Toda esta semana he estado muy perezoso para escribir, además esto de participar varias veces en las mismas pruebas y contarlas luego, da como resultado que uno se acaba repitiendo, así que como lo más destacado ya está contado el año pasado y el anterior me centraré, básicamente a base de fotos (las he ido pillando de aquí y de allá, gracias a los fotógrafos y a los corredores-fotógrafos que las han ido poniendo luego en el internés), en el aspecto novedoso que supuso hacer prácticamente toda la carrera sobre nieve salvo el paso por el punto más bajo en Páramo del Sil.
Otra novedad fue que la organización nos ofreció una estupenda cena de pasta el sábado al módico precio de 5 euripios. Ya por la tarde había encontrado a Yonhey y a Alberto junto a otros "RdB"
Como en los años anteriores dormí en la tienda. Ya a lo largo de la noche se oía "algo sospechoso" y esto es lo que encontré al asomar la cabeza cuando me levanté a las 7:30
Sin embargo no hacía ni mucho menos tanto frío como hace dos años, un poco más tarde el coche me marcaba 0º (lo que viene siendo ni frío ni calor).
Obligatorio cortavientos, buf o gorra y guantes, porque en los altos se prevé mucho frío y viento. De momento salgo en plan machote con el chubasquero atado a la cintura y los guantes en los bolsillos (sólo llevaba esa camiseta y los manguitos, nada debajo, aunque parezca que llevo 3 ó 4 capas, lo que pasa es que estoy mu gordo, jeje), y luego ya veremos ...
Primera subida. Pista.
Sin embargo no hacía ni mucho menos tanto frío como hace dos años, un poco más tarde el coche me marcaba 0º (lo que viene siendo ni frío ni calor).
Obligatorio cortavientos, buf o gorra y guantes, porque en los altos se prevé mucho frío y viento. De momento salgo en plan machote con el chubasquero atado a la cintura y los guantes en los bolsillos (sólo llevaba esa camiseta y los manguitos, nada debajo, aunque parezca que llevo 3 ó 4 capas, lo que pasa es que estoy mu gordo, jeje), y luego ya veremos ...
Primera subida. Pista.
Primera bajada. En gran parte cortafuegos y empiezo a notar que se cargan los cuádriceps. Es lo que tiene no entrenar prácticamente nada y montaña menos aún.
Tras el paso por Páramo empieza una nueva subida, la más larga. En este caso hay novedad en el recorrido, han cambiado la subida por pista por un sendero mucho más atractivo.
Al poco de empezar a subir me dan unos "achuchones" de estómago que me hacen parar, continúo y al rato los achuchones se repiten, hasta que no tengo más remedio que parar para aligerar peso detrás de esa cabaña.
Llegando al final de la subida hay una explanada. Aquí en terreno alto y abierto sopla el aire de cara y hace bastante frío, con algo de ventisca, sin embargo no me pongo el chubasquero ni los guantes, será sólo un momento en lo que empecemos la bajada. Con la camiseta empapada parece que llevo una plancha de hielo en el pecho y la visera de la gorra también se queda congelada con la nieve pegada.
Es el punto más alto de la carrera y prácticamente la mitad del recorrido, han puesto un arco en medio de la nada y poco más adelante en un refugio hay avituallamiento y control de tiempo intermedio.
Así estaba un par de días antes cuando fueron a marcar el recorrido.
Poco después del aviutallamiento empieza la bajada hacia Primout, en principio fácil sin mucha pendiente y por caminos amplios y despejados
y un poco más adelante la parte más complicada con algo de barro y árboles y ramas que obligan a ir mirando continuamente arriba y abajo
Primout, encajado en el fondo de un estrecho valle donde, según mi amigo Fernando del vecino pueblo de Noceda del Bierzo, "el sol nunca entrou y una vez que entrou a todos quemou", de postal navideña
Pasado el pueblo la carrera discurre junto al río, otra zona complidaca y divertida con zonas encharcadas, mucho barro y piedras resbaladizas, sin embargo este año el río no viene crecido como los años anteriores y apenas nos mojamos poco más que los pies, nada del agua por las rodillas como los años pasados. Si es difícil para nosotros aún no me explico cómo llegaron allí dos ciclistas con los que me crucé. Por la sorpresa al verlos o por distraerme "de lo mío" en el momento de cruzarnos tropecé con una piedra y vi el suelo a un palmo de la nariz, pero pude poner las manos a tiempo y no pasó de ahí.
Una vez que dejamos el río comienza la tercera subida hasta La Collada. Para mi la parte más fea de la carrera, pista muy empinada y que nunca se me ha dado bien.
Y desde la Collada, bajada final hasta Santa Cruz, en su mayor parte entre bosques. Llego ya bastante cansado, falto de kilómetros y de fondo, los cuádriceps ya muy tocados y tengo también algunos calambres, aunque en ese sentido pensé que me iría mucho peor, desde luego este final entraba dentro de lo previsible. Con algunas zonas muy empinadas y resbaladizas, ni las fuerzas ni los reflejos responden, lo que se traduce en un buen culetazo. En la subida y en la última parte de la bajada ya mucho más sencilla y en la que se puede correr bastante (el que llegue con una chispita de fuerzas) me ha pasado un montón de gente.
Al final contento por acabar, 4 horas y 12 minutos para una distancia sin determinar exactamente entre 30 y 32 km. Lo dejaremos en 31 por ejemplo, algo más larga con el nuevo recorrido.
Tras la entrega de premios, con el original y rústico pódium
paella para todo el mundo y hasta otro año.
Como siempre organización extraordinaria y ambiente fenomenal. Esta carrera ya se ha ganado un nombre y un sitio en el inicio de temporada. Además este año con una participación de muchísimo nivel. Realmente buen nivel lo ha tenido siempre (Heras creo que ganó los dos años anteriores), pero este año había muchos más de los buenos, incluso con corredores extranjeros de renombre. Aviso a interesados para futuras ediciones: las 400 plazas que había se acabaron en menos de un día.
Ah, que se me olvidaba, sin noticias del gemelo. Sin embargo salí el jueves un ratillo por ver si las agujetas iban desapareciendo del todo y el gemelo volvió a molestarme un poquillo, ya no sé si es sugestión, si son las zapatillas o si es el asfalto. Bueno, a ver si con el cambio de hora ya puedo salir de día y dejar el recorrido del invierno con sus farolas, sus aceras y su asfalto para correr algo más por el campo, a ver si la cosa va mejor.
Ale, al final he soltado un buen rollete como siempre.
P.S.- Muchas gracias a Gelu y Fernando y sus respectivas familias por acogerme en Ponferrada y Noceda.