martes, 28 de diciembre de 2010

Un día en la nieve.



Como soy un poco raro este año, por unas cosas y otras decidí no correr la San Silvestre Salmantina que se celebró ayer domingo 26.

Así que ante la perspectiva de estar todo el día aburrido en casa como una mona decidí irme a esquiar previa consulta de las previsiones meteorológicas: soleado, frío, pero no excesivo (es más me da la impresión de que hizo más frío en Salamanca que en la Sierra de Béjar a más de 2.000 metros de altitud) y nada de viento, condiciones perfectas; mucha gente de la habitual seguro que aún no sacado los trastos y además dentro de lo que cabe aún son unos días familiares, con lo que más o menos no preveía mucha aglomeración.

Dicho y hecho, además me prestan los trastos, con lo que me ahorro el alquiler.

Grosso modo debe ser el 7º ú 8º día de esquí de mi vida, además el año pasado (entiéndase la temporada pasada) no he ido ningún día, por lo tanto el camino que he de tomar es obvio: pistas de debutantes. Tres o cuatro bajadas, unido a la lentitud de la cinta transportadora para subir me hacen dar rápidamente el siguiente paso: tirar hacia arriba y que sea lo que Dios quiera.

Sorprendentemente apenas me caigo, no sé si porque me voy haciendo mayor y voy con más miedo o más prudencia o porque ya voy "controlando" algo, jajaja. Casualmente las dos caídas más fuertes han sido en la misma pista y casi en el mismo sitio y me doy el golpe en el mismo sitio, en las costillas del lado derecho, que ahora me están doliendo (poca cosa, eso sí).

Empecé a esquiar más o menos a las 11 y no he parado hasta que me han echado a las 16:30. No paro ni pa comer ni pa mear ni pa na, todo el rato sube y baja. Será que estoy hecho al deporte, pero habiendo acabando cansado, como es lógico, no he tenido secuelas de haberme pegado una paliza ni nada por el estilo. Sí acabé con los pies y las espinillas machacados porque a falta de una técnica depurada (es decir, no tengo ni idea de esquiar) empleo la técnica de la "brutalidad": esto tiene que ser así y así es, por mis "narices" y p´allá voy.

Ya casi al final de la jornada, envalentonado como estaba, me decidí a dar el gran paso: bajar por una de las pistas centrales (la del Regajo de las Mulas), que tienen un pendiente más que considerable. Eso sí, contando también con que ya no había mucha gente de esa que baja a mil por hora que me pudiera llevar por delante o a los que yo pudiera "frenar en seco" con triple tirabuzón en el aire con mi torpeza. Creo que en toda esa bajada sólo me caí una vez, pero es tan empinado que tiene una ventaja, es mucho más fácil ponerse otra vez en pie, jeje. Al principio se veía la cosa empinada, pero sin "excesivos" problemas, jeje, era llevadero, pero ¡ay madrita!, en la última rampa, la que se ve desde abajo, ¡si eso parecía una pared vertical!.



Paré antes de iniciar la bajada y miré a los lados con la esperanza de que saliera un pista transversal menos pendiente, pero no, no había escapatoria. Había que bajar por allí sí o sí. Uff, qué sofocos, pero bajé, muy poco a poco y sudando la gota gorda, pero bajé. Eso sí no me quedaron más ganas de repetir, jajaja. Ya lo haré otra vez que vaya cuando se me haya olvidado el mal rato que pasé. Esto es como las maratones, que las corres una y otra vez "olvidando" lo mal que se pasa a veces (casi siempre), pero al final te quedas con lo positivo, con que la has hecho, la cabeza hace un "olvido" selectivo; pues con esa pista igual, ya repetiré aunque quizás deba esperar a controlar un poco más lo del esquí, claro que yendo un par de veces al año, es complicado. Pero en fin, de una u otra manera será.

Como decía, hoy no estoy machacado, sí tengo un ligero cansancio y algunos dolores-ligeras agujetas en sitios no acostumbrados y de los que no he sido consciente hasta que esta tarde he ido a correr (aparte del golpe de las costillas).

Eso sí, a cambio tengo un estupendo color de cara, moreno de invierno de Saint Moritz como las pijas. Por cierto el género femenino en esto del esquí está fenómeno.

Otras consideraciones:

-No sé cómo no hay más accidentes: los unos bajan a toda leche y los otros (o sea, nosotros, los torpes) bajamos de mala manera y en cierto modo somos imprevisibles. Yo estaba más preocupado de no ocasionar ningún accidente que de mí mismo.

-¿ Por qué los de las tablas del snow board ese, se pasan la mitad del tiempo sentados en el suelo?. Aparte de la indumentaria, pero en fin, eso es un tema de modas, de "tribus", de disfraces incomprensible para mí, no sólo en ese ámbito.

Ah, y los críos pequeñajos con el casco que bajan como motos, que parecen la hormiga atómica, jajaja, da gusto (y envidia) verlos.

Y eso es todo amigos.

martes, 14 de diciembre de 2010

"El sufrimiento agradable". Maratón de Castellón 2010.

¿Contradicción?, ¿paradoja?, ¿locura?.

Definitivamente locura. ¿Cómo puede uno disfrutar sufriendo?, ¿por qué nos exponemos a pasarlo mal?, ¿qué absurda meta vamos buscando?. En fin preguntas repetidas mil veces y que no encuentran respuesta en quien no ha pasado alguna vez por este placentero sufrimiento.

Sin embargo, tampoco somos tan distintos, no nos creamos los seres más especiales del mundo, todo el que hace algo con pasión, con ilusión y por mero disfrute puede llegar a un extremo de incomprensión para los demás, no nos distinguimos de otros locos por sus aficiones.

Pero en fin, que me "diluyo". Yo lo que venía a contar es un fantástico nacimiento, el de una nueva maratón en una ciudad, en principio pequeña, sin grandes atractivos, pero que ha sabido envolver a una prueba difícil para los ciudadanos ajenos al mundillo. Estamos hartos de ver y oír que la celebración de una prueba deportiva lo que conlleva son problemas y dificultades, sin embargo en Castellón la ciudad y sus habitantes han sabido disfrutar de un día de fiesta viendo sus calles llenas de tipos corriendo.

Y en consonancia con el ambiente, la organización también ha rayado a gran altura. Casi casi de 10. Por mi parte sólo un pero: las bicis para marcar los ritmos de las "liebres". La verdad es que no sé dónde se incorporarían, supongo que una vez lanzada la carrera donde ya no supusiesen ningún peligro (yo adelanté a las liebres de 3:15 y a su bici hacia el el Km. 9, por cierto que iban más rápido de lo que les correspondía), aunque realmente no he leído por ahí quejas de nadie más en este sentido (seré un bicho raro). Y en consonancia con ello tampoco me ha gustado mucho que hubiera bicis acompañando la carrera. En general es algo que ni me disgusta ni me molesta, es más en ocasiones viene bien, te distraes un poco, pero mientras en otras pruebas se prohíben las bicis aquí incluso se fomentaba. Como digo a mi no me ha supuesto ningún problema, pero por seguridad no veo bien que las bicis anden metidas entre los corredores durante toda la carrera, lo que no impide que sí puedan acompañar en lugares en los que por amplitud, o por existir carriles paralelos no supongan ningún problema. Según me comentó Atalanta una bici provocó la caída de una chica al final de la carrera.

Pero bueno, que me voy otra vez por donde no es. A lo mío.

Salida en "cajones" por tiempos, aunque tampoco es que el control fuera muy estricto, pero más o menos se ordena la gente. Algunas estrecheces al principio, quiebros y requiebros, adelantamientos por la derecha, la izquierda e incluso en línea continua, jajaja, primer kilómetro en 4:52. En fin, algunos segundillos que habrá que recuperar con vistas al ambicioso, y quizás inalcanzable, objetivo que me he propuesto: 3:10. Eso supone una media de 4:30 por kilómetro, y 42 Km. a ese ritmo es mucho, pero vamos a por ello.

Km 10 en 44:57, media en 1:35:13, corriendo fácil y sin caer en una euforia excesiva como en otras ocasiones, me sigo viendo bien, con fuerzas e incluso al paso por el Km.27 en una avenida en que para los que venían de frente ya era el Km. 32 pienso en que ahí es donde va a empezar la carrera, que una vez en ese Km. 32 ya no paro e incluso, con lo bien que voy, a partir de ahí podré "apretar" un poquito. Jejeje, iluso, parece mentira, a estas alturas y que no sea consciente de que las cuentas de la lechera nunca salen. Km. 30 en 2:15:30, bien, pero es a partir de ahí cuando se empieza a torcer la cosa.

Al paso por el Km. 32, cuando quedan 10 kilometrillos de na, que los hago todos los días sin mayor problema y donde estaba puesta la cruz para "empezar a correr", jajaja, veo por primera vez el parcial por encima de 4:40, y sin ser alarmante cada vez con más segundos. Me engaño otra vez diciéndome que voy a reservar un poquito más, que aún no es momento para darlo todo, pero realmente ya no hay ni mucha reserva ni mucho para dar, jeje, y empieza el bajón.

Comienza el dulce sufrimiento de ver que ya no vas como antes, que cuesta un mundo ver pasar los carteles de los kilómetros a la vez que en el reloj marca unos segunditos por encima de los 5 minutos, sin embargo el objetivo sigue ahí al alcance de la mano, aún no se ha esfumado, ya no van a ser 3 horas 10 minutos, pero pueden ser 12 ó 13 minutos aún ilusionantes, o los que sean, pero esoy pasándolo mal a gusto, nada que ver con el final de la maratón de la Costa Dorada de hace un mes.

Intento seguir, aunque sea a cierta distancia, a algunos corredores que me adelantan, no es posible, pero tampoco se me despegan automáticamente. Km. 40, ahora es el momento de darlo todo, jeje, ¡lo que queda a muerte!, además bebo un poco de agua que ya me estaba haciendo realmente falta y por cierto me vino de perlas y leñe, lo único que podríamos llamar "cuesta" de todo el recorrido está aquí, ¡pues no te fastidia!, jajajaja (aclaro que si esto que aquí he llamdo cuesta lo pillas en el Km. 15 por ejemplo ni siquera te planteas que estás subiendo una cuesta). La verdad es que sí que he apretado lo que he podido y sobre todo en el último kilómetro aprovechando la ligerísima bajada de la recta de meta para entrar como un "cohete", lo que me deja muy "jodido", pero muy satisfecho, eso sí con el mismo careto de siempre. Al final 3:14:40, puesto 495 de 2.290 que acabaron.

En fin, no es la marca que pretendía, que por cierto creo que es más una ilusión que una posibilidad real, pero sí es mi segunda mejor marca después de las 3:11:30 de Badajoz de este año. ¿Será que en Badajoz me salió la carrera perfecta y que no se repetirá?. En cualquier caso aunque tuvimos un día perfecto para correr pienso que incluso con más frío, pero sin humedad, como es el caso de Badajoz y de nuestras resecas tierras mesetarias sí puedo dar más de sí.

Viendo ahora clasificaciones y tiempos de paso intermedios, de lo que sí estoy realmente contento es de que he ido ganando puestos en todos los controles parciales, incluso en los últimos kilómetros, cuando peor iba y cuando me ha adelantado más gente he ganado puestos.

Decía Atalanta que al final de la subida me ha tenido casi casi a tiro y que si hubiera podido me habría esprintado; vamos si se le ocurre le pego un meneo que va a parar detrás de las vallas y del público, jajajajaja. Y vosotros pensando en una foto llegando juntitos, abrazaditos a meta. Imposible, aquí a machetazo limpio, jeje.

Bueno, fuera de bromas (¿o no? jeje), otro estupendo fin de semana con el amigo Atalanta, además hemos visto y saludado a unos cuantos de los que están en todas, con 8 ó 9 ó más maratones al año o con más de 100 a sus espaldas en pocos años, o con varios fines de semana maratonianos consecutivos... en fin, con "la élite de la chaladura" en la que nos vamos metiendo poco a poco, si no estamos ya metidos de lleno.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Y el domingo a Castellón.

12 de Dicembre de 20010, primera edición de la maratón de Castellón y p´allá nos vamos Atalanta y yo.



Atalanta hace una semana se averió el gemelo y no sé qué tal le habrá ido esta semana en el País de Tan Tatachán, creo que ha trotado algo a ritmo "tantatachán", ya veremos qué tal le ha sentado.

Yo como siempre voy dispuesto a "comerme el mundo", esta vez, si no hace calor, ya espero estar en las 3:10 y si no pues me pegaré otro batacazo y ya se verá en la próxima, "espíritu jaramugo". Estoy bien, el único pero es que estos días, sin cometer demasiados excesos, he engordado algo, no es que sea preocupante, pero he echado un poco de "bazaque" que diría Angelito "Obleas", ¡con lo finito que estaba yo la semana pasada!, jajajaja.

En fin, que para allá nos vamos mañana.


El único grupo que conozco de Castellón son estos Tom Bombadil, un grupo de música celta, muy a la moda de hace unos años, divertidos, rítmicos, con canciones gamberras, de borrachera y juventud alborotada y otras de "denuncia" y con cierto "contenido social".

Esta, "Castellón" tiene un poco de ambas cosas (más de parte gamberra, todo hay que decirlo).