La maratón es una carrera muy cabr...ita. Llevándolo todo bien preparado y habiéndolo hecho todo bien es posible que salga bien, pero también es posible que salga mal.
Así que si no llevas los deberes bien hechos es casi seguro que salga mal o muy mal.
-Si 15 días antes te pegas un culetazo en una carrera de montaña que provoca dolor de culo-coxis-rabadilla (cada uno que ponga el nombre que quiera) bastante fuerte durante más de una semana y más liviano durante la siguiente, aliviado a base de Réflex y Fastum para por lo menos poder "entrenar" algo (dolor, que dicho sea de paso, ya no tengo, pero sí ciertas molestias en ocasiones).
-Si una semana antes hay un evento de comer y beber (bodorrio), aunque pude salir un poco con la bici tanto el viernes tarde como el sábado por la mañana (que no contaba con poder hacerlo).
-Si la tirada "larga" más larga de asfalto (al margen de alguna salida de monte) no llega a los 18 km y es el martes antes de la maratón.
-Si el día de la carrera hace 10 grados más de lo habitual en esta época del año (bueno y el día anterior y el posterior y... qué os voy a contar que no estéis viviendo).
-Si..... (no me acuerdo ahora de más cosas, pero seguro que las hubo, jajaja).
Con esos antecedentes ¿qué podía salir mal?, o ¿qué podía salir bien?.
Pues eso, que salió como podía salir, quizás un poco peor de lo que esperaba, pero vamos, tampoco nada extraño.
Lo cierto es que salí razonablemente bien, con los kilómetros en menos de 5:30, que era mi objetivo, y así me mantuve hasta la media, que ya me iba costando, pero me propuse hacer al menos la primera vuelta (el recorrido son dos vueltas a un circuito) sin parar a caminar ni un metro y cumplí la media en 1:56, dentro de lo previsto, y luego, en la segunda vuelta, ya más solitario porque ya no están los que hacen sólo la media, más cansado, y sobre todo con más calor, el plan era "que sea lo que Dios quiera", encomendándome en buena medida a "la experiencia", pero claro, la experiencia ayuda, pero no corre, no mueve las piernas. Así que ya empecé a parar, al principio sólo en los avituallamientos (los había cada 2´5 -3 km, la vida dio, no tanto por beber, que también, como por echarme agua por encima).
Y si los males empezaron poco después de pasar la media, las penurias no tardaron mucho en aparecer: unas cuestas que en condiciones normales no serían problema parecían el Angliru (no obstante acumula casi 200 metros de desnivel positivo), caminando en tramos de sombra sólo por aprovecharlos más rato, avenidas largas y solitarias y corredores adelantándome a los que no podía seguir el ritmo (entre otros el grupito, ya bastante reducido, que iba con la liebre de 4 horas, con el que había ido un tiempo al principio y con el que pensaba que podía haber acabado, luego he visto que sólo un corredor entró con la liebre de las 4 horas, que clavó el tiempo), eso sí, muy agradables los pasos por el centro de la ciudad.
Así que al final 4:30:42, que como decía es peor de lo que pensaba, me devuelve a los tiempos de mi tercer maratón que fue allá por 2004 en Madrid.
Entrada en meta. |
Si en la media había hecho 1:56 y el puesto 197, quiere decir que en la segunda media hice 2:34 (eso es más que un pinchazo, jajaja) y puesto final 221 (de 247).
Objetivo conseguido. |
Pero hecho quedó y sin tiempo para lamentaciones que dentro de una semana hay otro compromiso, otras dos después otro y a la siguiente otro, a ver si me desquito que tengo otra maratón de asfalto, espero hacerlo algo mejor.