jueves, 25 de agosto de 2011

Retolicar.



Hoy una extraña palabra que también me gusta mucho y la he oído muy pocas veces.

Retolicar viene a ser algo así como refunfuñar, protestar, renegar, pero no de manera clara, sino entre dientes, en voz lo suficientemente alta (o baja como queramos decirlo), para que te oigan los de alrededor, pero no tanto como para que se aprecie una oposición frontal, en definitiva una protesta resignada sabiendo de antemano que no va a servir de nada.

Y traigo esta imgen, porque lo de retolicar lo asocio a las abuelas, a esas abuelas que no comprenden las modernidades de sus hijos o nietos, que se sienten apartadas de la toma de decisiones, que no entienden de nuevas comidas, ni esos extraños modos de vestir de los jovenzuelos, en definitiva que se ven relegadas a "entretenerse" con sus ovillos de lana o sus ganchillos retolicando continuamente mientras ven que su opinión no es tenida en cuenta.

domingo, 21 de agosto de 2011

I Carrera Popular de Bañobárez. Al estilo Jaramugo.

Nueva carrera en la provincia, están empezando a ser numerosas, sobre todo en verano con motivo del regreso  vacacional de los "hijos del pueblo" que andan por ahí desperdigados por esos mundos de Dios. En ésta, viendo la lista de inscritos muchos corredores figuran como procedentes de pueblos cercanos, pero en otros casos figuan lejanas tierras con la coletilla de alguno de los pueblos de la comarca.

Un viernes por la tarde de agosto, casualmente salió el día de más calor de todo el verano. Debía hacer unos 3.500 grados centígrados, jajaja. Estoy pensando que quizás se podía hacer un poquito más tarde, incluso una hora, aunque en ese caso puede que se haga demasiado tarde para que la gente vuelva a sus respectivos pueblos.

Como algunos "Jaramugos" somos muy jumentos, en particular Atalanta y yo, nos vamos por la tarde en bici hasta Bañobárez, son 35 kilómetros con el viento a favor, terreno con continuos toboganes en los que Atalanta se me va facilísimamente y luego tengo que apretar en las bajadas y en el llano para enlazar con él, que a su vez floja el ritmo (si no, no los pillo ni de casualidad a él y a su cabra). Carretera muy peligrosa siempre y más en verano, sobre todo hasta Castillejo, para otro año habrá que dar un rodeo para ir por otro sitio, la pega es que sale casi el doble de distancia, jejeje. Llegamos con un reseco de consideración, a veces las bocanadas de aire no eran de aire, eran de "fuego", imposible apagarlo con el agua caldosa del bidón. En una hora y seis minutos estamos en la plaza de Bañobárez con una cerveza en la mano para recuperar mínimamente el frescor.

Ya anda por allí toda la familia Efedequis, que por si eran pocos para pillar premios en las carreras provinciales en esta ocasión traen refuerzos nada menos que  de "la Francia".

También encontramos al resto de farinatos y "rincones oeste". Poco después aparecen Bienvescribe.com, "hijo del pueblo" y Davidiego. Se ha echado en falta a muchos paisanos. No obstante en la organización están más que satisfechos, casi 100 corredores en una primera edición de una modesta carrera veraniega de un pequeño pueblo está pero que muy bien.

La hora de inicio es las 8 de la tarde, haciendo la cuenta atrás conforme van sonando  las campanadas del reloj del ayuntamiento. Como ya ha quedado más que claro muchísimo calor (el cuenta de la bici creo que me llegó a marcar 36º), recorrido de 10.098 metros según indica la organización por caminos y pistas en torno al pueblo, continuo sube y baja, aunque parece que sólo se sube, jeje, hago los dos primeros kilómetros relativamente bien, pero a partir de entonces empiezo a pasarlas canutas, con el calor, las cuestas, que en otras condiciones se habrían hecho durillas, pero no más, se me hacen eternas, deseando ver pasar los carteles indicadores de los kilómetros. Al final 50:35 y menos mal que la llegada al pueblo y a meta es cuesta abajo y ya puedes poner un poco de mejor cara, porque si no, todo el mundo habría salido en las fotos con cara de "travesía del desierto".

La organización perfecta: el marcaje del circuito, dos avituallamientos en carrera y uno final sobresaliente con sandía y bebidas en abundancia para todo el mundo. Yo con el sofocón y con las ansias con las que llegué me comí tres rajas de sandía y un montón de bebida, con lo que ya estuve el resto de la tarde medio derrotado por el empanzonamiento, sin poder disfrutar como merecía de la posterior merienda a base de hornazo, empanada y más bebida fresquita. Todo buenísismo. Lástima una vez más el enorme  calor, porque no refrescó nada ni una vez anochecido.

Y después aprovechando que Bienvescribe.com tiene casa en el pueblo nos quedamos a tomar unas cervezas y a dormir allí Atalanta, Bienvescribe, Efedequis y el menda. Al día siguiente otra vez Atalanta y yo en bici de vuelta a Ciudad Rodrigo.

Mención especial para Efedequis: no lo teníamos que haber aceptado como compañero para las cervezas, no se las ganó. El tío, que iba para estar en cabeza se retiró en el km. 2 con esas neuras que a veces  le dan a los de adelante cuando no se ven bien. La presión de las estrellas, jajajaja.
-¿Qué te pasó?.
-Nada, que no me sentía agusto, no iba cómodo le empecé a dar vueltas al coco y ...  media vuelta.

En fin, que ha nacido una estupenda carrera y que esperemos que con la ilusión del Club Los Piratas y el apoyo del pueblo en general se consolide para que en años sucesivos tengamos otro día de agosto "ocupado".

miércoles, 17 de agosto de 2011

Vigilando la patata.

bloqueo

Hace unos días acudí al Centro Regional de Medicina Deportiva en Valladolid para hacerme un reconocimiento, dicen que viene bien.

Hace un montón de años que no me hacía ni siquiera un análisis de sangre, más años incluso que no me hacía un electro y nunca me he hecho una prueba de esfuerzo. Sabía de la existencia del Centro Regional de Medicina Deportiva, pero nunca me había propuesto seriamente acudir a él, entre otras cosas porque no me apetecía desplazarme una mañana a Valladolid, es lo que tiene lo de vivir en un extremo de la periferia, y menos en época de trabajo.

Sin embargo, en principio sólo por curiosidad y por ver el estado de salud "deportiva" en general me interesé por el asunto, por si esto funcionaba tambien en agosto, cuando yo tengo vacaciones. Dicho y hecho. No sé si el día 1  ó 2 de agosto contacté con ellos pidiendo una prueba de esfuerzo, aunque en mi caso no le saque todo el rendimiento posible, pues en mis "entrenamientos" no sigo planificación alguna, ritmos, umbrales ni nada por el estilo, vamos no uso ni pulsómetro.

Para mi sorpresa al día siguiente me llaman por teléfono: de momento no te hacemos prueba  de esfuerzo, pero sí reconocimiento médico, el día 9. Vaya, esto sí que  es rapidez, ¿será siempre así o es que en agosto la mayoría de deportistas "serios" están de descanso?.

Sea como fuere: análisis de sangre y orina, electro, espirometría, toma de medidas, flexibilidad (no sé si me dejo algo) y entrevista con el médico.

La espirometría no sé si es que no la hacía bien o qué, la tuve que repetir varias ocasiones, porque daba unos resultados muy bajos, me decía la enfermera que tenía que tener más capacidad pulmonar (efectivamente intuyo que no debo tener mucha), aunque ahora con los resultados es normal.

Hoy me han llegado los resultados:
Peso 80´4 kg (ay madre el veranito, sus cervezas y sus merendolas), altura 174´4 cm (vaya siempre decía que 1´75, habré encogido algo), IMC, 26´4, lo cual significa que soy obeso, jajaja.
Cintura: 90´1 cm., cadera 100´8 cm., l. cintura cadera: 0´89, normal.
Espirometría compatible con la normalidad  FVC 97%,  FEV1  105%.
Analítica: eosinofilia. Que parece ser según el internés que no es nada malo.

De los análisis me sale el asterisco en:  Colesterol 263 (los valores normales son 120-220) y Colesterol HDL 95´28 (30-65), juer según lo vi no me cuadraba tener tanto colesterol, luego indagando un poco ya he visto que el de los 263 es el "total", que no sé que pueda significar un total tan alto, pero al parecer no debe haber problema ninguno porque el de 95´28 es el "colesterol bueno", que está bastante por encima de lo normal, mientras que el "malo", el LDL está dentro del valores normales 145 (60-160).
También me sale le asterisco en lo de los Eosinófilos %, tengo 9´7 (0-5) y en  eosinófilos 0´58 (0´04-0´4).

Pero, en fin, al grano, ya en la consulta el médico al ver el electro vio algo raro, cuyo nombre no recordaba hasta ahora con el papel delante (y con el google, porque el informe no da más que iniciales)  era  un "Bloqueo auriculoventricular de primer grado" y me mandó a una compañera de medicina interna. Según el informe: Electrocardiograma: B A-V 1º (334ms). FC: 61 lpm.  TA: 145/80 mm Hg. Normal.

La mediquesa me explicó que inicialmente no significa nada "malo", que es algo relativamente frecuente en deportistas y que puede deberse a una adaptación del corazón a la práctica deportiva continuada, no obstante me prescribió un prueba de esfuerzo para comprobar que todo está en su sitio y que no se deba a otras circunstancias más dañinas. Pero que incluso hasta entonces siga con mi rutina deportiva habitual.

Esta mañana como digo me han llegado los resultados de las distintas pruebas y al ver eso ya he andando indagando en el internés (qué bueno y que dañino a la vez puede ser para todas estas cosas médicas -y no sólo médicas- porque parece que leyendo lo que se ve por ahí ya todos somos expertos en cualquier cosa, jajaja). En fin, que según leo, en efecto, no tiene porqué ser malo, que puede ser inlcuso transitorio, que es conveniente revisarlo periódicamente, etc, etc, así que el 30 de septiembre vuelvo de excursión a Pucelandia.

De todos modos, por si me dicen que tengo que dejar el deporte tal y como lo llevo practicando hasta ahora ya tengo elegido otro menos agresivo, el tiro con arco, jajaja.

martes, 16 de agosto de 2011

II Travesía Mi-río-brigense. Descenso del Águeda.

Segunda edición  de la travesía "jaramuga" de nuestro querido río Águeda.

Y en pocas palabras, como los titulares de prensa de los grandes eventos. "Éxito de crítica y público".

Sábado a las 17:00 más o menos en el Risco de Martiago. 9 nadadores

 y otras tantas piraguas (o alguna más), que ya nos estaban esperando

además de un "considerable" público en la llegada. Perfecta "desorganización" (está mal que yo lo diga), jeje y creo que todos felices y contentos y con ganas de repetir el año que viene.


Ya se están estudiando otras opciones más "jumentas" aún, aunque yo creo que esto se mantendrá así (sin perjuicio de hacer otro día otra travesía en el pantano de Irueña) ha quedado un formato muy chulo, distancia larga, pero asequible: unos 4.500 m. a nado y algo más de 10 km. de carrera.

Aire a favor en casi toda la travesía que ha facilitado que se nadara rápido, yo al menos casi 11 minutos menos que hace dos años, que salen de una mejora sustancial de mi propio rendimiento, supongo que de lo del aire (creo que todos los que repetimos hemos mejorado bastante el tiempo) y de las "luchas enconadas" que ha habido entre las tres primeras parejas, jajajaja: Davidiego y mi tocayo Agustín (no tanto en la natación como en la transición), Chago y Silvia  en las trazadas de las curvas, donde se recortaban o se distanciaban y Atalanta y yo que hemos llegado "al sprint". Por detrás Patxi, llegando muy cerquita de nosotros, Alberto, con quien no he tenido oportunidad de hablar después y Yosu que para el tiempo que lleva nadando se puede dar por satisfecho.

Y no me extraña que se haya nadado rápido, ya en la salida parece que la gente tenía prisa, todos al agua, que casi ni nos pudimos hacer la foto de la salida, haciéndola ya metidos en el agua en lugar de hacerla sobre el viejo puente. Aún me estaba ajustando el neopreno y poniéndome las gafas cuando se dio la salida, me quedé el último. Cuando ya se establecen las posiciones tengo muy por delante a Atalanta, que ha salido rápido, pero le voy recortando muy poco a poco. Finalmente justo cuando llevamos 1:18 lo alcanzo, casi llegando a la última curva y vamos un buen rato en paralelo, yo voy más rápido, pero el jodío de él no se deja adelantar, intento nadar más rápido y no hay manera, no se despega, además me va obligando a abrirme cada vez más (como el inglés ese con Noya, jajaja) en lugar de ir apurando la trazada para tomarla más pegada a la orilla y por tanto más recta. Finalmente lo sobrepaso del todo, me cruzo por delante de él y hacia la salida, jeje, llegamos pegaditos. 1:32:21.

Y quedaba la segunda parte. Este año la jaramugada había crecido: no se trataba sólo de hacer la natación, además iríamos corriendo desde el pantano hasta la Alameda, algo más de 10 km. No todos hicieron esta segunda parte, a cambio se unieron algunos que no nadaron.

Para la carrera cada uno a lo suyo, según salimos del agua a correr.


Atalanta y yo salimos juntos, hacemos los primeros kilómetros muy rápidos, claro son cuesta abajo y además todavía se nota el fresco del traje húmedo. Hacemos juntos hasta que empieza la subida a Sanjuanejo, casi la mitad del camino. Y a partir de ahí ya se nota mucho calor y lo peor, la boca muy reseca. En fin se hace lo que se puede.

Llegada en el Picón, nada más llegar un bañito y a continuación una buena cerveza y de ahí T2, T3, T4, etc, etc, hasta anoche un no parar de comer y beber, a ver si hoy puedo volver a hacer algo de deporte, para bajar, pollos, patatas fritas, pipas, cervezas, paellas y demás.

Ha estado bien, gracias a todos los participantes, acompañantes y piragüistas. Pego un vídeo con fotos y vídeo que hizo Medina desde la piragua y que ha colgado en su blog: http://turismoactivocr.blogspot.com/

miércoles, 10 de agosto de 2011

Rivalva.



En estos días calurosos y a esta hora no cuadra mejor traer a este rincón de las palabras que  "rivalva", ni siquiera sé si está bien escrita, lo cierto es que ni siquiera sé si semejante palabra ha sido escrita alguna vez.

Rivalva o rivalvina no es más que una siesta,  o una siestina, jeje.

Sólo se la he oído utilizar espontáneamente a una persona, al bueno de Angelito Obleas. Claro que al socaire de ello y una vez liada la conversación alguien más ha dicho que sí la conoce, que se la había oído a tal o cual pariente.

En fin que os siente bien la rivalvina y sobre todo que no os siente mal el despertar.

jueves, 4 de agosto de 2011

Ehunmilak 2011. Andanzas y desandanzas de un charro en tierras vascongadas.


-¿Vas a correr este fin de semana?.
-Sí, a Guipúzcoa.
-¿A qué parte?.
-A todas.

Esta había sido una conversación "tipo" con la gente cercana la semana previa a la Ehunmilak. Y es que 100 millas, o lo que es lo mismo 168 km. dan para "correr" y recorrer muchos lugares.

Somos tres Jaramugos embarcados en la aventura: Mortadelo, Atalanta y el menda.


Somos optimistas, o quizás demasiado despreocupados o inconscientes, en parte por llegar a Beasáin el mismo viernes a la hora de comer, con lo que no te da para darle muchas vueltas a la cabeza. No es que lleguemos "pillados" de tiempo, pero tampoco sobrados. Nada más llegar recogemos el dorsal y a la comida: un viejo caserón perfectamente restaurado y aunque somos de los últimos comida y bebida en abundancia. Particularmente no desaprovecho la oportunidad para "escanciar" (¿se usa por aquí la misma palabra que en Asturias?) unas sidras y comerme un buen trozo de "brazo de gitano" (vamos, que casi casi me comí hasta el codo, jajjaja).

En los momentos previos a la salida nos vamos viendo y saludando con unos cuantos que ya vamos siendo conocidos de unos y otros, en definitiva este mundo de locos del ultrafondo va creciendo poco a poco, pero tampoco somos tantos, con lo que al final vamos coincidiendo en pruebas y entrelazando relaciones, relaciones nacidas en ocasiones gracias a los mundos internáuticos, ¿cómo era aquella canción?: "los amigos de mis amigos son mis amigos, uhhh, vaya lío"...., jajjajaja.

Salida alegre y ya en las primeras subidas nos topamos de bruces con lo que va a ser la constante de la prueba subidas muy fuertes, no excesivamente largas, pero con muchísimo desnivel, de modo que a veces cuando desde abajo intentas adivinar el camino que te queda por delante ves una fila india de "caminantes" subiendo a derecho por la ladera, nada de "zetas" ni otras estrategias que faciliten el ascenso, jejeje.

La historia del bastón muerto y resucitado.

Hace casi 2 años, en el UTMB uno de mis bastones murió. Se le soltó una de las piezas que sirve de anclaje y atornillado de una de sus secciones y buena parte del Mont Blanc la hice con el bastón cogido por la punta y apoyado con la empuñadura, en un último servicio a la causa corremontañera. Sin embargo no lo enterré, confiando en una posible reparación que le diera una segunda oportunidad de vivir y ser útil  cumpliendo su función. Pues bien, durante esos casi dos años ha estado el pobre esperando su "intervención", muy sencilla: colocarle una "prótesis"  en forma de tornillo que fijase las secciones que quedaban sueltas, a costa de perder  la "plegabilidad"  en las secciones afectadas. Sin embargo por las demoras habituales de nuestro sistema sanitario no le llegó la operación sino justo el día antes de partir hacia la nueva aventura. En principio la intervención, a cargo de Phaetón, fue satisfactoria, sin embargo el tornillo no quedó definitivamente fijado con una tuerca y ya casi desde los inicios de la Ehunmilak, con tanto traqueteo, el pobre bastón volvió a recaer, dando muestras de que el atornillado no había sido lo suficientemente firme. Con preocupación me veía privado demasiado pronto de uno de mis apoyos con que mitigar mis achaques de vejete y, aunque parecía que renqueante seguía aguantando, cedió definitivamente y ante la perspectiva de tener que abandonarlo a su suerte, fatídica suerte, en el contenedor de la basura del siguiente punto de control intenté una opción a la desesperada. Donde no funciona la cirugía de precisión sólo quedaba recurrir al clásico y socorrido martillazo. Y así fue, tan pronto tuve la oportunidad de encontrar unas piedras lo suficientemente firmes para que no se "desmigaran" le arreé unos cuantos golpes de modo que quedaran firmemente trabadas las secciones deslizantes y la burda cirugía dio el resultado esperado, aguantando el resucitado bastón toda mi participación en la prueba y descansando a día de hoy en un rincón de casa tal y como finalizó, con la satisfacción del deber cumplido y quizás soñando con una nueva intervención más "amable" y en consonancia con sus méritos.

Retomo el relato que habíamos dejado subiendo cuestas de forma "caprina". Pues bien  las primeras bajadas "decido" hacerlas con calma. Por lo general bajo razonablemente bien, además me gusta bajar por terrenos cuanto más técnicos mejor, sin embargo decido hacer las bajadas, aun  no siendo complicadas, de forma calmada, controlada, con intención de no sobrecargar los cuádriceps excesivamente y demasiado pronto para lo que se avecina . Así que bajo sin forzar y apoyando en los bastones con el fin de descargar algo de peso de las piernas.


Sin embargo, lo que pensaba que era estrategia deliberadamente  conservadora más adelante pude comprobar que no era tal, sino que realmente no me iban las piernas del todo ligeras en las bajadas, que no es que no quisiera bajar fuerte, es que no podía. Mis maltrechas rodillas me exigían calma y cuando normalmente en las bajadas adelanto a otros compañeros aquí iba siendo sobrepasado. Y estábamos en las primeras bajadas, con fuerte pendiente pero sencillas, cuando la cosa se complicó técnicamente los problemas se agravaron. En una de esas subidas adelanto a Mortadelo que ha ido ligeramente por delante casi desde el principio, es una de las subidas más fuertes y lo veo muy flojo, no tardó mucho más en retirarse con sobrecargas en gemelos. Arturo, para estas cosas creo que debes empezar a usar bastones.

Comienza la noche con una temperatura buenísima, pero también con mucha humedad a mi juicio, que hace que incluso en plena noche se sude mucho. Voy solo  todo el rato,  salvo algún adelantamiento que hago o me hacen con su correspondiente saludo voy a mi aire, no me preocupa la soledad ni suelo buscar compañía ni charla, soy pájaro solitario y en cierto modo incluso arisco. Avituallamientos muy animados, algunos incluso con música de trikitixa en directo y como en toda la prueba con magníficos y animosos voluntarios. Lo de esta gente también es de nota. Son "el alma" de todas las carreras, pero en estos casos más aún, estar toda una noche  animando a unos chalaos tan pronto ven aparecer un frontal y atendiéndonos con una sonrisa y una palabra de ánimo, y sobre todo en la segunda noche con las condiciones que se complicaron muchísimo es para estar eternamente agradecido.

Al paso por Azpeitia (y si no recuerdo mal también por algún pueblo antes, quizás Azcárate) nos acompaña un zumbido perpetuo de alguna fábrica, supongo que sus habitantes estarán ya habituados, pero a mi se me hacia extraño estar en medio de la noche y en medio del monte oyendo ese ruido, hasta que cruzabas a otro valle y el zumbido desaparecía.

La noche y las dudas.

En plena noche me empiezan a asaltar serias dudas a las que no encuentro solución alguna.

-¿Los caballos duermen?, ¿y las ovejas?. Jajajaja, ¿qué pensabais que las dudas iban a ser más "trascendentales"?, ¿o que se referían a dudas sobre mi participación el la prueba?. Pues no, pero es que casi a las 4 de la mañana me encontré primero con un caballo pastando tranquilamente y luego con un rebaño de ovejas con sus ojos "iluminados" en plena noche al reflejar la luz del frontal, algunas de ellas también comiendo.

Por cierto, a esta altura si no recuerdo mal me adelanta un grupito en el que iba "el pastor", un participante vestido a la antigua usanza rural, ved sus mallas técnicas, sus medias de compresión, sus súper  zapatillas de trail último modelo y sus bastones ultra ligeros.


 No sé si "correría" algo, pero lo que a estas alturas vuelvo a comprobar y "sufrir" en mis carnes es que corriendo y trotando (por despacio que sea) siempre adelanto gente y cuando se trata de andar es al contrario. Ya lo tengo comprobado en muchas pruebas, con lo que sobre todo en "carreras ultra" mi rendimiento es de más a menos, empiezo bastante bien, pero cuando ya no hay fuerzas ni ganas de correr bajan mucho mis prestaciones (supongo que como casi todo el mundo), pero en mi caso más aún, jeje, de modo que puedo empezar más o menos en mitad de la clasificación o un poquito más atrás para acabar en el pelotón de cola. Lo que viene siendo en dicho popular "arrancadas de caballo y paradas de burro". Tendré que entrenar a correr más rato, o a andar más rápido, aunque lo más seguro es que no haga ni lo uno ni lo otro y siga como hasta  ahora, jeje.

En fin, seguíamos con las dudas, ya casi amaneciendo viene "lo trascendente", me empiezo a preguntar el porqué de lo que hacemos, ¿qué nos lleva a estar toda una noche pateando solitarios en el monte, apenas alumbrados por una mortecina luz blanca?. No me cuestiono en absoluto lo que en ese momento estoy haciendo, no tengo ni un mínimo asomo de debilidad, sino que me pregunto ¿cómo le puedo explicar a alguien ajeno al mundillo lo que hago allí subiendo y bajando cuestas endemoniadas en medio de la noche?. Y la verdad es que no encuentro respuestas, asumo perfectamente que los demás no nos entiendan, porque ni yo mismo soy capaz de encontrar una razón que resulte mínimamente convincente. Me viene a la cabeza la socorrida respuesta del mundo alpinista cuando a los montañeros le preguntan por qué arriesgan su vida escalando montañas: "porque están ahí". Pues en nuestro caso sin llegar a tal grado de "compromiso para la vida" supongo que es algo parecido, hago estas pruebas porque a alguien se le ha ocurrido organizarlas, ya, ya sé que es una respuesta muy pobre, pero realmente no encuentro otra que pueda convencer a los "extraños". A la conclusión que acabé llegando es que es por afirmar nuestro ego, por enfrentarnos a retos "imposibles" para poder decir al final: "te superé", porque  ni siquiera se trata de "pavonearnos ante los demás", ya que muchas veces ni se llegan a enterar de "nuestros logros".  En definitiva después de un rato dándole vueltas al asunto acabé convencido de que somos unos ¿egoistas?, no, no eso es otra cosa, ¿egocéntricos?, supongo que tampoco, eso tampoco es, ¿quizás ególatras?, sí, creo que eso un poco sí, jajajjaa.

Conforme se acerca la madrugada mis pensamientos se tornan más mundanos. Olvido las preocupaciones "filosóficas" para centrarme en mis problemas físicos, mejor dicho en mis "no problemas". Y es que me da por empezar a repasar los tres o cuatro puntos que más me martirizan en estas pruebas y curiosamente ninguno de ellos me está suponiendo problemas de momento: ampollas, sin rastro de ellas; dolores en la planta de los pies que en el UTMB no me dejaban casi ni andar al final y que en otras largas distancias también me han aparecido, de momento nada de nada (quizás aún sea pronto); las rozaduras causadas por la fricción de las nalgas, vulgarmente escoceduras en las cachas del culo, igualmente sin problemas quizás porque aún no hemos pasado por las horas de más calor y de más sudor y quizás también porque me unté bien untado con una crema que me dieron en el 1/2 IM de Aveiro (si este fuese un factor fundamental sí que es buena la crema, jeje) y finalmente las rozaduras que me hace siempre la mochila (del Decatlon) en la parte baja de la espalda, siempre me roza, la lleve más floja o más apretada, más alta o más baja, no sé si hay tallas para estas mochilas, si las hay puede que alguna que me quedara más alta estaría mejor. De todos modos, las rozaduras no aparecen hasta transcurridos un buen número de horas, así que aún no es preocupante, pero ya llegando a Tolosa se empezaron a dejar notar, por lo que opté por dejar la cámara de fotos, que llevo sujeta a la cincha de la cintura, en Tolosa para poder llevar la cinta suelta y poder separar algo la mochila de la "riñonada".

Las últimas fotos que hice antes de bajar a Tolosa



Por cierto, la llegada al control de Tolosa en el pabellón no me gustó mucho, se entra por la otra punta del pueblo y hay que atravesarlo entero de punta a punta, seguro que desde la bajada del monte se podía llegar a algún punto más cercano al pabellón. A esas horas ya empezaba a apretar el calor, y encima nos ponen una piscina justo antes del pabellón, desde luego...., jajajjaa.

El descanso en Tolosa, casi mitad de camino, es muy peligroso, ducha, comida y ropa limpita (aunque prefiero ponerme el mismo pantalón y los mismos calcetines ya que no me han dado problemas) como digo después de un buen rato que se pasa sin darse cuenta ¿a quién le apetece volver a salir a pasar penalidades?. En fin, se arma uno de valor, todavía los ánimos estan arriba y vuelta a la faena.

Las siguientes etapas son en las horas centrales del día, con mucho calor. No tengo muchos recuerdos, sólo el transitar por unas zonas que no me llamaron especialmente la atención, si no recuerdo mal, bastante pista,  y subidas y bajadas entre bosque, en algunas ocasiones en que el terreno era más despejado el entretenimiento consistía en intentar averiguar por dónde iba el recorrido cuando se veían varios caminos. Piensa mal y acertarás: seguro que el más empinado o el que suba más alto..., premio, jeje. Lo cierto es que a veces no le encontraba del todo el sentido a algunas de esas subidas, particularmente recuerdo una que me tocó un poco la moral subiendo por lo alto de una cantera ya cerca de Amezketa.

A estas alturas ya estoy entre los últimos participantes y algunos de ellos tienen por aquí como "equipo de apoyo" a unos amigos, entre ellos Albertxo y Txeroky.

A Albertxo lo conocí hace  unos años integrando también el grupo de cola en otra ultra burrada: la Pajares-Candás en Asturias y que ninguno de los dos pudimos acabar  y volví a coincidir con él en Chamonix donde fue de acompañante de Txeroky en el  UTMB. A partir de Amezketa ese grupo de apoyo lo fue también para mí y para otros que andaban por allí.

La subida al Txindoqui se presenta apabullante, pero salvo los últimos tramos uno de pradera muy empinado y el último el más técnico de toda la prueba, de roca, tampoco supone mayor problema que lo que hemos hecho hasta ahora. Sin embargo en la bajada, cuando comienza toda la travesía por las cumbres de la sierra de Aralar empieza a meterse la niebla, una lástima porque debe ser la parte más espectacular, más montañera y con mejores perspectivas de las tierras circundantes. A la vez me alcanzan algunos de los últimos participantes (a los que viene acompañando Txeroky) y damos alcance a algún otro. Es la primera vez que voy en un grupo, y además intentando no perder comba, porque en esas condiciones ven más 12 ó 14 ojos que dos y por otra parte, en caso de pérdida siempre está el clásico "mal de muchos consuelo de tontos", jajajaja. Aunque en este sentido hay que destacar el perfecto balizaje de toda la prueba, incluso con la niebla se podía seguir el camino perfectamente, sólo en algunos momentos hubo alguna duda, pero poniendo un poco de atención rápidamente se veían las marcas.

Conforme vamos descendiendo, la niebla se hace menos densa y va cayendo  la noche, en ocasiones me cuesta seguir el ritmo de los compañeros y me empiezan a molestar las dos rodillas. Una la tengo tocada hace años y me está dando la lata, la otra hasta ahora no me había dado problemas, pero supongo que llegar a ciertas edades trae estos achaques, jeje, además después de tanta bajada ya acunulada los cuádriceps empiezan a quejarse y a estar algo sobrecargados. Llegamos Lizarrausti donde el caldo caliente y los miembros de la Cruz Roja que me antendieron diligentemente me dejaron casi como nuevo. Lo cierto es que me descalcé por ver cómo iban los pies, que ya me iba molestando alguna ampolla y en cuanto me vio uno de los chicos de la Cruz Roja vino a atenderme sin yo socitarlo siquiera. Entre él y otra chica me "arreglaron los pies", me dieron unas friegas con réflex en cuádricpes y rodillas  y como digo salí otra vez con ganas de andar e incluso de correr agradeciendo sus buenas artes.

La temida segunda noche.

Salimos de Lizarrausti  si no recuerdo mal a las 12 y media más o menos o es a la hora que llegamos, da igual, el caso es que mientras habíamos estado en la carpa había comenzado a llover ligeramente, unos kilómetros más adelante ya no era tan ligeramente. Lluvia fuerte, algo de niebla, noche cerrada, de momento con buena temperatura y el grupo que va aumentando hasta unos 11 ó 12 miembros, incluido Txeroky, que pese a todo decidió continuar acompañándonos y guiándonos.

Como decía voy con fuerzas y piernas renovadas, en ocasiones podría haber dejado atras a los compañeros, pero preferí mantenerme en el grupo,  el terreno es un continuo sube y baja, pero sin grandes desniveles, que en condiciones normales no habría supuesto grandes problemas, pero con la lluvia arreciando y el viento y la niebla  se comienza a notar algo de frío, de momento tampoco me supone mucho problema, no soy nada friolero, el terreno comienza a encharcarse y sobre todo, lo peor, a embarrarse. No me importa en alguna ocasión meter el pie en un charco, pero el barro tremendamente resbaladizo empieza a minar mi moral. Me da la sensación de que algunos de los compañeros empiezan a hartarse, yo también, pero de momento sigo absolutamente convencido de que una vez llegados a Echegárate voy a continuar aunque el resto decida abandonar.

A estas alturas y para los lectores que estén esperando mi relato de las alucinaciones propias de la segunda noche he de decir que no hubo tales alucinaciones, que las condiciones eran tales que tenías que ir absolutamente concentrado en donde ponías los pies y sin perder de vista ni el camino, ni los charcos, ni al compañero que iba delante, pese a todo en alguna ocasión sí que hubo algunas sombras que parecían lo que no eran. Pese a mi convencimiento, un tiempo después a cuenta de los resbalones, los culetazos, las dificultades para avanzar entre patinazos, de modo que ni  ni siquiera con los bastones se puede ir mínimamente seguro de no irte al suelo me empiezan a pesar en la cabeza, además me vuelven a aparecer algunas molestias en las rodillas y decido retirarme.

Llegamos a Echegárte a las 5 y algo, con unos 10 ó 15 minutos de margen sobre el tiempo de corte y doy por finalizada la carrera con 130 km  en las piernas en 35 horas y 5 minutos. Me pudo el desánimo y el barro. Ni la lluvia, ni el viento, ni la noche, ni el cansancio, ni los dolores, me pudo el barro y los resbalones, los  pasados y sobre todo los que preveía en adelante. Ni siquiera los ánimos que me dan para continuar teniendo en cuenta que quedaba poco para amanecer y que con el día las cosas se verían de otra manera me dieron la fuerza suficiente para seguir, y realmente a día de hoy no sé por qué no lo hice, quizás por cabezonería, porque en lo peor de la bajada ya había decidido que me retiraba, sin entrar a considerar otras posibilidades, de lo que me sigo arrepintiendo, creo que es la primera vez que me retiro de una prueba sin una causa realmente justificada, en definitiva, que me rindo.  El caso es que allí nos quedamos más o menos la mitad del grupo y el resto continuó, creo que llegando todos felizmente a meta.

De Echegárate nos llevaron en bus al polideportivo de Beasáin, donde una vez más se volvió a poner de manifiesto la magnífica organización y la extraordinaria disposición de los que estaban por allí en ese momento: encargados del avituallamiento, el fisio  y otro chico de la Cruz Roja que me volvió a recomponer los pies.

Lo cierto es que no quedé muy satisfecho con la prueba, el recorrido, siendo espléndido, en algunas ocasiones no me pareció del todo atractivo, sobre todo por lo que comenté más arriba de algunas subidas a las que no le encontraba todo el sentido (pero vaya, seguro que lo tienen, que ellos conocen sobradamente el terreno y sus posibilidades y que seguramente me dejé llevar por mi estado), y por las subidas con fortísimos desniveles que no me van en absoluto. No me habían quedado muchas ganas de volver, pero pensándolo más reposadamente estoy decidido a hacerlo, el año próximo, si no  hay alguna circunstancia que lo impida estaré nuevamente en Beasáin a rematar lo que he dejado a medias. Hombre, no puede ser de otra manera.

La organización perfecta, el marcaje, los voluntarios y personal de asistencia en carrera, los servicios puestos a disposición de los corredores, el ambiente y los ánimos del público. Me parece alucinante el que se pueda organizar algo así, la cantidad de gente, de recursos de todo tipo que hay que manejar  para que todo vaya bien, y encima conseguirlo, como digo, alucinante.

Y para rematar, salvo excepciones, he omitido voluntariamente citar nombres a lo largo del relato, porque quería darle su espacio propio, aún a riesgo de dejar fuera alguno.

Atalanta (Abel) y Mortadelo (Arturo), compañeros de fatigas de estas y otras aventuras. Atalanta por fin se ha decidido a hacer estas pruebas sin tener que esperarme, a su ritmo. Tú tira para adelante, hombre, jeje. Arturo lo pasó mal, quizás  poco entrenamiento, quizás una salida demasiado rápida y como dije antes el tema de los bastones, yo sin ellos no habría llegado hasta donde llegué.

Jose Moutinho, al comando de toda la expedición portuguesa. Apasionado del trail como organizador y como participante, aunque no esté en su mejor momento físicamente, jeje, él sigue participando y transmitiendo fuerza. Uno de sus "pupilos" es Mark Macedo, reconocido corremontañero  con quien había coincidido en varias pruebas en Portugal y también triatleta (hizo este año también el Ironcat), hacía la prueba acompañando a su chica en su tercera carrera: la primera fue de 10 km. la segunda de 50 y la tercera esta, jajaja, menuda tía. Coincidí con ellos en varios momentos en la carrera y estuve charlando en el poli de Beasain una vez retirados, creo recordar que ellos habían hecho unos 90 y pico km., que ya está bien.

Albertxo y Txeroky, ya mencionados en el relato, muchas gracias por vuestro apoyo y ánimos.

Tuve oportunidad de conocer a Fali, sin duda uno de los tíos más conocidos y apreciados en todo este mundillo de corremontañeros y ultra traileros. Estoy seguro de que su nombre ha sido uno de los más pronuncidos entre los participantes y los acompañantes.

Y para acabar Asís (Col) y Silvia a quienes conocí en junio en la Orientagredos y a quienes ya puedo considerar buenos amigos pese a no habernos visto más que en dos ocasiones (bueno, en cada una de ellas muchas veces, jajaja). Espero coincidir con vosotros en muchas más, gracias por ser como sois y por vuestro apoyo. Asís, puedes estar seguro de que estaré haciéndote el seguimiento durante el Tor.

En fin, este ha sido el relato, no he querido mirar muchos datos ni muchas fotos, sólo el mapa del recorrido, para que fueran saliendo recuerdos, conforme uno va escribiendo se van amontonando, con lo que puede haber alguna imprecisión, pero así me ha quedado en la memoria y así os lo transmito.


Y para darle ambientación musical, un "instrumento" de la tierra, la "txalaparta". Instrumento rústico y primitivo que verdaderamente te une a la tierra, trasnmite la fuerza de lo que se enraíza en esos montes. En cierto modo "mitificado" precisamente por ese componente de ancestralidad, de llevarte a los latidos de la tierra, del corazón, de los orígenes oscuros y nebulosos de un pueblo y de una cultura. Para el que no lo conozca la txalaparta no es más que unos tablones de madera colocados sobre unos soportes, antiguamente cestos, y hoy más frecuentemente  "burras" y percutidos verticalmente con unas mazas, imagino la sensación que debe ser escuchar ese juego rítmico en la espesura de un bosque.

tocando txalaparta La Txalaparta

Actualmente la txalaparta sin embargo ha sufrido, o mejor, disfrutado de una enorme evolución que la ha sacado de su originario ámbito rural y tradicional incorporando nuevos materiales como piedras o barras de hierro y consiguiendo diversas afinaciones (no tengo ni idea de música, así que quizás esté diciendo alguna burrada, pero bueno) y tonalidades, para ofrecer nuevas posibilidades musicales, nuevos ritmos, nuevas combinaciones con otros instrumentos, en definitiva, para seguir creciendo y abriéndose a nuevos horizontes. He visto tocarla en directo haciendo auténticas diabluras.

Dento de este campo de innovación y experimentación está Tomás San Miguel, músico, en principio de jazz que grabó creo que un par de discos dándole esa nuevo protagonismo a la txalaparta. Una de sus piezas es esta "Txalaparta mística", sobre el que alguien ha hecho este vídeo un tanto psicodélico que he encontrado por ahí.