómodo, eso sí, sin referencias de ningún tipo, ni tiempo, ni velocidad, ni distancia, salvo unos carteles que cada ciertos km coloca la organización. No llevo nunca cuentakilómetros, esa función la hace (la hacía) el GPS. Aunque este año hay un pequeño cambio en el recorrido, por unas obras en el pueblo, el recorrido es el mismo, ya lo conozco de los años anteriores, 4 vueltas ida y vuelta por una carretera nacional cortada al tráfico con una subida fuerte de unos 3 km y algunos toboganes. Se puede rodar acoplado prácticamente todo el recorrido, al menos en las primeras vueltas, luego ya como buenamente se pueda, jajaja.

Cagüen la, aquí en plan todo profesional y me fastidió la foto otro adelantándome, encima de los del media distancia.
Prácticamente hasta la última vuelta he ido muy a gusto y disfrutando de la bici. Aunque el tiempo me jugó una mala pasada. Las previsiones que había visto un par de días antes decían que haría fresco (de hecho el sábado lo hizo) sin embargo como los otros dos años que he corrido aquí prácticamente el tiempo ha sido calcado: mañana bastante fresca a primera hora, más o menos hasta la mitad de la bici también fresco, algo nublado y agradable y luego en las dos últimas vueltas de bici empieza a hacer bastante calor a la vez que se va levantando cada vez más viento, que aunque molesto para la bici, al menos ayuda a mitigar el calor.


Como es mi costumbre bebo poco y como menos aún, en esta ocasión sólo plátanos, tres o tres y medio, en los avituallamientos. No sé si sería por eso o si no tiene nada que ver, pero ya en la última vuelta tengo algunas molestias de estómago, aunque de momento no creo que afectara mucho al rendimiento.

En todos los controles del chip de la bici voy ganando algunas posiciones, excepto al final, en los últimos 30 km en que pierdo 2. El tiempo de la bici 6:18:13 (cuatro minutos y pico más que el año pasado), puesto 166 de 240 y el 10 de 20 de la categoría y gano 18 puestos en la general. Esto sigue yendo bien, con la sombra de esas molestias del estómago.

T2 también cómoda y rápida (el 78 de 235), y aunque ahora me pongo los calcetines para correr, también gano 3 puestos.

Y el estómago sí va a ser un problema ya en la carrera a pie. De momento salgo corriendo, sin embargo me siento "obligado" a caminar antes de lo que debería haber sido, no por falta de fuerzas o del cansancio, sino por incomodidad, no obstante, tampoco es la debacle de la primera vuelta del año pasado, más o menos voy defendiéndome con ratos buenos, menos buenos y malos, dependiendo de lo que pueda rebajar la sensación de hinchazón del estómago a base de "soltar gases". Eso sí el calor también se deja notar, este año han puesto dos o tres duchas por el recorrido que aprovecho cada vez que paso por esos puntos, aparte de echarme más agua por la cabeza que la que he bebido. Además como voy sin reloj no sé ni cómo voy, al acabar la primera vuelta (y no sé si la segunda o la tercera) le pregunto la hora a unos espectadores más o menos por hacerme una idea. Pese a todo también en los distintos pasos por el control del chip voy ganando algunos puestos, incluso en la primera vuelta en la que pensé que habría sido al contrario (se ve que los había que iban peor que yo).

Aquí una secuencia de fotos en el mismo punto, pero en distintas vueltas, como decía antes unas veces vas medio bien, otras regular y otras mal, jeje. Además no deben estar colocadas por orden, me da la impresión de que la tercera foto, en la que llevo peor cara, es de la de la primera vuelta.






Esto es como un tobogán, sin saber porqué hay ratos en que parece que los problemas desaparecen y voy corriendo "desatado", jeje, y algunos espectadores (como ya me ha pasado en más ocasiones) me animan con fuerza, digo yo que al ver a un pobre anciano regordete, jajaja. Pero al final de la carrera, en los últimos 6 ó 7 km pierdo casi todo lo que había ganado antes, y eso que más o menos en los dos últimos hice un esfuerzo por llegar al menos trotando (a lo que también ayuda que ya era cuesta abajo, jeje).

Aprieta un poco que quedan 200 metros.
Al final la maratón en 4:56:44, es minutito y medio menos que el año pasado, pero sigue siendo el punto que hay que mejorar, puesto 175 de 222 y adelanto dos puestos, pero fijaos como corren los "jodíos" viejos que ganando dos puestos en la general, sin embargo pierdo tres en la categoría, en la que hice el 13 de 18.


El resultado final, 12:49:10 (dos minutos y algo, más que el año pasado), puesto 168 de 222 de la general y el 12 de 18 de la categoría de veteranos 2. Y aunque en el momento no quedé del todo satisfecho, porque sigo pensando que lo puedo hacer mejor en la maratón, al final, pasados unos días, como siempre lo que te queda es la buena sensación de haber acabado, y de haber acabado dando lo que puedas dar, sea mucho o poco, pero con el gusto del "deber cumplido".



Y ahora vamos con el obituario:

Aquí mi viejo amigo naranja. Compañero de tantas aventuras. Ya está reposando en el fondo del lago de As Pontes, como los grandes marinos que dieron su vida en la mar o los reyes vikingos, habiendo cumplido fielmente con su misión. Garmin 310 XT, te recordaré siempre, jajaja.


Y aquí mi nuevo amigo. Es un modelo antiguo, muy antiguo (el siguiente que salió después del 310), descatalogado y casi imposible de encontrar, salvo algún ejemplar por ahí suelto, como ha sido el caso, además a un precio casi de risa. Lo bueno es que el manejo es prácticamente calcado al anterior, con lo que no he tenido que emplearme muy a fondo con las instrucciones. Espero que cumpla tan bien como su antecesor.



Y como conclusión, aunque no he releído mis anteriores rollo-crónicas de otros IM de años anteriores, me da la impresión de que, salvo el percance del reloj, son casi calcadas, que prácticamente todos mis IM se desarrollan casi igual, es decir y de forma resumida (con lo que os podíais haber ahorrado el rollo anterior): que todo es maravilloso hasta que llega la maratón y me pego el batacazo; pero es que también me da la impresión de que incluso lo escribo con las mismas palabras. Se ve que mi vena literaria es muy limitada, jajaja, pero en cualquier caso gracias por tomaros la molestia de leerlo.

miércoles, 9 de mayo de 2018

III Triatlón de Toledo. El Alcázar no se rinde.


El fin de semana pasado III Triatlón de Toledo, aún no he dicho nada y mis múltiples seguidores está ya mordiéndose las uñas por saber qué pasó, jajaja. Tranquilos, ahí va una breve reseña, estaba esperando a ver tiempos, clasificaciones y esas cosas y a ver si aparecía alguna foto más. De momento sólo hay una y ahí estoy yo estrenando mi nuevo jato "calavera", con el Alcázar, que no se rinde, y casi casi pisamos podio.

La imagen puede contener: una o varias personas, personas de pie, árbol, exterior y naturaleza

Madrugón de los de categoría, a las 5:30 tenemos que estar en la zona de meta para que nos lleven las bicicletas y a nosotros hasta la salida, que está en el embalse de Cazalegas.

Natación muy buena para mí, creo que la mejor que he hecho en ningún tri. 1900 m. en 36:37 (voy a poner los tiempos de mi crono, no los oficiales). Acabo la natación el 176 de 228 y transición en 3:29. Y esa sensación de que ha sido buena natación se confirma cuando al principio de la bici me adelantan algunos participantes que en otras ocasiones habrían estado por delante. 4 kilómetros con aire a favor y el resto hasta Toledo, hasta completar los casi 80 km de bici con aire en contra y tendencia a subir, con algunos repechones que son más que repechones, particularmente el último ya en Toledo para subir desde la altura del río hasta la zona del parador. Al final por mi GPS 730 m. positivos y 2:57:48 a 26´5 km/h de media. También he hecho buena bici, rodando muy bien acoplado cuando se podía y subiendo con algo de dificultad, pero sin mayores problemas, y además adelantando bastantes posiciones (no pensé que hubieran sido tantas). Al acabar la bici soy el 150 de 222. Transición en 1:16.

Y empiezo a correr, son tres vueltas a un circuito de ida y vuelta, de momento muy bien, mucho mejor de lo que pensaría, primera vuelta a 5 min/km. Poco a poco va bajando el ritmo, pero sin ser escandaloso, noto mucho el calor, no es excesivo, pero al ser los primeros días que corro con calor se deja sentir, el circuito no tiene muchas sombras, pero el agua de los avituallamientos sí está fría al principio, luego ya sólo fresca, bebo poca agua y me "ducho" más y algo de isotónico. Los avituallamientos son demasiado pobres, habían anunciado agua, isotónico, coca cola y fruta. Sólo había agua e iso, quizás también geles o barritas, pero de eso no gasto, de hecho llevaba yo dos barritas y no las he probado, pero un trozo de plátano o sandía (que sí había en meta) o sobre todo algún vaso de coca cola sí que me habría venido bien (en la bici ya había bebido muy poco, sólo agua, y sólo había comido medio plátano). Pero bueno, también se puede decir que la carrera me salió razonablemente bien, en 1:51:59 para los 21 km.

Al final tiempo total 5:31:09 (el tiempo oficial es 5:32:00, que no sé de dónde sale ese casi minuto más) y puesto final 130 de 215, ganando también bastantes puestos en la carrera.

Y ahora viene lo del "casi pódium", jeje. Yo no me había fijado, pero alguien en los boxes de la T1, antes de la salida, comenta que estamos juntos los viejales, los dorsales van por grupos de edad. Al acabar la natación soy el 9 de 14 de mi grupo. Al acabar la bici soy el 5. Yo de estas cosas en carrera evidentemente no tenía ni idea, lo veo ahora en las clasificaciones. Y en la carrera veo que justamente hasta la mitad sigo siendo el 5º. En la carrera como nos cruzamos continuamente veo un dorsal "de los míos" que va corriendo bastante rápido, pienso que va delante de mí (luego he recordado que es un participante que en la bici nos hemos adelantado sucesivamente varias veces uno a otro, pero no me di cuenta de si había llegado a T2 antes él o yo). En definitiva, que pensaba que iba él delante, pero al llegar al último giro, veo que viene por detrás, muy poco por detrás, quedan 3´5 km a meta y me propongo que no me adelante, pero claro una cosa es proponérselo y otra lograrlo, jajaja, así que veo que como a unos 2´5 km ó 3 para meta me adelanta como una moto. Y él ha sido el 3º de la categoría y yo el 4º, jeje, por unos 2 minutitos.

Por otra parte, no lo puedo dejar pasar. Hace mil años que no iba por Toledo, y no recordaba o no tenía la apreciación de que fuera una ciudad tan fantástica. Quitando las horas (y las calles) de las inevitables marabuntas de turistas (en definitiva yo también lo era), me traigo un maravilloso recuerdo del paseo solitario por las callejuelas desiertas la noche del viernes. En cualquier momento parecía que te ibas a ver envuelto en una de las aventuras del Capitán Alatriste, rodeado por caballeros embozados al doblar una esquina o por espadachines en el fragor de una emboscada. Entre viernes y sábado yo creo que me he pateado todas las calles del casco histórico y algunas varias veces, jeje, es lo que tiene andar sin rumbo, pero ese paseo del viernes noche no lo cambio. Ah, y el Alcázar un "mamotreto" impresionante.

En fin, una provincia más que añado a la lista, y creo que van 39 en las que he corrido, y lo de ésta era imperdonable, siendo de las que me quedaban la que está más cerca.

sábado, 21 de abril de 2018

Carrera Garganta de los Infiernos. 15 de Abril 2018.

El domingo pasado en Jerte, octava edición de su afamada carrera de la Garganta de los Infiernos. Y no es para menos, el recorrido es una maravilla, sin grandes montañas, ni grandes alturas sale un recorrido muy resultón jugando tanto con los valles (la Garganta de los Infiernos que le da nombre y alguna otra) como con los montes. Además creo que todos los años cambian algo el recorrido, desde luego, caminos y senderos creo que tienen de sobra para hacerlo.

Pese a lo que nos habían contado en la charla del día previo a mi no me pareció nada técnico.El día antes nos habían asustado (al menos a mí) con que había zonas muy técnicas, bajadas peligrosas, zonas muy pedregosas, tramos encharcados corriendo casi por regatos o directamente por ríos. Jodo, nada de nada. Nada comparable con las molestísimas piedras irregulares e inestables de nuestra Sierra de Francia o de Las Hurdes por ejemplo, y lo del agua... me cagüen, estos no han corrido nunca el Alto Sil, jajaja. Si apenas nos hemos mojado los pies nada más que para cruzar un río en que no dabas más de tres o cuatro pasos por el agua, y eso el que quería, que el que no quería mojarse, aun con riesgo de algún resbalón con cuatro brincos no se llegaría ni a mojar los pies (en un paso perfectamente protegido con cuerdas y cubierto por voluntarios para evitar problemas porque el agua sí que llevaba cierta fuerza).
El vadeo en la Garganta Chica (por ahí acabo saliendo también en no sé qué minuto).


Al contrario, para mí el tipo de recorrido y terreno han sido ideales. Subidas y bajadas no excesivamente pronunciadas, la mayor parte por caminos y senderos bien trazados, con piedras y rocas, naturalmente, pero nada del otro mundo, además la roca generalmente granito bien asentado, quizás el terreno que más me gusta para correr por el monte.
Y por las circunstancias meteorológicas el terreno blandito, pero sin encharcar y con poco barro, sólo en algunos tramos casi del final. Los primeros pueden hacerlo prácticamente todo corriendo, incluso para los lentos como yo la mayor parte es corrible. Eso sí, le meten tres subidas cortas pero que te dan la risa, jajaja. Seguidas, lo llaman "la corona", la primera la más larga de las tres (unos 300 metros) "el muro", la segunda no recuerdo y la tercera "la puntilla".


Coronando "el muro"

El día nublado, con ligerísima llovizna a ratos y niebla en las zonas más altas, un poco fresco, pero no frío, ideal de temperatura para correr (hablo, naturalmente, de mí, supongo que para otra gente haría un frío "casi polar") , eso sí con mucha humedad. La pena lo de siempre, que viene bien para correr, pero no ves un pimiento del entorno, y en ocasiones ni te sitúas por dónde andas.


Organización bien, quizás demasiado "precavida" (no sé si por iniciativa propia o por necesidades federativas), pero evidentemente cada uno se tiene que cubrir en sus cometidos, marcaje perfecto, incluso en ocasiones excesivo, buenos avituallamientos, voluntarios y protección civil en bastantes puntos y como decía al principio muy buen recorrido.

Por mi parte muy contento, he ido a gusto y sintiéndome cómodo casi toda la carrera. Salí bastante atrás y luego desde la primera subida al salir del pueblo me ha adelantado bastante gente. Sin embargo ya en la primera bajada y sobre todo en la siguiente subida he ida adelantando bastante, lo cual me deja algo sorprendido, porque siempre solía perder posiciones en las subidas, pero las que no son muy pendientes no las hago del todo mal. Adelantando gente casi durante toda la carrera, hasta los últimos 6 ó 7 km. en que he flojeado algo, quizás por simple cansancio, quizás por falta de avituallamiento (no he comido nada más que un trocito de melón y el jugo de tres gajos de mandarina y he bebido unos vasos de acuarius). Así que el final se me ha hecho algo pesado, y gente que me ha adelantado en esa última parte me ha sacado "bastante" tiempo en meta, pero me sigue quedando buen sabor de boca.

4 horas y 9 minutos para 27 km (a mí me salen 26) y pese a estar contento con mi carrera puesto 209 de 251 y el 21 de 27 de mi categoría. Y es que había bastante nivel, era no sé qué campeonato, o copa o algo de España, de Extremadura y no sé qué más, corriendo bastante participantes de selecciones regionales (este aspecto "oficialista" es lo que me llama menos de todo esto). Por contra me he encontrado con algunos amigos a los que hace tiempo que no veía y me he reencontrado con otros ya habituales en estas carreras del norte de Extremadura y sur de Salamanca.

Con algunos de los "lagartus" de Eljas