miércoles, 5 de diciembre de 2012

El veneno de la competición.


Llevaba mucho tiempo sin participar en una carrera, desde mediados de septiembre, algo inaudito no hace mucho. Una serie de circunstancias: lesiones, cierta desmotivación y otros líos que no vienen al  caso me habían tenido apartado de las carreras, pero no sólo de correrlas, sino incluso de ir "haciéndome un calendario".

Y en esto que vi por ahí una "posible" que tenía apuntada de la que ni me acordaba: III Subida a los Campanarios, carrera de montaña en Casas del Monte en el Valle del Ambroz en Cáceres, relativamente cerca de casa.

Quedaba otro pequeño escollo: las lesiones. El problema en estos momentos no eran los gemelos, que me llevan dando guerra intermitentemente desde hace ahora un año, sino desde hace algunas semanas la parte posterior del muslo derecho. Llevo unas semanas saliendo a correr  uno o dos días, cómodo, incluso razonablemente rápido para la falta de continuidad, pero a los 25 ó 30 minutos, 35 a lo sumo comienzan las molestias y por precaución (quizás demasiada) lo dejo hasta otro día en que se repite la historia. 

No sé porqué ni de dónde vienen esas molestias (¿zapatillas, asfalto, algún mal gesto?) y quizás si un día las ignorara durante unos minutos podría seguir, pero no me atrevo porsia.....

Con ese panorama el "Ruéu del Jálama" era la prueba de fuego. Y la pasé sin mayores problemas ni molestias (¿las zapatillas, la montaña, el terreno, el paso más corto, la menor velocidad?), eso sí notando al final la falta de fondo.

Así, visto el resultado del Ruéu la decisión estaba tomada, me apuntaba a la Subida a los Campanarios, una carrera asequible para mi condición en estos momentos, de 15´5 km y 642 m. de desnivel positivo y que me tomaría con cierta calma.


Mañana fría, soleada y sin viento, con las montañas que hay sobre el pueblo nevadas, muy buenas condiciones. Saludos y charlas con unos cuantos amigos que encuentro por allí y a correr. 

De  momento por pista con ligeros toboganes, pero se deja la pista y se entra en caminos y senderos en subida ya continua entre bosques de robles. Un recorrido que me gustó mucho, en general corrible, con algunos desniveles fuertes en algunos momentos que hago caminando pero se puede correr bien, tampoco es excesivamente técnica, eso sí, salpicada de vez en cuando con algunas piedras y rocas que hacen que el sendero sea más divertido. En algún momento llegué a notar o ya no sé si a imaginar una ligerísima molestia en el muslo, pero que no pasó de ahí.

En la parte más alta de la carrera, Los Campanarios (donde se ven unos restos de grandes sillares de granito de alguna torre o algo así, que supongo que es de donde le viene el nombre) se corre sobre una estupenda pradera verde por la que se inicia el descenso. Una auténtica gozada: todo el  enorme valle Ambroz a nuestros pies, día claro y soleado que hace olvidar el frío y una bajada suave muy cómoda de la que disfruto enormemente.

Luego la mayor parte de la bajada ya se hace por pista, aunque con alguna "trampilla", jeje, el caso es que en la pista también se puede correr mucho y bien, no tiene excesiva pendiente y uno se lanza.


El final se me hace un poco largo, noto la falta de kilómetros, la pista se me empieza a hacer algo pesada, ya me duelen las patas de la bajada y pienso en las agujetas de los próximos días, pero estoy "compitiendo", sale esa pequeña fuerza que te empuja para no cejar en el empeño, ese veneno de la competición que da unos gramos más de energía para seguir, hasta que llega el último kilómetro. Nos acercamos al pueblo entre empinadas callejas entre los huertos, cuestas que en otro momento no habrían supuesto ningún problema, pero que me hacen caminar algunos tramos para volver a la pista inicial y entrar ya en el pueblo en cuesta abajo hasta meta muy contento. 1:30:37.

Me gustó la carrera, más de lo que pensaba. Mucho toda la subida y la primera parte de la bajada, el último tramo de la pista de bajada ya es un poco más feo.

Algunas fotos:

Inicio de la carrera.
Km. 2.
Los Campanarios con los restos de la supuesta torre.

Km. 12.
El amigo Titi en el Km. 12
Meta con un buen sofocón.
Próximo objetivo: el día 16 subida a la Peña de Francia. Aprovechando la subida navideña del grupo de senderismo, como llevo haciendo ya unos cuantos años, yo subiré corriendo, en principio por la carretera ya veremos desde dónde. 

Y para acabar el año alguna San Silvestre u otras carreritas navideñas que haya cerca, no creo que vaya a la de Salamanca, a Vitigudino supongo que sí.

3 comentarios:

davidiego dijo...

Abrígate Agus, que luego dices que te lesionas..

yonhey dijo...

Agus, poco a poco volverás a coger esa estupenda forma que hace que te puedas meter las palizas que de vez en cuando te metes.
Me apuntaré esa carrera. Salu2

CiegoSabino dijo...

David, es con el frío con lo que se "curan" los chorizos, jaja.

Juanlu gracias. Apúntala, que a ti también te gustan casi todas.