martes, 10 de julio de 2018

Northwest 2018. Uno más y una despedida.

Un año más, y es el tercero, estoy de madrugada en la playa del lago de As Pontes dispuesto a hacer el Northwest Triman. Vengo con buen entrenamiento (dentro de lo que cabe, claro, buen entrenamiento a mi manera), buena disposición y buenas expectativas, como siempre.

300 inscritos para el larga distancia, colocados por edad y mi dorsal es el 293, es decir, soy el octavo más viejuno, jajaja. Ufff, si es que me estoy haciendo mayor, y a este deporte están llegando cada vez más jóvenes.

Preparativos de rigor, con mucha calma, he dormido en la furgo en la zona de la salida junto al lago, bajar una cuesta y estoy en boxes, así que nada de prisas.


A mi lado está el compañero de Salamanca Pepe Valls, también ya habitual de As Pontes y por allí anda también Mon, joven triatleta de Sancti Spiritus que también repite.

¡A la playa!, y no a descansar precisamente.
Salida puntual y sin mucho lío me voy haciendo un hueco, pero a los pocos metros tengo que parar a colocarme las gafas porque me entra algo de agua. Estos momentos iniciales de la natación suelen ser en los que se va (al menos yo), más acelerado de toda la carrera. Aunque sepas que no eres un buen nadador te dejas llevar por los que estimas que son más o menos de tu nivel y no te quieres quedar descolgado. Pero lo mejor estaba por venir, no llevaríamos ni 100 metros cuando noto un golpe en la  muñeca y una rara sensación, miro mi muñeca y mi viejo Garmin 310 no está. Rápidamente me giro y ahí lo veo hundiéndose poco a poco, como a cámara lenta. Se ve cerca, estiro la mano, pero no lo alcanzo. Un segundo intento, cogiendo ya algo más de impulso, pero entre el neopreno que tira de ti para arriba, la sensación de que un tanto acelerado como vas de pulsaciones parece que luego no vas a ser capaz de tener pulmones para salir otra vez hacia arriba y sobre todo que con la claridad del agua quizás parece que el reloj está mucho más cerca de lo que realmente está, se me hacen eternos los pocos segundos que parecía tenerlo casi casi en la mano. Finalmente el rescate se tornó misión imposible, y lo vi hundirse como decía antes a cámara lenta, lo que aumenta más aún la sensación de impotencia, habiéndolo tenido tan a mano (o eso parecía). Así que vuelvo a la superficie un tanto desconsolado, como buscando con la mirada alguien cerca que vaya al rescate, pero evidentemente, no hay nadie. Y de propina me he quedado bastante retrasado, si no el último sí de los últimos. Lo cierto es que tampoco fue un golpe fuerte, pero sí debió ser bastante certero, justo en el canto del reloj, para (imagino) hacerle saltar algún pasador. En fin, mala suerte. Por lo menos estaba ya bastante amortizado, ya llevaba conmigo unos años, si no me equivoco desde enero de 2013.

Pasado el trance vuelvo a lo mío, y lo curioso es que luego ha sido una de las nataciones más limpias que he tenido sin apenas toques ni siquiera en las boyas. Cojo mi ritmo y poco a poco recuperando posiciones. Primera vuelta en 43:25 (dos segundos menos que le año pasado) y puesto 217. La segunda en 44:22, en la que también adelanto 10 posiciones. Tiempo total de la natación 1:27:47 (prácticamente 1 minuto menos que el año pasado, así que con tal de no empeorar va bien la cosa) puesto 207 de 242 y el 15 de 21 en la categoría de veteranos 2.

A por la segunda vuelta.
Transición sin problemas, en todos los tris que estoy haciendo este año no me pongo los calcetines en la T1, sino en la T2, así que es más rápida, soy el 39 de 242 y adelanto sólo en la transición 16 puestos, jeje.

Un trotecillo por el verde y a dar una vuelta en bici.
La bici también la hago bastante bien, voy confiado y cómodo, eso sí, sin referencias de ningún tipo, ni tiempo, ni velocidad, ni distancia, salvo unos carteles que cada ciertos km coloca la organización. No llevo nunca cuentakilómetros, esa función la hace (la hacía) el GPS. Aunque este año hay un pequeño cambio en el recorrido, por unas obras en el pueblo, el recorrido es el mismo, ya lo conozco de los años anteriores, 4 vueltas ida y vuelta por una carretera nacional cortada al tráfico con una subida fuerte de unos 3 km y algunos toboganes. Se puede rodar acoplado prácticamente todo el recorrido, al menos en las primeras vueltas, luego ya como buenamente se pueda, jajaja.

Cagüen la, aquí en plan todo profesional y me fastidió la foto otro adelantándome, encima de los del media distancia.
Prácticamente hasta la última vuelta he ido muy a gusto y disfrutando de la bici. Aunque el tiempo me jugó una mala pasada. Las previsiones que había visto un par de días antes decían que haría fresco (de hecho el sábado lo hizo) sin embargo como los otros dos años que he corrido aquí prácticamente el tiempo ha sido calcado: mañana bastante fresca a primera hora, más o menos hasta la mitad de la bici también fresco, algo nublado y agradable y luego en las dos últimas vueltas de bici empieza a hacer bastante calor a la vez que se va levantando cada vez más viento, que aunque molesto para la bici, al menos ayuda a mitigar el calor.


Como es mi costumbre bebo poco y como menos aún, en esta ocasión sólo plátanos, tres o tres y medio, en los avituallamientos. No sé si sería por eso o si no tiene nada que ver, pero ya en la última vuelta tengo algunas molestias de estómago, aunque de momento no creo que afectara mucho al rendimiento.

En todos los controles del chip de la bici voy ganando algunas posiciones, excepto al final, en los últimos 30 km en que pierdo 2. El tiempo de la bici 6:18:13 (cuatro minutos y pico más que el año pasado), puesto 166 de 240 y el 10 de 20 de la categoría y gano 18 puestos en la general. Esto sigue yendo bien, con la sombra de esas molestias del estómago.

T2 también cómoda y rápida (el 78 de 235), y aunque ahora me pongo los calcetines para correr, también gano 3 puestos.

Y el estómago sí va a ser un problema ya en la carrera a pie. De momento salgo corriendo, sin embargo me siento "obligado" a caminar antes de lo que debería haber sido, no por falta de fuerzas o del cansancio, sino por incomodidad, no obstante, tampoco es la debacle de la primera vuelta del año pasado, más o menos voy defendiéndome con ratos buenos, menos buenos y malos, dependiendo de lo que pueda rebajar la sensación de hinchazón del estómago a base de "soltar gases". Eso sí el calor también se deja notar, este año han puesto dos o tres duchas por el recorrido que aprovecho cada vez que paso por esos puntos, aparte de echarme más agua por la cabeza que la que he bebido. Además como voy sin reloj no sé ni cómo voy, al acabar la primera vuelta (y no sé si la segunda o la tercera) le pregunto la hora a unos espectadores más o menos por hacerme una idea. Pese a todo también en los distintos pasos por el control del chip voy ganando algunos puestos, incluso en la primera vuelta en la que pensé que habría sido al contrario (se ve que los había que iban peor que yo).

Aquí una secuencia de fotos en el mismo punto, pero en distintas vueltas, como decía antes unas veces vas medio bien, otras regular y otras mal, jeje. Además no deben estar colocadas por orden, me da la impresión de que la tercera foto, en la que llevo peor cara, es de la de la primera vuelta.






Esto es como un tobogán, sin saber porqué hay ratos en que parece que los problemas desaparecen y voy corriendo "desatado", jeje, y algunos espectadores (como ya me ha pasado en más ocasiones) me animan con fuerza, digo yo que al ver a un pobre anciano regordete, jajaja. Pero al final de la carrera, en los últimos 6 ó 7 km pierdo casi todo lo que había ganado antes, y eso que más o menos en los dos últimos hice un esfuerzo por llegar al menos trotando (a lo que también ayuda que ya era cuesta abajo, jeje).

Aprieta un poco que quedan 200 metros.
Al final la maratón en 4:56:44, es minutito y medio menos que el año pasado, pero sigue siendo el punto que hay que mejorar, puesto 175 de 222 y adelanto dos puestos, pero fijaos como corren los "jodíos" viejos que ganando dos puestos en la general, sin embargo pierdo tres en la categoría, en la que hice el 13 de 18.


El resultado final, 12:49:10 (dos minutos y algo, más que el año pasado), puesto 168 de 222 de la general y el 12 de 18 de la categoría de veteranos 2. Y aunque en el momento no quedé del todo satisfecho, porque sigo pensando que lo puedo hacer mejor en la maratón, al final, pasados unos días, como siempre lo que te queda es la buena sensación de haber acabado, y de haber acabado dando lo que puedas dar, sea mucho o poco, pero con el gusto del "deber cumplido".



Y ahora vamos con el obituario:

Aquí mi viejo amigo naranja. Compañero de tantas aventuras. Ya está reposando en el fondo del lago de As Pontes, como los grandes marinos que dieron su vida en la mar o los reyes vikingos, habiendo cumplido fielmente con su misión. Garmin 310 XT, te recordaré siempre, jajaja.


Y aquí mi nuevo amigo. Es un modelo antiguo, muy antiguo (el siguiente que salió después del 310), descatalogado y casi imposible de encontrar, salvo algún ejemplar por ahí suelto, como ha sido el caso, además a un precio casi de risa. Lo bueno es que el manejo es prácticamente calcado al anterior, con lo que no he tenido que emplearme muy a fondo con las instrucciones. Espero que cumpla tan bien como su antecesor.



Y como conclusión, aunque no he releído mis anteriores rollo-crónicas de otros IM de años anteriores, me da la impresión de que, salvo el percance del reloj, son casi calcadas, que prácticamente todos mis IM se desarrollan casi igual, es decir y de forma resumida (con lo que os podíais haber ahorrado el rollo anterior): que todo es maravilloso hasta que llega la maratón y me pego el batacazo; pero es que también me da la impresión de que incluso lo escribo con las mismas palabras. Se ve que mi vena literaria es muy limitada, jajaja, pero en cualquier caso gracias por tomaros la molestia de leerlo.

4 comentarios:

ramonet dijo...

Jodo con lo del Garmin, vaya put... Enhorabuena has mejorado todos los parciales, eso es lo más importante, ya querríamos otros.
P. D: ya me contarás como localizar un 910 de esos, que el mío también murió

CiegoSabino dijo...

Gracias Ramón. El Garmin... pobre, fiel amigo, jajaja. El 910 lo localicé sin tener que hacer muchas averiguaciones, en Aliexpress con el buscador de Google. 148.-€, precio de ganga (creo que no debía haber más, porque ya no sale la oferta). Estaba pensando en comprar un 920, que es otra versión posterior, pero para mí con el otro me vale de sobra, y más con ese precio.

Fito dijo...

Enhorabuena Agus, entretenidísima crónica y por supuesto me he quedado boquiabierto al ver como llegas, como si nada. Envidiable reto. Creo que deberías escribir a Garmin y contar tu historia y que repongan tu 310.

CiegoSabino dijo...

Gracias Fito. Bueno, lo de la llegada..... Se trata de poner cara de "como si nada" jajaja o mejor dicho de que no parezcas "un trapo". Por lo del Garmin, pues no es mala idea, pero me da que el 310 como no lo saquen de un museo..., jeje. Fíjate que el nuevo ya es viejo...