Entrada escrita en tres actos:
El primero, el pregón original "compuesto" para una peña en los Carnavales del 2006 (Peña El Farinato se vino a llamar después, o quizás ya se llamaba antes, pero yo no me había enterado).
El segundo, un intento de reproducirlo por aquí en fechas cercanas a los Carnavales de este 2014, al que corresponde la introducción de más abajo, que sin embargo se vio truncado por algún problema técnico que finalmente no me dejó publicarlo en el blog.
Y el tercero el, al parecer, definitivo para reproducirlo finalmente, a cuenta del pregón de Abel Atalanta el viernes pasado para las fiestas veraniegas del Barrio del Puente y la conversación posterior en la que se recordó "lo mío". Sin duda mucho más serio, documentado, cargado de sentimientos y de calidad el de Abel (recomiendo su lectura) que estos ripios míos, que no dejaban de ser una chanza, pero que a él le siguen pareciendo buenos (¿?). Sin duda sus recuerdos están ofuscados y distorsionados por el tiempo pasado, la amistad o algún chato de más. A ver si ahora sigues manteniendo la misma opinión, jajaja.
En fin, allá va con la introducción de la que hablaba antes:
Estos días carnavaleros en el curso de absurdas conversaciones salió a relucir mi viejo pregón. Rebuscando lo encontré y a punto he estado de ir soltándoselo por ahí a todo bicho viviente, pero me contuve a tiempo, eso sí, una vez desempolvado y en estas épocas de amigos literatos con sesudas composiciones yo traigo un estilo, digamos ripioso, "literatura costumbrista de andar por casa". Para los forasteros la mayoría de las cosas serán incomprensibles e incluso para los locales que no tengan buena memoria muchas cosas tampoco tendrán sentido. No en vano corresponde a los Carnavales del 2006. En principio para darlo en una peña, pero que ese año por circunstancias que no vienen al caso no fue tal peña, ni tuvo sede ni ya se contaba con pregón alguno, pero a última hora lo "enfilé" y a falta de sede y de convocatoria oficial para soltarlo, lo fui repitiendo a salto de mata en varias ocasiones por bares o calles según iba encontrando público potencialmente interesado, jajaja, hasta por teléfono, por lo que dependiendo de las circunstancias leía unas partes o me saltaba otras (creo que nunca lo leí entero) . Posteriormente la Peña ya se ha consolidado como "Peña El Farinato" así pues este fue mi pregón.
Un
soneto me manda hacer Violante,
En
mi vida me he visto en tal aprieto,
Catorce
versos dicen que es soneto...
Esto es lo primero que se me vino a la cabeza cuando
hace dos años me vi obligado bajo graves amenazas del amigo David a aceptar el
oficio de pregonero para este especial año de Las Edades del Hombre , toma,
nada más y nada menos que el “histórico
año para el despegue de nuestro pueblo”, eso es lo primero que pensé, en mi
vida me he visto en tal aprieto.
Así
que empecé a darle vueltas: qué hago, qué digo, pues nada, empiezo con cita
poética, de Lope de Vega el “Fénix de los Ingenios”, y ya doy un toque cultural
al pregón en este año tan señalado.
Pero,
¿y después?.
Bien,
lo lógico parece empezar por el principio, así pues, empecemos por el
principio:
Buenas
noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las
hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos
acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de
todas las salsas, al bombero torero..., señoras y señores, amigos todos.
Supone
para mí un honor y un reto ser pregonero en esta histórica y bella localidad de
Ciudad Rodrigo en esta su fiesta grande, el Carnaval del Toro. Como digo,
supone un honor por mi especial vinculación con vuestra ciudad, ya que una vez
pasé por aquí camino de Portugal y paré a echar gasolina, lo que me permitió
ver de lejos la Catedral y sentirme como un “mirobriguense”
más; y así en el momento en que recibí
el encargo de pregonar el Carnaval “mirobriguense”
sentí que no podía defraudar las ilusiones de todos los “mirobriguenses” por escuchar mis
hazañas empresariales y las hazañas deportivas de mis muchachos, todos ellos
vestidos de blanco y revolcándose por el suelo haciendo la cucaracha.
Pero
rápidamente me di cuenta de que no podía empezar así, que eso ya lo había dicho
alguien anteriormente (o algo parecido).
Así
que seguí dándole vueltas a la cabeza y “voilá”,
me vino otra idea:
(Léase con acento andalú)
Buenas
noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las
hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos
acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de
todas las salsas, al bombero torero..., señoreas y señores, amigos todos.
Sin
duda en esta fiesta del Carnaval del Toro se produce la más bella simbiosis que
se puede dar en la naturaleza, la del caballo y el toro bravo, los animales más
bellos que el creador puso sobre la faz de la tierra; estampa que tiene su expresión más destacada en la figura de un
jinete entre las recias encinas del cortijo, vestido de corto, con la garrocha
en la mano y dispuesto a conducir la manada de bueyes y toros bravos ...,
Pero
nuevamente me di cuenta de que eso también
estaba inventado, de que seguramente lo hubiera dicho algún Domecq para
la Peña del Caballo, así que intenté otra opción:
Buenas
noches excelentísimas autoridades (civiles, militares y eclesiásticas), (si las
hubiere...), hermosas y distinguidas reina y damas del Carnaval, y sus apuestos
acompañantes, buenas noches también al del carrito de los helaos, al perejil de
todas las salsas, al bombero torero..., señoreas y señores, amigos todos.
Sin
duda en esta fiesta del Carnaval del Toro se produce la más bella simbiosis que
se puede dar en la naturaleza, la del caballo y el toro bravo, los animales más
bellos que el creador puso sobre la faz de la tierra; estampa que tiene su expresión más destacada en la figura de un
jinete entre las recias encinas de la dehesa, vestido de charro, con la
garrocha en la mano y dispuesto a conducir la manada de bueyes y toros bravos
...,
Y otra
vez sentía que eso ya lo debía haber dicho algún Tabernero para la Asociación
Charra del Caballo.
Así
que, nada, sigo sin una idea original, vamos a por otro intento:
Excelentísimas
autoridades, etc... (bueno, esto como veis se repite siempre, así que me lo
salto, que ya lo habéis escuchado bastante), sigo: cuando hace 50 años unos cuantos
amigos se juntaron en el Café Moderno para ayudar a torear a los maletillas que
hasta aquí se acercaban había nacido la familia bolsinista.
Esto
tampoco me vale, también está inventado.
Vamos
a por un último intento, a ver qué sale:
Excelentísimas
autoridades, etc..., estos peñistas que
desde hace muchos años decidieron homenajear a personas especialmente
vinculadas con el carnaval, por su farinatismo y que toman el nombre de la
farinatísima Puerta del .... tampoco me sirve.
Tengo
que buscar algo relacionado con esta peña que me acoge, algo especial para
brindarle a estos amigos que me han invitado a ser su pregonero, pero si no sé
ni cómo se llama la peña, vamos que ni
siquiera sé si tiene nombre (vaya desastre de pregón), así que como por ese
camino no había manera de continuar me salgo por la tangente y para decir algo
original, uno que es de natural tímido y asustadizo, me tengo que disfrazar, de
alguna manera he de ocultarme, sí, ya sé un sombrero y unas gafas oscuras (“Gafas oscuras pa que no sepan que está
mirando y un diente de oro toa la avenida va iluminando”), coño, ya lo
tengo: un ciego, el Ciego Sabino.
Quizás
no sea un personaje muy conocido, pero ha pasado a la historia como un
destacado miembro de la resistencia popular contra el gabacho, y así se lo ha
reconocido el pueblo bautizando una de sus calles con su nombre, allá por las
Tenerías, para escuchar siempre el rumor, cuando no el bramido, de las aguas
del río Águeda.
Cuenta
la historia oficial que el bueno del Ciego Sabino, perdón, discapacitado
visual, aprovechando su ceguera, digo discapacidad visual, se colaba entre las
líneas enemigas en los sucesivos sitios y sin despertar sospecha alguna entre
el ejército invasor llevaba y traía informaciones, órdenes, armas, en
definitiva, que allá en los principios del siglo XIX inventó, sin ser
consciente de ello los servicios de espionaje.
Pero
la sabiduría popular, cuenta además que el discapacitado visual Sabino (aunque
ahora ya no estamos en la oficialidad y podemos prescindir del lenguaje
políticamente correcto, y llamar a las cosas por su nombre) decía, que el Ciego
Sabino además de héroe en la francesada era pendenciero, socarrón, borrachín y
coplero, así que permitidme que me apropie de su personalidad para intentar
decir algo ocurrente en este vuestro y mío pregón de los Carnavales, que, por
cierto, siempre fueron, son y serán los
Carnavales, no esa mamarrachada que se estila ahora de etiquetar las cosas y
envolverlas para el turismo y llamar a estas
nuestras fiestas con el pomposo nombre de Carnaval del Toro, qué leches,
para los farinatos son Carnavales, en plural y con mayúsculas; claro que para
alguno de nosotros también cabe el riesgo de que se reduzca al Carnaval del
Toro, pero no el de los mozos que corren calle arriba, calle abajo delante o
detrás del toro, sino el de los mozos que corren calle arriba, calle abajo,
pero dentro del toro, de la calle del Toro me refiero, claro.
Así que vamos con el ripio
compuesto por el Ciego Sabino para la ocasión:
Vengan aquí los señores
Acérquense a este estrado
Que les voy a relatar
Unos sucesos señalados.
En este importante año
Celebra la población
Grandes acontecimientos
Que puestos en orden son:
Carnavales el primero,
Para bailar y disfrutar,
Que luego la Cuaresma
Es muy larga de pasar.
Ya lo escribiera el poeta
Allá por el siglo quinceno,
Juan del Encina su nombre,
Poned atención que este es
bueno.
Músico y poeta que fue,
Gran trovador resultó,
Así que escuchad sus
palabras
Que yo sólo pongo la voz:
“Hoy comamos y
bebamos,
Y cantemos y
holguemos,
Que mañana
ayunaremos
Por honra de
Sant Antruejo
Parémonos hoy
bien anchos.
Embutamos
estos panchos,
recalquemos el
pellejo:
que costumbre
es de concejo
que todos hoy
nos hartemos,
que mañana
ayunaremos.
Honremos a tan
buen santo
Porque en
hambre nos acorra;
Comamos a
calca porra,
que mañana hay
gran quebranto.
Comamos,
bebamos tanto
Hasta que
reventemos,
Que mañana
ayunaremos.
Bebe, Bras,
más tu Beneito.
Beba Pedruelo
y Lloriente.
Bebe tú
primeramente;
Quitarnos has
desse preito.
En beber bien
me deleito;
Daca, daca,
beberemos,
Que mañana
ayunaremos.
Tomemos hoy
gasajado,
Que mañana
vien la muerte;
Bebamos,
comamos, huerte,
Vámonos carra
el ganado.
No perderemos
bocado,
Que comiendo
nos iremos,
y mañana
ayunaremos”.
Cultural y religioso
el segundo, las Edades,
qué mejor muestrario
que exponerlo en Catedrales.
Edades del Hombre llaman
A tan magna exposición,
Donde nuestro pueblo exhibe,
de su arte, lo mejor.
El tercero, permitidme,
Que inserte yo una cuñita
Para hacer publicidad
De manera gratuita.
Una carrera hay en Junio
Por calles de la ciudad,
También los campos recorre
Sufrida, alegre y jovial.
Media maratón disputan,
De distancia bien medida
21 kilometrillos,
anímate y participa.
La organizan Jaramugos,
Buena gente y entusiasta,
de segundo son Jumentos,
no te creas que es de guasa.
Pues bien, con tales motivos
Nuestro amado Consistorio
Quiere dejar todo el pueblo
En estado satisfactorio.
Así lo primero que hizo
Fue quitar los "arboles"
Para dejarlo todito,
Todito lleno de coches.
Quitaron los pinos del foso
Para no estorbar la visión
De nuestra querida muralla
Hacia la Puerta del Sol.
Pero en lugar de cuidar
Del glacis como un jardín
Lo llenan todo de coches
Dando vueltas por allí.
Y la Puerta de Santiago
La han llenado de bolones
Que a este ciego le parecen
Las que tiran los
fanfarrones
(se hacen las gaditanas, tirabuzones...).
Pero lo más destacado
Son las obras por doquier,
Nos han levantao el pueblo
Toas las calles a la vez.
Parece el Ayuntamiento
La antigua mina de Enusa
Venga a hacer agujeros,
No se sabe bien qué buscan.
Y resulta que cavando
Algo se encuentra al final
Hallaron muros y tumbas
De la época medieval.
Pero qué piedras son estas,
Repetía el capataz,
Que leches de arqueología,
Esto nos va a retrasar.
Allá fueron con las palas,
No anduvieron con inventos,
Que ahora mismo ya está todo
Bien tapado con cemento.
La cosa es que con tanta
obra
Es difícil circular
Y enseguida lo entendió
Un insigne concejal.
Una mañana pensó
Que pa ir al Ayuntamiento
No había nada mejor
Que ser libre como el
viento.
Ni corto ni perezoso
“he de llegar volando”
y el vuelo libre probó
por encima del vallado.
En fin, amigos, me lío
Y me estoy yendo del tema,
Que empiezan los Carnavales
Y ya va a empezar la fiesta.
Además con qué razón
Ya lo dijo otro poeta:
“venga que ya es la hora,
la hora de las casetas”.
Como en los flines
americanos,
únicamente un inciso,
todo lo aquí relatado
es puramente ficticio.
Si algún parecido encuentras
Con la triste realidad
Que sepas, amigo mío,
Que es mera casualidad.
Para acabar permitidme
Un brindis que viene al
caso,
Viene desde la raya
De nuestro país hermano.
“Venha vinho, beberemos
molharemos na garganta
eu sou como o rusinhol
cuanto mais bebe, mais
canta”.
Pero queridos amigos no
olviden a este pobre ciego que trató de
entretenerles, ahora les toca corresponder a ustedes. Unas perrinas le pido, si
me hacen el favor, que con esto del Euro ando jodío yo, ni pa un vino me llega
con la no contributiva, si pueden echar una mano se lo agradecerá el de arriba,
también yo lo agradezco, si a bien lo tienen, así que pongo el cazo y me
despido con un abrazo.
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