Al contrario de lo que decía Bono en Muchachada, yo no soy muy de compromisos con el planeta ni con los problemas sociales, sin embargo hay algo con lo que sí que estoy comprometido desde hace años, soy donante de sangre desde el año 89, y habitual desde el año 91, con 53 donaciones "normales" (si no me falla la cuenta) y dos de plaquetas.
No cuesta dinero, al contrario, te dan de merendar, jeje, no cuesta salud, al contrario, incluso diría que viene bien y apenas cuesta tiempo, una media hora. Por contra la satisfacción que produce es enorme, pensar que con un poco de tu sangre, que vas a recuperar en un par de días puedes dar vida a otras personas es una recompensa muy grande para tan poco sacrificio.
Sin embargo de una manera un tanto extraña se ha puesto fin a mi carrera de donante de sangre.
En octubre de 2010 me salieron unas manchas sobre todo en piernas y brazos con un ligero picor y sin más efectos. Que si hongos, que si alergias, con medicación se quitaron, pero volvieron a salir. En febrero de 2011 nueva consulta y derivación al dermatólogo. Consulta con el dermatólogo (por fin) en agosto de 2011. Entre tanto me dicen que hasta valoración por el dermatólogo no done sangre.
Cuando acudo al dermatólogo las manchas prácticamente han desaparecido por sí solas (normal, al cabo casi de un año...) y me dice que no es posible dar un diagnóstico, pero me pide unos análisis. Y aquí está "la madre del cordero". En los análisis da positivo de "hepatitis B". Es decir, en algún momento de mi vida he pasado la hepatitis B, nadie me aclara si hace mil años o si ha sido recientemente y si tiene algo que ver con las manchas que había tenido.
Con esas noticias acudo nuevamente al médico del equipo de extracción de sangre y me dice que el haber pasado la hepatitis B no es inconveniente para donar (sin embargo ese día por circunstacias no iba a donar, sólo a consultar). Cuando voy otro día ya decidido a donar y le cuento la película al médico (otro distinto) me dice que no se puede, pero que me haga otro análisis por si ha habido algún fallo.
Repito el análisis en diciembre de 2011 con el siguiente resultado:
-Hepatitis B
HBsAg Negativo.
HBcAc Positivo.
HBsAc Positivo 169.95.
Nueva consulta con el médico del equipo de extracción y es el que me dice que definitivamente me olvide de mi "carrera" de donante de sangre, no se puede donar habiendo pasado la hepatitis B.
En fin, me cuesta, pero lo asumo, siempre he tenido buena salud, como se dice popularmente (y nunca mejor empleado) "para dar y regalar", nunca he tenido enfermedades extrañas ni dolencias raras y el que ahora me "aparezca" una pasada hepatitis B me deja lleno de dudas.
Jamás he oído en casa que de pequeño la hubiera pasado y si hubiera sido reciente (en agosto de 2010 fue mi última donación de sangre y por tanto habría sido posterior) digo yo que habría tenido algún síntoma, que lo habría notado, porque aunque soy muy reticente a ir al médico y por tanto a tener un diagnóstico, supongo que me habría afectado en algo que me hiciera sentir realmente mal, incluso al parecer se pone uno "amarillo". Sin embargo no he tenido ningún síntoma extraño que me haya hecho siquiera pensar en un problema de salud, salvo las manchas de la piel que dieron origen a todo esto, que dudo que sean una manifestación de la hepatitis (aunque vaya usted a saber).
Por ello mis dudas no dejan de rondarme. Sólo caben dos posibilidades: que hubiera pasado la hepatitis de pequeño y que en todos los análisis que se hacen en cada donación de sangre a lo largo de estos más de 20 años no lo hubieran detectado, lo cual es muy extraño (lástima haber roto las cartas en las que dicen que el resultado era correcto) o que haya pasado la hepatitis entre agosto de 2010 y agosto de 2011 sin enterarme, lo cual a falta de alguna explicación médica, también es muy extraño. Bueno cabe una tercera posibilidad: que los dos análisis consecutivos hubieran sido erróneos.
Si no fuera un tema que no es para jugar me daban ganas de hacer una pequeña prueba: ir un día a donar sin decir ni pío de toda esta historieta y esperar a ver qué pasaba, si tras las pruebas oportunas me llegaba a casa la carta diciendo si el resultado era positvo o negativo.
En fin, ahí se quedará y yo me quedaré con la duda de qué es lo que ha pasado realmente.
Así que no me queda otra que "apartarme" prematurmente de la donación activa y quedarme únicamente con la labor de promoción de la donación de sangre.
Por lo tanto este dibujo

que encontré por ahí cuando hice el blog y que me pareció magnífico, que está siempre en el margen derecho, seguirá estando junto a la fecha de la próxima donación de sangre en Ciudad Rodrigo y si alguien se decide a dar el paso y convertirse en donante de sangre después de leer esto daré por bien empleada mi peripecia.
"Dona sangre, dona vida".
Por último, un guiño a unas pequeñas amigas. Un beso de león, enanas.
Sin embargo de una manera un tanto extraña se ha puesto fin a mi carrera de donante de sangre.
En octubre de 2010 me salieron unas manchas sobre todo en piernas y brazos con un ligero picor y sin más efectos. Que si hongos, que si alergias, con medicación se quitaron, pero volvieron a salir. En febrero de 2011 nueva consulta y derivación al dermatólogo. Consulta con el dermatólogo (por fin) en agosto de 2011. Entre tanto me dicen que hasta valoración por el dermatólogo no done sangre.
Cuando acudo al dermatólogo las manchas prácticamente han desaparecido por sí solas (normal, al cabo casi de un año...) y me dice que no es posible dar un diagnóstico, pero me pide unos análisis. Y aquí está "la madre del cordero". En los análisis da positivo de "hepatitis B". Es decir, en algún momento de mi vida he pasado la hepatitis B, nadie me aclara si hace mil años o si ha sido recientemente y si tiene algo que ver con las manchas que había tenido.
Con esas noticias acudo nuevamente al médico del equipo de extracción de sangre y me dice que el haber pasado la hepatitis B no es inconveniente para donar (sin embargo ese día por circunstacias no iba a donar, sólo a consultar). Cuando voy otro día ya decidido a donar y le cuento la película al médico (otro distinto) me dice que no se puede, pero que me haga otro análisis por si ha habido algún fallo.
Repito el análisis en diciembre de 2011 con el siguiente resultado:
-Hepatitis B
HBsAg Negativo.
HBcAc Positivo.
HBsAc Positivo 169.95.
Nueva consulta con el médico del equipo de extracción y es el que me dice que definitivamente me olvide de mi "carrera" de donante de sangre, no se puede donar habiendo pasado la hepatitis B.
En fin, me cuesta, pero lo asumo, siempre he tenido buena salud, como se dice popularmente (y nunca mejor empleado) "para dar y regalar", nunca he tenido enfermedades extrañas ni dolencias raras y el que ahora me "aparezca" una pasada hepatitis B me deja lleno de dudas.
Jamás he oído en casa que de pequeño la hubiera pasado y si hubiera sido reciente (en agosto de 2010 fue mi última donación de sangre y por tanto habría sido posterior) digo yo que habría tenido algún síntoma, que lo habría notado, porque aunque soy muy reticente a ir al médico y por tanto a tener un diagnóstico, supongo que me habría afectado en algo que me hiciera sentir realmente mal, incluso al parecer se pone uno "amarillo". Sin embargo no he tenido ningún síntoma extraño que me haya hecho siquiera pensar en un problema de salud, salvo las manchas de la piel que dieron origen a todo esto, que dudo que sean una manifestación de la hepatitis (aunque vaya usted a saber).
Por ello mis dudas no dejan de rondarme. Sólo caben dos posibilidades: que hubiera pasado la hepatitis de pequeño y que en todos los análisis que se hacen en cada donación de sangre a lo largo de estos más de 20 años no lo hubieran detectado, lo cual es muy extraño (lástima haber roto las cartas en las que dicen que el resultado era correcto) o que haya pasado la hepatitis entre agosto de 2010 y agosto de 2011 sin enterarme, lo cual a falta de alguna explicación médica, también es muy extraño. Bueno cabe una tercera posibilidad: que los dos análisis consecutivos hubieran sido erróneos.
Si no fuera un tema que no es para jugar me daban ganas de hacer una pequeña prueba: ir un día a donar sin decir ni pío de toda esta historieta y esperar a ver qué pasaba, si tras las pruebas oportunas me llegaba a casa la carta diciendo si el resultado era positvo o negativo.
En fin, ahí se quedará y yo me quedaré con la duda de qué es lo que ha pasado realmente.
Así que no me queda otra que "apartarme" prematurmente de la donación activa y quedarme únicamente con la labor de promoción de la donación de sangre.
Por lo tanto este dibujo

que encontré por ahí cuando hice el blog y que me pareció magnífico, que está siempre en el margen derecho, seguirá estando junto a la fecha de la próxima donación de sangre en Ciudad Rodrigo y si alguien se decide a dar el paso y convertirse en donante de sangre después de leer esto daré por bien empleada mi peripecia.
"Dona sangre, dona vida".
Por último, un guiño a unas pequeñas amigas. Un beso de león, enanas.