martes, 19 de abril de 2011

Yu-yu o muerte. Segunda etapa.

Segunda etapa y tocó "muerte".

Sábado 16 de Abril, a las 12:15 salgo con la bici dirección Salamanca, todo el camino con viento en contra, no excesivamente fuerte, pero sin parar. Pasada Salamanca, en dirección Valladolid, justamente a los 100 Km me alcanza Delucio que es mi "rescate-transporte" hasta Medina del Campo. Hasta ahora todo ha ido bastante bien, he pedaleado con ganas, sin sentirme agobiado en ningún momento, animado y con fuerza. 100 Km a 26´5 de media.



Segunda parte de la batallita, sábado 16 de Abril a las 18:00 horas: XXVIII Media Maratón de Medina del Campo.

En la previa nos encontramos con el resto de farinatos, me siento cansado y con pocas ganas de correr, pero salgo con calma y sin mayores contratiempos. Primeros kilómetros a algo menos de 5 minutos. Bien es un buen ritmo, sin forzar. Pero entre el calor, el cansancio y las "apenas" perceptibles cuestas la cosa se empieza a poner dura. El ritmo disminuye progresiva y constantemente, voy realmente cascado, con la cabeza gacha, pensando en la retirada o en ponerme a andar en cualquier momento, descontando kilómetros de forma "ansiosa", siendo adelantado por casi todo el mundo, en un estado de "apajaramiento" total. Y por fin, con muchíiiiiiiisima más pena que gloria, llego a meta: 1:59 clavadas y medio muerto en el puesto 494 de 541. Eso sí, con la "escasa recompensa" de no haberme dejado vencer por la apatía, el cansancio o el desencanto, no sé cómo denominarlo, y hacerla toda "trotanto", medio muerto, pero trotando, eso supongo que será bueno para entrenar la cabeza de cara a lo que se avecina.

Por cierto, los jueces debían haber hecho hace poco algún curso de "renovación" o haber recibido instrucciones últimamente respecto al dorsal. Lo llevé puesto con la goma en vez de con los imperdibles y según me lo estaba poniendo me advirtió un juez de que debía llevarlo en el pecho: diciendo con cierto "retintín" que "esto es atletismo"; "vale, vale, luego me lo subo". Pero es que a otros participantes como a Atalanta que sí lo llevaban con los imperdibles, pero parece ser que un poco bajo también le iban diciendo que se lo tenían que poner más alto (para otra vez que pongan en el reglamento a qué distancia del "gañote" es la correcta). Pues bien, al final, al entrar en meta, con dos horas de penar, después de pasar entre tropecientos jueces que tomaron nota del dorsal sin decir ni pío (lo llevaba bajo, pero se veía perfectamente) y ya abandonando la zona de meta había otro juez que me dice algo así como "¿dónde hay que llevar el dorsal?" o "¿cómo hay que ponerse el dorsal?" o alguna gilipollez por el estilo. Que no digo yo que la normativa lo diga y tal y cual, que no digo que no tenga razón, pero si se tienen que fijar en esas chorradas, en uno de los últimos participantes, apaga y vámonos. Llegando a meta sí que me acordé del tema del dorsal y pensé en subírmelo al pecho, pero ni me apetecía ni era necesario porque llegaba yo sólo, prácticamente a cámara lenta y el dorsal se veía sin ninguna dificultad, como se comprobó en que me tomaron nota sin problemas. Por cierto, y ya puestos a exigir cumplir a cada uno su papel, había unos 8 ó 10 jueces, todos en meta, no vi a ninguno en ninguna de las zonas más alejadas del recorrido comprobando que todo el mundo pasaba por esos puntos. Así que retomando el tema del juez que me llamó la atención no me molesté (ni tenía ganas ni fuerzas) ni en contestarle, únicamente mascullé algo así como "buaaahhhh" que no sé ni siquera si llegaría a oír a la vez que le hacía un gesto de desdén con la mano. Pues sí estaba yo para sermones sobre el dorsal.

Acabé realmente fatal, el viaje de vuelta un suplicio, don dolor de tripa, medio adormilado y a veces con algo de tiritona, (perdona Delucio por no hacerte más ameno el viaje) estaba lo que se dice destemplao e incluso quizás con algo de fiebre. He llegado a casa hecho polvo. Durante el viaje había comentado a Delucio medio en broma que la solución a mis males era meterme en un jacuzzi, olvidarme del mundo y que una señorita después me diera un buen masaje relajante. Pues lo que era medio broma efectivamente fue la solución, a falta de jacuzzi y de señorita para el masaje me metí en la bañera con el agua bien caliente, me olvidé del mundo, no sé cuánto rato estuve, pero si no me quedé dormido poco le faltaría y cuando salí ya estaba casi como nuevo, con cansancio y dolor de piernas, pero el malestar de tripa y el resto, olvidados.

El resultado del doblete ha sido peor que el año pasado, en que hice la misma jugada, aunque hubo ciertas circunstancias diferentes que pueden haber influido en el resultado:

El año pasado fueron 89 Km de bici en lugar de 100, con una media de poco más de 29 Km/h, claro que según tengo por ahí anotado con aire a favor y con la compañía de Atalanta y un tramo de Plato, lo que supone bastante menos esfuerzo. Y luego en Medina hice 1:48, pero recuerdo que salí bastante mejor, mucho más ligero y menos cansado desde el inicio, aunque luego el bajón también fue de campeonato y también llegué fatal, pero no tanto como este año.

En fin, locuras que no sé si vienen bien o no de cara al objetivo del Ironcat, pero eso es otro tema....

4 comentarios:

davidiego dijo...

decía a Atalanta que esas jaramugadas las hemos hecho ya todos un par de veces, se hace largo el recorrido porque no hay ni una curva desde Salamanca, 1 si vas por Peñaranda, ninguna desde Miróbriga.
Soberana estupidez lo del dorsal en una prueba popular, creo que no me pongo un imperdible desde hace años.

Michel dijo...

Joder, Agus, pareciamos dos cadaveres en el viaje de regreso.
Yo pmp, peor marca personal, sensaciones malísimas, dolor de estomago en carrera, después y durante toda la noche, vomitando lo poco que tenía.
Tu tienes mucho mérito, los 100 km. De bici y luego la media, buen entreno.
De todo se aprende, esta visto que tocado y mal entrenado, me aseguraban un sufrimiento seguro que llegó.
Aun asi un placer, compartir esa tarde contigo.
Un abrazo.

El crusti dijo...

Una mala tarde la tiene cualquiera...
Me uno al club "Yuyu o muet-te"
Un abrazo
Santi

CiegoSabino dijo...

D.D., hay que "endurecer" la cabeza, por si no la tenemos suficientemente dura, jeje. Por cierto poco después de Martín de Yeltes me crucé con un ciclista (¿o triatleta?) que también debía estar entrenando "el coco", debió dar la vuelta en Martín de Yeltes y antes de llegar a La Fuente de San Esteban me pasó como un rayo: acoplado, con unos gemelacos de impresión, patas más que morenas y ya debía entrenar bien lo de endurecer la cabeza porque iba sin casco.
Lo de los dorsales, de chiste. Ya digo que debían haber hecho un cursillo hace poco porque es cuando se "recuerdan" estas cosas.

Michel, debe ser que nos "echaron droja en el colacao" jajaj, porque ya ves que todo el mundo acabó mal, jajaja. Otra vez muchas gracias por la logística, te debo una (o varias).

Crusti, si es que a veces le perdemos el respeto a las cosas. Quizás me tomé el asunto demasiado a la ligera. "Yuyu o muerte", jajaja, haber elegido muerte.

Un abrazo chavales.