martes, 26 de octubre de 2010

AX TRAIL, Serie 3, ou "QUANDO O MAIS IMPORTANTE DE UMA PROVA É O CONVIVIO"

Intenso y emocionante fin de semana, como comenté cuando abrí este tema el formato de estas pruebas es curioso, es una liguilla de 6 pruebas, a su vez cada una independiente, celebradas en 3 fines de semana con una el sábado y otra el domingo http://www.axtrail.go-outdoor.pt/ . Finalmente me apunté para la última de las series: el día 23 de octubre una ruta circular en Gondramaz, Junta de Freguesía de Miranda do Corvo y el domingo 24 una prueba en línea entre Casal de S. Simâo y Ferraría de S. Joâo en Penela, en la zona más o menos de Coimbra, a unos 30-40 Km. aunque llegar hasta allí fue más complicado que correr.

El nombre, AX es de Aldeias do Xisto, o sea, de pizarra, son unos pueblines perdidos en medio del monte, que las instituciones deben estar promoviendo para el turismo rural y demás, incluso por buena parte de los caminos y senderos que corrimos está habilitados como circuitos de "descenso" de bici de montaña; todo muy arregladito, con senderos marcados, algunos arreglados, e incluso las casas están prácticamente todas restauradas como casa de fin de semana.

Este día además hay una pequeña concentración de coches antiguos o clásicos.


Sábado 23. Gondramaz. Unos 11 Km.

La carrera empieza a las 15:00 portuguesas, así que voy con tiempo, viaje cómodo hasta que dejo las carreteras principales, empiezo a tirar de mapa, lugares de paso apuntados en un papel previamente vistos a través de Google, intuición y sobre todo de los indicadores que ves en las carreteras, y ¡madre de Dios!, en mal momento, porque sobre todo con los indicadores te fías de que es por allí, pero hay miles de cruces, de carreteruchas secundarias o terciarias o ... de pueblines y aldeas que no salen en ningún mapa y no vuelves a ver más indicadores, de modo que vas dando vueltas y vueltas, subiendo y bajando montes sin saber ni dónde estás, yo no sé la cantidad de "vueltas portuguesas" que habré dado cuando "intuyes" que por ahí no es.

Por fin llego a Gondramaz, y al primero que veo es al amigo Moutinho, viene de acabar de marcar el recorrido, con una pinta como si hubiera salido de la guerra, jajaja, con la mochila, el rollo de la cinta de rojibalanca y las patas llenas de arañazos, joe, vaya primera impresión.

Recojo el dorsal y lo primero que hago es ir a tomarme una cervecita con la sierra al fondo, sí sí, ya sé que esto no es un dato relevante para un crónica, pero tiene su gracia, luego... Precio 75 céntimos (aunque no era la de tercio).

Por cierto, mientras tomo la cerveza me entretengo en ver lo que entra en la bolsa; propaganda, folletos varios y algo sí realmente interesante:
Vuelvo al coche a comer y mientras estoy acabando de prepararme se me acerca un atleta veterano a darme información de una carrera.

-Hola, ¿tú eres Vitorino?, que estabas este año con los de Badajoz en la Subida del Pico El Águila de Béjar (Mortadelo también lo conocía de la Millas Romanas).
-Sí, sí.

Empezamos a charlar, y de buenas a primeras me dice ¿has venido solo?. Sí, sí. Pues vente luego a cenar con nosotros, cuando acabe la carrera nos vemos. Es de la zona y ya han preparado una cena en un pueblín cercano donde suelen acabar sus "entrenamientos y concentraciones" los "Abutres", que es el nombre del club. Un tipo majete el Vitorino Coragem, que es de es uno de esos personajes que conoce a casi todo el mundo, que habla con todos y hablar... habla por los codos, jejeje.

Siguiente paso después de comer, me apetece un cafetito. Como ya voy a ir vestido de corredor a la salida no llevo más que las llaves del coche para dejarlas a la organización y cojo dinero justo para el café. Si la cerveza me ha costado 75 cts., el café será más barato, por lo menos así es en España. Por si acaso cojo 80 cts. que tenía suelto y si sobra, pues de propina. Café con leite: 1´20.-€. Me cagüen tó, vaya chasco y vaya ridículo. En fin, la mujer me dice que es suficiente, que no es necesario que vuelva al coche.

Por la zona de salida vuelvo a encontrar a Vitorino con algunos de sus camaradas. ¿Conoces a Miguel?, es de Galicia. Rápidamente lo busca y me lo presenta, somos los dos únicos españoles. Miguel ha hecho todo el circuito y ya conoce a bastantes de los participantes, además aunque yo entiendo relativamente bien a los portugueses él lo tiene algo más fácil, él con un batiburrillo de portugués, gallego y castellano ya está plenamente integrado.

En fin, vamos a la carrera.

Salida cuesta abajo, muy rápida y estrecha entre las callejuelas e inmediatamente un senderito muy empinado, con algo de piedra, mucha vegetación y muy muy estrecho. Imposible adelantar, se forma algo de tapón y vamos en fila de uno, a ratos andando, al final hasta vino bien, para no cargar excesivamente en la bajada tan pronto. Llegamos junto a un riachuelo, bosque, sombra y mucha humedad, y junto a él un buen rato en ligero descenso, el camino es fácil, sólo hay que tener cuidado con no resbalar en alguna piedra, o tropezar con alguna raíz. Por cierto al final de este día vi por lo menos 4 ó 5 que se habían caído. Sin duda lo mejor del recorrido del sábado.

Hacia mitad del recorrido dejamos el río y empieza la subida continua, ya por caminos más anchos, incluso algo de pista, se sube fácil, es muy corrible, la subida es larga pero bastante tendida. Al final nos meten por unos senderitos ya más empinados preparados para "descensos" de bici de montaña. Todas estas montañas, como en general en todo Portugal son unas pedazo de lomas redondeadas, no son especialmente atractivas, ni hay grandes peñascales, ni cortados espectaculares, lo que hay en todo lo alto son unos molinos de hacer la luz, pasamos bajo ellos y menos un tramito entre pinos, ya todo por pista hasta llegar al pueblo, bajada muy rápida y cómoda y muy satisfecho. Por cierto, cómo zapatea el amigo Vitorino, llegando arriba, cuando íbamos andando lo tenía a la vista y casi casi a la mano, pero en cuanto se ha puesto a correr ya no hubo manera de pillarlo. Cuando empezamos con la bajada inicial tan fuerte me dio miedo de que se me cargaran excesivamente pronto las patas, en especial los cuádriceps, pero luego el recorrido es en general suave y en la bajada final se pudo correr muy bien.

Tiempo 1:15:27, posición 25 y 10 de mi categoría.

Aquí después de la carrera con Vitorino y Miguel

La cena.

Pero después de la carrera vino lo más interesante, tenía reservado hotel en Coimbra, pensaba acabar la carrera y marcharme rápidamente para aprovechar toda la tarde en plan turisteo en Coimbra. Pero al acabar, entre charla y charla ya me quedé con Vitorino para ir al pueblo en el que cenaríamos, me tenía que hacer de guía. En lo que llega todo el resto del personal: el resto de los Abutres, Victor, otro veterano que era otro cachondo, Miguel el gallego de Vigo, un chico de Barrancos, que es un pueblo portugués de la raya con Badajoz-Huelva, que hablaba español mejor que yo, con acento andaluz y me dice que él es el que peor lo habla de su pueblo, que los viejos hablan entre ellos tanto en español como en portugués (si no recuerdo mal, Barrancos quizás fue uno de los últimos pueblos portugueses que en su momento pertenecieron a España) y en fin, mientras llega el resto, nos tomamos unas cervejas Sagres de tercio pretas (o sea, para el que no entienda, negras). Voy a pagar mi ronda, 5 cervezas: 3.-€ (¿cómorrrrr?, sí sí, a 60 cts.).

El local es uno de esos bares de pueblo, como los que hay también en muchos pueblos de los nuestros, con un salón grande destartalado, incluso con un escenario en el que en otras épocas habría baile, seguramente cine y todo tipo de actos sociales.

Y el menú, pues algunas cosas más que evidente y otras para mí algo sorprendente, pero estos portugues cuando cenan lo hacen bien, y la sopa no puede faltar: de entrantes sardinas, jamón, chorizo y morcilla asados y oreja de cerdo con ajito. Para seguir, como digo, me sorprendíó la sopa, una de esas con un poco de todo: grelos o berzas, fideos y con otra buena fuente de oreja, en este caso sin guisar para echarle a la sopa.


Y de remate, naturalmente bacalhau "a murro", esto es asado, pero no en trozos grandes ni desmigao y con patatas pequeñas también asadas enteras.

Nos pusimos tibios. Vino, cerveza, café, licor de miel y a pagar. 7.-€ per cápita.

Vamos que me arrepentí de haber reservado el hotel, porque en otro de los pueblos cercanos había un pabellón habilitado para dormir, en el que quedó entre otros Miguel y me habría ahorrado el viaje de ida a Coimbra y sobre todo el de vuelta a la salida al día siguiente.

Por cierto, que no dormí en toda la noche, no sé si por calor, o por la cenorra, o por el salado del bacalao, o porque me tomé una coca cola justo antes de echarme para intentar refrescar algo la boca, jejeje.

Domingo 24. Casal de S. Simâo-Ferraría de S. Joâo. Unos 18 Km.

Desayuno pronto, aunque más de lo que debía, esto de los bufets es lo que tiene, me asusta un poco ir demasiado cargado del estómago, y de hecho al principio me sentí algo raro, algo pesado, pero no fue a más. Tengo tiempo de sobra para llegar al punto de inicio de la carrera, pero, en parte cometo el mismo error del día antes por las carreteras. Al salir de Coimbra me pasé la carretera que debía coger y poco después vi un indicador de un lugar por el que tenía que pasar, así que decidí seguir por allí. Pues la misma operación del día antes, curvas y más curvas, vueltas, subidas y bajadas, pueblines, cruces y carreteras por todas partes y que se me echaba la hora encima para coger el autobús que nos llevaría al punto de partida. Menos mal que un domingo por la mañana, temprano y por esas carreteras no había ni el gato, porque en algunos momentos me veía como un Carlos Sainz cualquiera corriendo el Rally de Portugal, que si no se ha celebrado nunca por allí no creo que sea por un sitio muy diferente.

La carrera empieza parecida al día anterior, una bajada fuerte para llegar a un río y los primeros kilómetros junto a éste también con sombra y humedad. Un tramo precioso, en algunas zonas encajonado entre acantilados, que después de volver al punto de partida recorreríamos luego por la parte alta. A partir de ahí un sube y baja continuo, que salvo alguna que otra rampa no es excesivamente duro, algunos tamos de carretera y volvemos a entrar en el valle de otro riachuelo. Corremos junto al río por antiguas canalizaciones de agua para los molinos en ruinas, terrazas y bancales abandonados, senderos entre bosques, algunas tapias medio derruidas, ya todo el valle arriba es una subida continua muy tendida, muy corrible salvo algunos accidentes que hay que superar como árboles caídos que hay que saltar o pasar por debajo, algún paso rocoso junto al regatillo, en fin, lo normal.

Ya desde hace un buen rato me estoy encontrado realmente bien, aún por la zona de "enlace" por los tramos de carretera he alcanzado y dejado atrás a Vitorino y a algún otro con cierta facilidad, aunque vamos muy desperdigados voy alcanzado y adelantando corredores, me estoy empezando a sentir eufórico. Me pregunto si será el bacalao, pero creo que no, porque a otros comensales no le está yendo tan bien, ¿serán unas pastillas que estoy tomando para unos hongos que me han salido en brazos y piernas?, no creo, el prospecto no dice nada de incrementar el rendimiento deportivo, ¿será el desayuno?, ¿será que "me echaran droja en el cola cao"?. No tengo ni idea, pero me iba creciendo poco a poco, cuando salimos del cauce del río empieza la subida más fuerte, ya por la ladera de la montaña arriba, ya entre arbustos, piedras, algo de roca y no dejaba de alcanzar gente, trotando en sitios en los que en otras ocasiones sería impensable y camiando más rápido y fuerte que nunca. Vamos que si con el dóping se siente uno así de bien y de fuerte no me extraña que haya por ahí tanto drogao, jajaj, vaya, que ya estaba pensando en encargar un partida buena de "mandanga" ,jajajaa, ¿alguien tiene contactos?, jajajaja.

En fin, que con la euforia y "tanto" adelantamiento ya me veía en el pódium, jeje. Desde la cresta del monte una bajadita buena por sendero, pero sin mayores problemas ni peligros, bajo muy bien, cómodamente y a buena marcha y feliz como una perdiz, vamos que no habría importado que aquéllo hubiera durado unos kilómetros más.

Tiempo 2:11:26 y creo que puesto 20, 7º de mi categoría, o sea, que tampoco era para tanto, jajaja, tampoco había adelantado tanto respecto al sábado.

El fin de fiesta.

Para finalizar, como no puede ser menos había una merendola de convivio, con una auténtica churrascada como todo evento popular portugués que se precie, jeje: choricillo, morcilla, panceta y carne asada y hasta que todo el mundo quedó más que satisfecho.

Primeros compases de la faena.

Más charla con unos y otros, entrega de premios y vuelta para casa, pero eso fue otra pequeña tortura, jajaja.

En definitiva, que he vuelto más que contento, tanto por el tema deportivo: como carreras han resultado perfectas, y como entrenamiento de cara al maratón de la Costa Dorada dentro de tres semanas también, sobre todo en cuanto a meter fondo, que iba algo escaso (aunque este tipo de carreras no creo que nadie con dos dedos de frente las recomiende dentro de una preparación seria para una maratón, pero ya se sabe, somos Jaramugos); pero sobre todo vengo contentísimo del ambiente que he vivido, y de que me he venido con unos cuantos nuevos amigos del mundo "carreril", al fenómeno de Vitorino seguro que lo vemos en más de éstas, también ha participado en Torrejoncillo, quizás se acerque a Portezuelo, en fin, que además sabiendo que tiene mucho contacto con la gente de Badajoz ya lo tengo "fichao". Miguel ha sido otro buen pieza, supongo que también nos veremos an alguna otra por ahí: zona de Sanabria, Bierzo, por qué no Galicia. El resto de los Abutres, Víctor, en fin, que ha sido muy agradable. Un saludo para todos ellos si entran por aquí.

Ah, y por parte de la organización las dos cabezas visibles: Fernando, un chaval muy majete y el gran fenómeno de José Moutinho. Este tío tiene un don especial, es un relaciones públicas absoluto, habla con todo el mundo, conoce a todo el mundo, pone un entusiasmo inmenso en "vender" esto a quien haga falta y en buscar apoyos, organiza pruebas en contacto con la gente local por todo Portugal (al menos en el centro y norte, también en Madeira), e incluso algunas de sus pruebas son transfronterizas entrando en Galicia.

El "jefe" Moutinho, una pena no hacerle una foto con la pinta que tenía el sábado cuando llegué, jejeje.

Un detalle final, cuando ya iba a montar en el coche llevaba la misma dirección uno de los alcaldes que había estado en la entrega de premios, me desea buen viaje y supongo que le contestaría con "gracias" o alguna otra palabra en castellano. Ya se paró a preguntar:

-¿Eres español?.
-Sí, de Salamanca, de Ciudad Rodrigo.
-Ah, ja conheço. ¿Y viniste a correr?.
-Sí, sí.
-¿Pero viniste a propósito?.

Al tío parece que no le entraba en la cabeza que alguien se haga una porrada de kilómetros para ir a correr al monte a unos pueblines perdidos de la mano de Dios, pero yo creo que se debió ir realmente reconfortado de ver el "rollo" que le vende Moutinho tiene sus frutos.


Ale, buenas noches, que esto sí que ha sido un ladrillaco de los buenos buenos.