jueves, 7 de febrero de 2013

Y llegó el día. San Blas 2013.

Después de muchos años llegó el día, el momento de ser Mayordomos de San Blas. 


Días previos de preparativos, de organización, de ir cerrando frentes, de nervios (también) y por fin dar paso a que todo eso se viera reflejado, a recibir amigos, a compartir buenos ratos, a sentirse a veces incluso un poco sobrepasado por "el cargo", a recibir felicitaciones y enhorabuenas y por qué no a echar de menos a quienes estuvieron en nuestro lugar muchos años antes y que fueron la causa de nuestra presencia en el antiguo Monasterio de La Caridad en este día. 

Finalmente y una vez acabado todo, momentos de íntima satisfacción por que todo saliera incluso mejor de lo que pudiera preverse.


Me puede la pereza y me faltan muchos conocimientos para escribir algo más elaborado en torno no sólo a la festividad de San Blas, sino también de los otros "santos de gorrilla", el conjunto de festividades de invierno formado por San Antón (17 de enero), San Sebastián (20 de enero) y San Blas (3 de febrero) y al que seguramente podrían unirse la festividad de Las Candelas (2 de febrero) y Santa Águeda (5 de febrero) para rematar como culminación de todo el ciclo invernal con los Carnavales, así que únicamente voy a reflejar en imágenes algunos de los aspectos de este San Blas especial, imágenes que, por irrepetibles, van a quedar guardadas en la memoria y en el corazón.

La víspera, día 2, a primera hora de la mañana a por la leña para la hoguera.




Día 2 por la tarde, con los preparativos de la hoguera: la iluminación,


El vino y algo para ayudarlo a pasar,


La leña ya preparada

Y la hoguera ya casi en sus últimos momentos.


Durante la hoguera los mayordomos con un invitado.


El convite de después de la hoguera


que se acabó cantando.


Día 3, San Blas. Los mayordomos y algunos otros participantes en la procesión "en chiqueros" esperando el inicio.




Por fin, una vez debidamente ataviado el Obispo,


 allá vamos, precedidos por los tamborileros.


Iniciamos el "paseíllo"



con un día espléndido,



tan bueno que se decidió hacer la misa en el patio del convento en lugar de hacerla como siempre dentro de la capilla.


 Aunque a la sombra tanto rato más de uno estábamos esperando que acabara para ir pronto al solito.


Luego siguió la fiesta con más comida y bebida por la tarde y la noche. En fin, aún hoy estoy pagando excesos con unos kilillos de más. Y carnavales este fin de semana....

Aquí la noticia en la prensa local con muchas fotos:

http://ciudadrodrigoaldia.es/2013/02/03/la-celebracion-de-san-blas-en-domingo-lleva-a-miles-de-mirobrigenses-a-la-caridad/

Y aquí unas curiosas imágenes de la celebración de San Blas en el año 1966. Buena parte de la celebración sigue siendo prácticamente igual. Sólo echo de menos esa alegría tan espontánea, claro que eran tiempos más tristes en que una fiesta se celebraba por todo lo alto, ahora yo creo que en estas épocas de saturación hasta las fiestas y celebraciones las hacemos más rutinarias y mecánicas.



4 comentarios:

yonhey dijo...

Si señor, no todo va a ser darle a las patucas. Y además, eso no hace falta entrenarlo.
Salu2 Agus.

Col dijo...

Nunca estuvo San Blas mejor escoltado.
Enhorabuena por el magnífico día que pasasteis.
Un abrazo.

Col dijo...

¿a que se debe lo de la hoguera?
¿es tradición?
Ya sabes...la curiosidad mató al gato. jeje

CiegoSabino dijo...

Uy, Yonhey, no creas que no hace falta entrenar. Para procesionar no, pero para tanta comida y bebida... jejeje.

Gato, intentamos que el santo estuviera bien atendido, y sobre todo que lo estuvieran los de carne y hueso. Está mal que yo lo diga, pero creo que todo el mundo quedó satisfecho.

En cuanto a la hoguera no sé muy bien, supongo que se hace por una razón fundamental: porque hace mucho frío, jajaja. Un poco más en serio, es a lo que me refería con lo de hacer un artículo en profundidad de todas esas fiestas de invierno. Las Candelas aquí no se celebran (o al menos en la actualidad), pero en el resto de fiestas que enumeraba: San Antón, San Sebastián, San Blas y las Águedas, la víspera se hace una hoguera, se reparten chochos (altramuces) y aceitunas y vino y se tiran cohetes para anunciar la fiesta. Siempre ha sido así, no me digas porqué, supongo que un antropólogo lo relacionaría con algún culto precristiano, un rito purificador, "el ciclo invernal" etc., etc., supongo que por ahí habrá algo escrito, pero de momento para andar por casa lo dejaremos en que es por la tradición y porque hace frío, jeje.

Un abrazo.